El último esfuerzo compositivo de Le Orme, con Michi Dei Rossi como único componente original, sería este álbum inspirado en los viajes y estancia del veneciano Marco Polo por Asia oriental.
Realmente este disco podría firmarlo cualquier otro grupo italiano sinfónico de la época. La nueva voz del veterano cantante Jimmy Spitaleri (Metamorfosi) cambia por completo la forma y el estilo. Nos habíamos acostumbrado a la voz inconfundible de Tagliapietra es cierto, pero Spitaleri también es un buen cantante y hace un excelente trabajo en este nuevo CD, tan sinfónico o más que las últimas entregas. Como siempre 12 cortes y canciones cortitas pero muy bien ensambladas a modo concepto. El trío Dei Rossi, Bon y Trentini, se ve ampliado ahora por el nuevo cantante, un guitarrista llamado William Dotto y otro teclista de apoyo: Federico Gava. No han perdido en absoluto su sentido melódico y las canciones agradables, incluso diría que el nivel instrumental es superior que el de antaño. Músicos muy experimentados con un preciso nivel de ejecución lo que se pone de relieve por una perfecta grabación y producción impecable.
Los dos primeros cortes son breves instrumentales hasta que en la tercera aparece la elegante y potente voz de Jimmy en plena balada de corte muy sinfónico. La guitarra real solista se expresa con precisión y clase. La línea continuará durante todo el disco con momentos realmente agradables de prog rock clásico de siempre. “Serinde” es una delicada pieza instrumental que nos sumerge en vientos orientales y “ sinfonizantes” con bellos pasajes de sintetizador. No suenan para nada aquí a Le Orme, tan solo a una excelente banda de rock sinfónico italiano, lo cual no es poco. Como es habitual todo es demasiado breve, corto para mi gusto. Esta fantástica pieza habría dado para muchos minutos más. En “Incontro dei Popoli” volvemos a los hermosos cánticos italianos, con un refinamiento en la composición y en la voz solista realmente emotiva. Una canción preciosa que también podrían haber alargado un poco más. Que le vamos a hacer. “La Prima Melodía” es otra joya para tatarear a gusto. Al menos aquí se van a los 5 mtos que son sumamente placenteros y la voz es espectacular. Hay alegría y euforia y yo lo agradezco infinitamente. “Xi´an Venezia” no baja el listón instrumental emprendido en el disco y a aquellos que nos privan los bonitos dibujos de sinte y órgano estamos de enhorabuena. Las composiciones son de alta calidad y riqueza pero siempre queda el regusto de querer más. Una pena.
“La Via Della Seta” termina como un hermoso himno de marcha en un sentimiento de épica total, sonido de cornamusas incluidos, que nos deja eufóricos y contentos de haber escuchado un disco sensacional que pasa excesivamente pronto. Una pena que esta formación solo grabase este bonito disco. En 2016 y para celebrar el 50 aniversario del grupo, el trio que cito al principio, grabó una nueva revisitación de “Felona e Sorona” nuevamente en ambas versiones italiana e inglesa pero naturalmente con la tecnología actual. Para gustos los colores.
La próxima semana iniciaremos la segunda temporada del RPI (rock progresivo italiano) sobre otros grupos de la época, qué si bien no tuvieron la fama e influencia de la PFM, Banco o Le Orme, grabaron verdaderas piezas de gran valor. Muchos de ellos piezas únicas o incunables si usamos una terminología literaria.
Alberto Torró
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