Habitualmente, suelo expulsar sapos y culebras por ésta linda boquita cuando me refiero a aquella cosa abominable llamada New Age. Con razón . Claro que en tiempos de trap, reggaetón y demás torturas del infierno, aquello se quedaba como hasta algo benigno y todo.
Habría que aclarar que en su inicial empuje, venido directamente del misticismo hippie de los 70, fue una escena con muy buenas pretensiones artísticas. Las culturales, religiosas, espirituales y espirituosas, las dejaré al libre albedrío y elección del amable lector. Si amigüitos, la primera hornada New Age podría haber sido el desarrollo de parte de los logros musicales de la anterior década. De indudable calidad y todavía con el olfato experimental /investigador bien adiestrado. Justo sería decir que sin los Hillage, Oldfield, Vangelis, Jade Warrior y muchos más, nada de aquel inicial " nuevo despertar espiritual" musical, nunca hubiera funcionado. Y que el empuje de la recién nacida New Age, se debió a desencantados , engañados y traicionados progsters , (hola Alberto!), abandonados a su suerte, en una decrepita "Enterprise" que navegaba sin rumbo en un cosmos lleno de flamantes naves de colorines new wave.
Este inocente "despertar Zen ", pronto se encontró con la buitrada discográfica. Lanzándose en picado hacia esos tiernos borreguillos , antaño progres, y ahora con la cartera bien llena merced a sus nuevos trabajos de vida yuppie. Y claro, la cosa pronto se pudrio. Dejando un hedor a mierda y cadaver todavía más desagradable que el de las prog bands recién fenecidas. Al fin y al cabo, ésas se "murieron solas", de muerte "natural".......Los cojones. Se murieron bien muertas, de asco e indiferencia a causa del ostracismo al que les condenaron los medios. Andy Tillison lo dirá en tono muy romántico, pero yo no. Así pues, si escudriñamos en el inicial movimiento Nueva Era, todavía podemos salvar cosas honradas e interesantes. Laraaji, Harold Budd, Patrick O'Hearn, Kitaro, Guillermo Cazenave, Steven Halpern, Jon Hassell, Gandalf, Paul Horn, Jon Mark, gente del catálogo ECM como Egberto Gismonti u Oregon. Músicos procedentes del jazz rock explorando la nueva cosa, como Ian Carr, Karl Jenkins o Bárbara Thompson...
Emerald Web fue un dúo procedente de Florida. Bob Stohl y su mujer Kat Epple. Ambos sintetistas / flautistas. De hecho, ayudaron al desarrollo del Lyricon, instrumento teclado de viento. Muy activos en los 80, hicieron TV soundtracks, música para National Geographic, CNN, Apple, NASA y documentales de Carl Sagan. Ganaron varios premios Emmy y eran habituales en eventos musicales de Planetariums y Láser shows. Su mezcla de electronic-space e instrumentos acústicos era sencillamente, deliciosa. Tuvieron una nominación al Grammy en el 86 por el álbum "Catspaw". Todo iba a pedir de boca para éste dúo hasta que, literalmente, la muerte los separó. Stohl muere en 1990 a los 34 años. Como si ésa tuviera que ser la única década - franja temporal para su actividad. Epple siguió como artista en solitario. O invitada en otros discos, como el "Ghost" del pirao de Devin Townsend.
"The Stargate Tapes 1978 - 1982" contiene material inédito de su primerísima etapa. Incluye sus iniciales cuatro cassettes editadas en su propio sello, Stargate, cuando estaban dando todavía sus primeros pasos. Y por consiguiente, sin ningún tipo de adulteración externa. El sonido de Emerald Web es la flauta, la fina electrónica de impecable sabor analógico 70s, (por fortuna), alguna grabación de campo y un finísimo gusto melódico. Como pareja, evidencian una perfecta sincronía. Mejor compatibilidad entre músicos, imposible.
"Dawn" es un verdadero paraíso sonoro de belleza instantanea. "The Dragons Gate" ofrece perfecta secuenciación berlinesa, en simbiosis con la flauta. Algo que hasta Tangerine Dream harían en aquel "Cyclone", cada vez más valorado conforme pasan los años.
"Ars Nova" podría ser cosecha de Anthony Phillips (incluye guitarras) o Blonker. "Flight of the Raven" cuenta con la bonita voz de Kat Epple, en enigmática tonada a lo Sally Oldfield (...y el hermano no anda lejos). Su ruptura ambiental nos trae un enjambre de moogs zumbadores que envidiaria papá Wakeman.
"Voices of the Stage" entra dentro de la krautronica más ortodoxa, nada mal planteada y de extraña fascinación fílmica. Simplemente entusiasmante.
A partir de la cara B, (el album es doble), los temas crecen en duración. "Photonos" suena a un Bjorn J:son Lindh evolucionado con ADN y sangre schulziana. "Doppler Bells 1" se equipara a lo mejor de Deuter (y de hecho, el grueso de su decena larga de álbumes son del sello Kuckuck).
"Rainforest" es otra sensacional pieza sinfo-electrónica que te hará olvidar ese incómodo nicho/sambenito New Age totalmente. En su segundo disco tienes por descubrir más exquisitos tesoros de un refinamiento intachable. Sirva ese final "Nightsong" que desprende perfume "In the Court....." como la mejor de las esencias King Crimson.
Post - progresivos, proto - New Agers ......la cuestión es que Emerald Web estaban creando música de muchos quilates, en una tierra de nadie o franja temporal indeterminada que los tenía sumidos en un más que injusto underground. Y eran una maravilla a descubrir.
Reivindicación al canto.
J.J. IGLESIAS
Temas
1 Dawn 2:12
2 The Dragons Gate 6:56
3 Ars Nova 3:10
4 Flight Of The Raven 3:01
5 Photonos 10:06
6 Doppler Bells One 0:46
7 Rainforest 6:11
8 Voices Of The Stage 3:19
9 Valley Of The Birds 11:51
10 Reflecting Pool 4:19
11 Openings 4:39
12 Nightsong 3:28
13 Chasing Of The Shadowbeast 10:32
14 Stepper 8:59
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias