Cuando en Octubre de 1993 escuché este CD por primera vez, no me lo podía creer. Me dije a mi mismo es imposible y no puede ser. Pero fue. Yo acababa de iniciar el primer número de mi fanzine “Lunar Suite”. Una cosa tosca escrita a máquina. Recortada en un montaje con barrita de pegamento con mis propios dibujos pegados y posteriormente fotocopiada. Yo estaba solo. Lo inicié sin ninguna esperanza de que alguien lo leyera. Poseído entre la ingenuidad y el entusiasmo. Estaba literalmente hasta los zigotos (traducido: cojones) por una parte de que nadie se acordase del rock sinfónico y por la otra: como reacción a las músicas espantosas que ocupaban todos los medios de comunicación de la época. No recuerdo exactamente, pero creo que hice unos 20 ejemplares iniciales y los envié a la tienda prog de Barcelona por excelencia “Pan y Música”. Me dije: me van a llover hostias y risas. Afortunadamente me equivoqué y tuve que hacer más números. Ese mismo año conocí a Jota Iglesias y la cosa fue tomando forma. Esta historia es muy larga y quizá para otra ocasión. Esto viene al caso porque el “Ever” de IQ fue el culpable de que yo me decidiese por escribir sobre rock progresivo en uno de los países más insensibles y mezquinos que existen para la música progresiva como es España. No es el único supongo.
Los 90´s fueron una especie de nuevo resurgir en la materia progresiva referente a música, pero lógicamente en circuito cerrado y círculos exclusivos. Me entra la risa porque a los que nos gustaba esta música y nunca cambiamos de chaqueta, éramos considerados una especie de “logia masónica” de zumbaos y frikis, aunque este último adjetivo todavía no se utilizaba coloquialmente hablando.
“Ever” llegó y yo esperaba encontrarme una continuación de la línea iniciada en el anterior trabajo. Mi sorpresa fue mayúscula. Peter Nicholls había vuelto en sustitución de Paul Menel y el único cambio de la formación original fue la entrada del bajista John Howitt en sustitución de Tim Esau. Al oír la primera pieza “The Darkest Hour” con sus 10 mtos se me erizó la piel. Progresivo sinfónico de primera con una brillantez absoluta. Desde el “Selling England By The Pound” no había sentido esa sensación del sinfónico británico en toda su gloria y no exagero. ¡¡La madre que los parió!!, se me iluminó una sonrisa.
Siguieron “Fading Senses”… y esto no es que sea bueno, es extraordinario. La pieza “gancho” “Out Of Nowhere” da paso a la suite: “Further Away”. ¡¡Santo cielo!! me dije, no puede ser…!! otra vez y lo diré mil veces, que maravilla. Pero ahí no queda la cosa: para rematar la faena llegan “Leath Of Faith” y “Came Down” y acaban de matarme. La música es tan emocionante que casi “duele”. Una persona emotiva no podrá contener las lágrimas y aquí soy claro y rotundo. Todas las composiciones de este disco son brillantes y magníficas al 100%.
Si a alguien que le guste el progresivo sinfónico no se emociona con este disco, tendrá que replantearse si de verdad le gusta la música. Pocas veces son tan explícito y los que me seguís en este apartado sabéis que cuando algo es bueno no me reprimo en absoluto. Este disco es algo “especial” y fuente imprescindible del estilo. Si hay unos cuantos álbumes históricos y fundamentales, éste es uno de ellos.
A partir de éste disco IQ ya no bajarán el listón de calidad en ninguno de los siguientes trabajos. Algo inédito en la mayoría de los grupos de rock progresivo. Por eso cada nuevo disco de ellos se espera con interés. No voy a añadir nada más tan solo que si “Ever” no lo conoces, por favor escúchalo detenidamente. Me lo agradecerás.
Alberto Torró
Temas
1) The Darkest Hour
2) Fading Senses (I'm sorry, this song there's twice. It's fault of a stupid Windows Movie Maker's bug and I don't want to remake the video)
3)Out of Nowhere
4) Further Away
5) Leap of Faith
6) Came Down
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