Como sólo hace unas horas que he visto a Kadavar en concierto, y su último lanzamiento es éste "Live in Copenhagen" que me agencie sin pensarmelo mucho, cambio de planes en cuanto al articulo de hoy y me pongo con los alemanes. Me pongo en todos los sentidos. Porque estos tíos embriagan y drogan sólo con oirlos. Lo otro ya es optativo. Lupus Lindermann (voz y guitarras), Tiger Bartelt (batería) y Simon Bouteloup (bajo) te llevan directamente a los primeros 70 sin proponérselo demasiado. Basta con verlos en el escenario, con sus genuinas pintas de hippie-freaks malencarados, (aunque son un "piazo" pan), semilla inequívoca de donde saldría el hoy corrompido, (otros dirán "evolucionado"), heavy metal.
El monstruo de tres cabezas creado por los tres miembros de Kadavar arrasa y entusiasma. Y ocurre con naturalidad porque no hay pose ni postureo en su propuesta. Nunca vi a Blue Cheer, - los primeros -, pero seguro que no andaban muy alejados en las tablas de lo que exhibe Kadavar hoy.
Corrosiva lisergia y ondas expansivas eléctricas que funden al público en un sólo ente, comulgando obedientemente con sus maestros de ceremonias en liturgia sagrada sobre el altar / escenario del Todopoderoso Rock'n'Roll. Así ha sido siempre y así ha de ser. En cuanto al liderazgo de la banda, está claro que los focos se dirigen a su guitarra - frontman, pero yo no lo tengo tan claro.....Siento que su gigantesco batería, literal y técnicamente hablando, es pieza fundamental a todos los efectos. De hecho, su kit percusivo está en primera línea de fuego sobre el escenario. E irradia el aura de los bendecidos por los dioses del Olimpo Rock.
"Live in Copenhagen" ha sido pensado para el vinilo, como debe ser. Cuatro caras con su minutaje correcto, y nada de "maxi singles en formato doble", como es ahora lo habitual. Recoge lo más destacado de su set-list cosechado en sus cuatro álbumes de estudio. Como no podía ser de otro modo, su exquisito primer álbum del 2012 está bien representado. Hasta cuatro temas de los seis que lo formaban. Tan sólo uno de "Abra Kadavar" (2013). Tres del tremendo "Berlín" (2015) y los mismos del último, "Rough Times" (2017). Y aún quedarán otros tres de diversos formatos single o EP.
El reciente "Skeleton Blues" inicia la ceremonia sangrienta, con el descacharrante wah wah de Lupus Lindermann segando cabezas sin piedad. Hard blues psych de ritmo pesado......es stoner, Kadavar? Entra dentro de los mandamientos, pero su sincera propuesta retro me hace sentirlos como un grupo "del pasado en el presente". Lo demuestran en "Doomsday Machine", del genial "Abra Kadavar". Conectan con el Hard psych - proto metal de "Lonesome Crow", debut olvidado (no para mí), de Scorpions. Que es por donde debieron seguir, aunque todo lo de Uli John Roth sea territorio sagrado. "Pale Blue Eyes" tenía que reflejar la fuerte herencia hendrixiana del grupo. Tiger B. Smith, Hairy Chapter, Night Sun, Silberbart, Jeronimo y hasta Guru Guru en ocasiones, son resucitados por estos paisanos de Berlín. Para recordarnos que el prog alemán 70s mandó con autoridad en el mundo, junto con el italiano e inglés.
Ya lo dice el título, "Into the Wormhole", bastante más doom en sus canciones recientes. La soberbia "The Old Man", que es una mezcla de esos primigenios Scorpions y....."Eye of the Tiger" de Survivor!!! La carismática "Die Baby Die", con un bajo que golpea como un Mjolnir.
La atmosférica "Black Sun"......Hendrix sonríe escuchando "Living in your Head"....En el segundo disco más material que parece editado en 1971. "Into the Night" gana en brillantez y mala baba, - como el resto de sus hermanas-, en este documento en vivo a la vieja usanza."Purple Sage" nos recuerda qué es el kraut , casi kosmische, y quienes lo inventaron. "Tribulation Nation", "All or Thoughts" o " Come back Life", traen al recuerdo a Hawkwind, Mountain o Nazareth, respectivamente, con la voz deliciosamente alemana y resultona de Lupus. Conste que yo ya me había hecho mis propios bootlegs de Kadavar, "Duna Jam 2012" y "Rock Hard Festival 2016" concretamente, extraídos de filmaciones que pululan por la red. Sabedor de que ésta banda se crece en directo y viven por y para ello.
Bouteloup es poseído por el espíritu de John Entwistle. Bartelt por el de Keith Moon / John Bonham, y Lindermann por el inmortal Hendrix. Menudo trío de ases. Y no me refiero a los "kadaveres", sino a los Kadavar. Esos sí que están muy vivos.
J.J. IGLESIAS
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