Originales de la región de Lombardia la historia de esta banda italiana es algo curiosa. Se formaron por aquel temprano 1971, prácticamente a la vez que los grandes del género sinfónico progresivo y con una música a la altura de unos Banco o PFM, sin embargo, la suerte discográfica no les sonrió en toda la década dorada y la única constancia de su existencia durante ese tiempo se debe a una grabación live en una tal Sala Borsa en la localidad de Novara.
Una especie de demo probablemente grabada por ellos mismos un cinco de mayo de 1977, pero descubierta y promocionada en CD en 1993 a la vez que se editaba el primer trabajo serio del que hablamos hoy. Una pena porque sus ideas eran buenísimas. Como vengo repitiendo en innumerables ocasiones probablemente esto les pasó a muchos otros colegas suyos coetáneos que no tuvieron la más mínima oportunidad de grabar al menos un LP tal como está registrado en cientos de casos en la historia del RPI. Afortunadamente la cosa se resolvió en los 90´s lo único es que solo podemos disfrutar de cuatro excelentes trabajos desde 1993 a 2016. Menos es nada.
Ya conocéis mi pasión por el lado más sinfónico de la música y CAP (lo abreviaremos como siempre) representan ese apartado de mis debilidades. Este sexteto italiano se compone de dos teclistas, dos guitarristas y la imprescindible sección rítmica: ya emplean una Simmons electrónica, de las primeras baterías sintetizadas que en 1988 ya usó Bill Bruford en ABWH. El grupo representa un puente entre los viejos y los nuevos tiempos, aunque su música es heredera directa del sinfónico clásico de los 70´s pero curiosamente no se trata de imitadores que calcan ese sonido añejo y sus composiciones suenan completamente frescas.
Ya conocéis mi pasión por el lado más sinfónico de la música y CAP (lo abreviaremos como siempre) representan ese apartado de mis debilidades. Este sexteto italiano se compone de dos teclistas, dos guitarristas y la imprescindible sección rítmica: ya emplean una Simmons electrónica, de las primeras baterías sintetizadas que en 1988 ya usó Bill Bruford en ABWH. El grupo representa un puente entre los viejos y los nuevos tiempos, aunque su música es heredera directa del sinfónico clásico de los 70´s pero curiosamente no se trata de imitadores que calcan ese sonido añejo y sus composiciones suenan completamente frescas.
“Nei Gorghi Del tempo” ya es un álbum maravilloso de largas composiciones y a diferencia de las habituales portadas rancias del progresivo italiano los CAP cuidan sus “copertinas” con hermosos trabajos gráficos y bonitos dibujos. Es de agradecer. Para mí siempre ha sido un hándicap las mediocres portadas de la mayoría del RPI. Debo admitir que probablemente a la mayoría de los grupos les gustaba esa estética que no comparto, aunque comprendo su trasfondo seco y realista y a veces llamativo, pero no siempre agradable. El “Photos of Ghosts” de la PFM es una excepción porque su dibujo puntillista y lírico era precioso realmente. En los trabajos gráficos del consorcio del agua potable encontramos una inclinación hacia el medievo y las gestas caballerescas en todos sus discos.
La primera pieza “Il mercante” (9.06) ya nos remite a un clasicismo épico de cuidada composición detallista y elaborados arreglos orquestales. Hay cantidad de guitarras acústicas y teclados envolventes con la clásica voz en italiano de Paul Rosette. Los constantes cambios permiten que los lujuriosos teclados de Romolo Bollea y Maurizio Venegoni se luzcan a placer. El trasfondo lírico y melódico es la base de su música con pasajes realmente preciosos y descriptivos momentos.
“En un vecchio castello” (13.13) encontramos una composición que incluso sube de nivel con respecto a la primera: la épica sinfónica presenta toda su paleta de complejidades y cambios rítmicos constantes. Los variados timbres y brillos hacen sentir un relato sonoro completamente descriptivo y colorido. Música para escuchar con placer donde las estupendas remontadas de vuelo del mini moog así como todo el tratamiento instrumental son tremendamente entretenidos. Una pieza fabulosa con bonita melodía y trazos dramáticos realmente bellos hacia el final.
“Arnaldo Da Chatillon Crociato” (7.44) sigue en esa vena aristocrática y majestuosa épica exuberante de la que se compone la música de este disco sin desperdicio. Orquestaciones y lirismo radiante sin complejos en una hermosura que se queda en tu mente. Rock sinfónico 100% como el chocolate puro sin mezcla. Los amantes de la grandilocuencia y los sonidos ricos y expansivos como yo, lo pasarán en grande con su escucha.
“Viviendo un Giorno…Solo di niente” (11.00) es parecido a Banco y su “Metamorfosi” llevado al éxtasis sintetizado. Moog glorioso. Tener dos teclistas bien equipados de instrumentos en una banda es una gozada por la cantidad de matices que aportan y por la exquisitez del tratamiento compositivo. La declamación vocal sigue en su línea elogiosa, así como las guitarras clásicas de Massimo Gorlezza y Riccardo Roattino en un ambiente tormentoso con cantos de pájaros y romancero contando historias con el que concluye la pieza.
Una virguería. “Traccia…Ora lo é” (4.50) nos recuerda de nuevo, y no solo por el título de la pieza, a los primeros Banco y sus solemnidades, incluso esta nueva traccia se me antoja superior. Termina un disco que se hace corto. Un regalo para los oídos.
La primera pieza “Il mercante” (9.06) ya nos remite a un clasicismo épico de cuidada composición detallista y elaborados arreglos orquestales. Hay cantidad de guitarras acústicas y teclados envolventes con la clásica voz en italiano de Paul Rosette. Los constantes cambios permiten que los lujuriosos teclados de Romolo Bollea y Maurizio Venegoni se luzcan a placer. El trasfondo lírico y melódico es la base de su música con pasajes realmente preciosos y descriptivos momentos.
“En un vecchio castello” (13.13) encontramos una composición que incluso sube de nivel con respecto a la primera: la épica sinfónica presenta toda su paleta de complejidades y cambios rítmicos constantes. Los variados timbres y brillos hacen sentir un relato sonoro completamente descriptivo y colorido. Música para escuchar con placer donde las estupendas remontadas de vuelo del mini moog así como todo el tratamiento instrumental son tremendamente entretenidos. Una pieza fabulosa con bonita melodía y trazos dramáticos realmente bellos hacia el final.
“Viviendo un Giorno…Solo di niente” (11.00) es parecido a Banco y su “Metamorfosi” llevado al éxtasis sintetizado. Moog glorioso. Tener dos teclistas bien equipados de instrumentos en una banda es una gozada por la cantidad de matices que aportan y por la exquisitez del tratamiento compositivo. La declamación vocal sigue en su línea elogiosa, así como las guitarras clásicas de Massimo Gorlezza y Riccardo Roattino en un ambiente tormentoso con cantos de pájaros y romancero contando historias con el que concluye la pieza.
Una virguería. “Traccia…Ora lo é” (4.50) nos recuerda de nuevo, y no solo por el título de la pieza, a los primeros Banco y sus solemnidades, incluso esta nueva traccia se me antoja superior. Termina un disco que se hace corto. Un regalo para los oídos.
Alberto Torró
Temas
Il Mercante 9:06
In Un Vecchio Castello 13:13
Arnaldo Da Chatillon Crociato 7:44
Vivendo Un Giorno...Solo Di Niente 11:01
Traccia... Ora Lo E' 4:50
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