..La segunda mitad de los '80 empieza.
El "heavy metal" americano no paraba de evolucionar y en alza. Ya eran incontables la cantidad de grupos que se imitaban y que parecían copias unos de otros. El "thrash" también trajo una oleada de bandas que veían en la rapidez y la distorsión el mejor modo de expresarse musicalmente.
Otros grupos más veteranos seguían sacando discos, siempre respaldados por su pequeña gran legión de fans de siempre, aunque ya sin lograr el éxito de antaño.
Esta lista de 1.985 es similar a la confeccionada del '82, ya que se hallan tanto álbumes de excelente calidad pero sin mucha repercusión como auténticos exitazos de ventas; además comparten cartel bandas de diferentes enfoques artísticos y formas de ver la música. Puede que sea uno de los años más variados, sino el que más:
-¿El mejor disco de "heavy metal"?...por supuesto que no. ¿El mejor de los '80?...improbable. ¿El mejor de 1.985?...eso es quizás más discutible. Pero es que "The Right to Rock", publicado el 26 de Marzo, tiene la suficiente calidad como para ser denominado como tal.
Todo viene de su fundador, Ron Keel, donde en la creciente escena del "metal" americano, fundó STEELER en Nashville. Tras un tiempo la banda pasó a formar parte de L.A. con cambios en su formación, donde se acomodaron el batería Mark Edwards, el bajista Rik Fox (Hellion) y el virtuoso guitarrista sueco Yngwie Malmsteen. Hicieron su debut en 1.983 y todo acabó ahí.
Al año siguiente, en la misma L.A., Keel decidió formar otro grupo a partir de su apellido. Con Marc Ferrari y Bryan Jay a las guitarras, Kenny Chaisson al bajo y Bob Marks a las baquetas, "Lay Down the Law" vio la luz. Aquel álbum pasó sin pena ni gloria, pero fue suficiente para captar la atención del bajista de KISS, Chaim Witz (o, lo que es lo mismo, Gene Simmons), que se prestaría a producirle al grupo su siguiente trabajo, además de ayudar en las composiciones.
Una impresionante Flying V rodeada de rayos que atravesaba la portada diseñada por John Dismukes, era el símbolo perfecto para representar la fuerza, energía y grandeza que contenía un plástico como este, de puro, arrollador e inclemente "heavy metal" con atisbos de "speed". Entre tanto sintetizador, melodías facilonas y "glammies" por toda la escena californiana en aquella mitad de década, un puñetazo como este se agradecía.
"The Right to Rock" no es otra cosa que eso. Aunque sus integrantes, donde se unió Steve Riley (posterior batería de WASP), lucieran unas pintas muy típicas del "hair/glam" de la época, su música no era igual. Del primer tema al último, convertidos en auténticos himnos, bombardean con trallazos al tímpano del oyente sin compasión alguna, como sucede en "Back to the City", "Electric Love", "So many Girls, So little Time" o el tema título del LP, ya estandarte de "heavy metal" para la posteridad.
También tenemos las más rápidas "Speed Demon" y "You're the Victim, I'm the Crime!", donde la base rítmica de Chaisson/Riley echa chispas, al igual que las rasposas cuerdas vocales de Keel o los "riffs" que se marca Ferrari; "Easier Said than Done" y "Let's Spend the Night Together", versión de la del '67 de los Rolling Stones, mostraban a los KEEL más comerciales.
El más producido "The Final Frontier" del año siguiente alcanzaría una mejor posición en las listas, ya que "The Right..." sólo llegaría a un invisible 99.º puesto en los Billboard, pero es el mejor, sin duda; el más crudo, agresivo y a la vez preciso y técnico. La Flying V de su portada sigue brillando tanto hoy en día como cuando salió al mercado. Todo fan del "heavy metal" sabe eso de sobra.
(Mejor canción: "The Right to Rock").
-En el año 1.985 destacó el trabajo de tres guitarristas veteranos, cada cual en su quinta, del mundo del "rock": Eric Clapton con "Behind the Sun", que llegó a la 8.ª posición en las listas británicas, George Thorogood y sus Destroyers con "Maverick", que fue Oro en EE.UU., pero se me hace imposible obviar ese saber hacer que tuvo otro multiinstrumentista de categoría nacido en las soleadas tierras de Gainesville, Florida, llamado Thomas Earl Petty.
El debut de esta banda siempre arraigada al sentimiento americano, tal como le pasaba al artista Bruce Springsteen, comenzó nueve años antes, sencillamente con "Tom Petty & The Heartbreakers". Vinieron álbumes soberbios hasta llegar al clásico "Damn the Torpedoes", la obra maestra del grupo. Un sencillo "blues" unido a un "rock" de lo más asimilable con matices "pop" influenciados por los grupos británicos de finales de los '60, como pudieron ser The Kinks o The Beatles, y que daba grandes "singles" como "Don't do Me like That", "The Waiting" o "You Got Lucky", es lo que este compositor siempre ha realizado sin probar realmente cosas nuevas pero sin perder un ápice de calidad. La banda que le ha acompañado siempre ha sido perfecta para las directrices marcadas por el líder, por ejemplo el injustamente infravalorado guitarrista Michael Campbell, un también multiinstrumentista de gran gusto y técnica musical, o el pianista Benjamin Tench, encargado de ejecutar su maestría en teclados, pianos, sintetizadores y el órgano Hammond.
Siguiendo, los dificiles '80, pues fue la etapa más inestable para la banda, empezaron con "Hard Promises", un éxito de ventas, y se ven las primeras tensiones al estar "Long After Dark" grabado sin el bajista Ron Blair entrando en el juego Howard N. Epstein. Así llega este sexto trabajo del grupo, "Southern Accents", publicado el 26 de Marzo y en el que el choque de egos se refleja en el contenido del disco, ya que todos tenían una visión diferente de lo que tenía que ser el trabajo final.
Primeramente se pensó en un álbum conceptual, pero tres canciones coescritas por David Allan Stewart, de los Eurythmics, se incluyeron sustituyendo a otras que acabaron desechadas. Una de las anécdotas más interesante del listado de temas fue el referente al exitoso "Rebels"; Petty iba un tanto enfrascado en drogas cuando la primera mezcla que el hizo de la canción no le agradó, y como consecuencia bajó las escaleras e intentó cargarse la pared con su mano izquierda...cosa que no consiguió...
Aparte de ese arrollador "single", que aúna fuerza "rockera" y sensibilidad "popera" y que se colocó en el puesto 5 en el Billboard Rock Tracks, tenemos la sencilla y emotiva "Dogs On the Run", "The Best of Everything", de gran melodía y sentimiento, la ya clásica "Southern Accents", donde los teclados de Tench endulzan una preciosa pieza que se encarga de defender las raíces más sureñas del grupo, algo que alabó la revista Rolling Stone, y, por supuesto, la más recordada "Don't Come Around Here no More", reflejando un contenido más "pop rock" unido al estilo New Wave de su coescritor David Stewart. Dicho "single" se coronó el 2.º en el Rock Tracks, el 13.º en el Billboard Hot 100 y el 20.º en el Top 100 de las listas canadienses.
El disco fue Platino en EE.UU., donde llegó al 7.º puesto de las listas. En Canadá obtuvo un Oro y sólo alcanzó el 23.º en las inglesas. Realmente fueron sobre todo sus "singles" los que más atención acumularon, ya que muchos afirmaron que fue el disco más flojo de la carrera de la banda, sin embargo hay que recordar que no volvieron a llegar tan alto hasta pasados 6 años, cuando el "Into the Great Wide Open" (1.991) se hacía con el Doble Platino en EE.UU. y Canadá.
(Mejor canción: "Rebels").
-Dire Straits fue uno de esos grupos que trascienden por encima de modas, épocas y novedades de todo tipo.
Parecía mentira que en pleno apogeo del "punk", en 1.978, hicieran su debut con un "rock" descafeinado y muy melodioso, a medio camino entre la música de Bob Dylan, Rick Danko y J.J. Cale, ganándose practicamente a todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos, si tenemos en cuenta de que el material giraba alrededor del inmortal "Sultans of Swing". Siete años y cuatro discos después se volvió a iluminar el cielo con "Brothers in Arms", publicado el 13 de Mayo.
La fórmula estuvo en mezclar aquella complejidad que el maestro Mark Knopfler desarrolló en "Love Over Gold" ('82), donde paseó por los caminos del "rock" progresivo, con multitud de variantes musicales que expresó el grupo, enriqueciendo el sonido y no dependiendo únicamente de la guitarra. Knopfler se rodeó de gentes como el bajista John Illsey, los teclistas Alan Clark y Guy Flecther, el saxofonista Michael Brecker y el legendario vocalista de The Police, Gordon Thomas Sumner, más arhiconocido por "Sting".
Todos ellos realizan una labor espléndida en temas muy cuidados, de una instrumentación preciosa y una brillante producción:
-Primero están los cortes dinámicos y comerciales que llenan el plástico de frescura y un ritmo adictivo, como "One World", "Walk of Life" (7.ª posición en los "charts") y, por supuesto, una para la posteridad y número 1 en EE.UU., "Money for Nothing"; 8 minutos de infarto que se pasan entre juguetones "riffs" de guitarra, sintetizadores, el duo de voces de Knopfler/Sting y un ritmo de lo más contagioso y divertido.
-Luego están las otras joyas, extensas y preciosas, como "Your Latest Trick", "Why Worry?", o la oscura "Brothers in Arms", quizás una de las mejores de la discografía de la banda y de las más estremecedoras compuestas por Knofler; en ésta, donde parece que los espíritus creativos del Roger Glover de "Final Cut" y del J.J. Cale más clásico se dieran la mano, la belleza trasciende a otro nivel. "Brothers in Arms" es intensa y desgarradora, donde Mark Knopfler, con una voz tersa, muy sutil, casi etérea, consigue transmitir más que en todas las demás canciones del LP, cautivar al oyente y llevarle a un mundo de infinita delicadeza. Es uno de esos temas por los que jamás pasarán los años.
En fin, todo un mazazo en el mundo de la música (y no sólo de la música "rock") con más de 30.000.000 de copias vendidas. Llegó a la 1.ª posición en Inglaterra por diez semanas, donde fue Multiplatino; la misma que alcanzó en EE.UU. y en Canadá, donde fue Nónuple Platino y Diamante, respectivamente; ahí se quedó en las listas de casi todo el Mundo. Sus cinco "singles" coronaban los más altos puestos, la revista "Q" lo colocó en los 100 Mejores Discos Británicos de la Historia y recibió dos Grammies, uno para "Money for Nothing" y otro para el propio disco, a la Mejor Interpretación de "Rock".
Además, su naturaleza debe constar en la Historia, puesto que fue uno de los primeros en convertirse al CD y el primero en hacer ventas millonarias en aquel formato tan novedoso.
(Mejor canción: "Brothers in Arms").
-Ahora es una de las bandas más infravaloradas de la Historia del "rock", pero es innegable que MAGNUM hicieron, precisamente, historia, el 13 de Mayo cuando su quinto álbum de estudio (mucha coincidencia se ve aquí), "On a Storyteller's Night", salió a la calle.
Empezaron trece años antes en las calles de Birmingham como cuarteto y tuvieron su debut en 1.978, influenciados claramente por el "rock" de corte más progresivo heredado de Jethro Tull y las grandes melodías de KANSAS. La incesante búsqueda de una firme identidad sonora a comienzos de la década les llevó por el terreno de lo comercial entrecruzado con un "hard rock" potente, pero no llegaban a ese punto final, además, los problemas que surgían en su discográfica Jet Records hicieron saltar una alarma. En vez de gastar dinero en productores, les instaron a autoproducirse el que fuera su cuarto álbum, "The Eleventh Hour". Las tensiones entre Jet y MAGNUM desembocó en unos resultados comerciales muy negativos. Entre tanto hubo un ir y venir en los miembros y se produjo un silencio total en el grupo...muchos creían que se habían separado.
Pero tras un tiempo, el teclista Mark Stanway regresa junto al guitarrista Tony Clarkin, el vocalista Bob Catley, el bajista Wally Lowe y el nuevo batería Jim Simpson y fichan por FM Records. Keith Baker, nuevo manager de MAGNUM, sabe tomar las riendas y darles el empujón que necesitan. Y con el experimentado Kit Woolven como productor la máquina está otra vez en marcha. En ese momento apuestan todo a una carta y se la juegan...el resto es historia. Porque como dijo Clarkin, cuando "On a Storyteller's Night" se iba a publicar, ellos eran "una banda acabada y sin ninguna esperanza", así que ese fue el álbum que les unió de nuevo.
Y la hazaña se acababa con la bellísima "The Last Dance", ejecutada sólo con evocadores pianos, teclados y coros de voces que seguían a Catley y que endulzaban el producto final. Un broche de oro, una clásica balada llena de sentimiento y sensibilidad que se puede colocar entre las mejores de los '80, junto a otras maravillas como "Open Arms", "Dream On" o "I Won't Hold you Back".
Incluso teniendo su mejor portada no sería el más vendido de MAGNUM. Sólo llegó a la 24.ª posición en los "charts" aunque consiguiera el Oro en Gran Bretaña. Sin embargo, hoy por hoy, es una piedra angular en su discografía y una obra maestra del "rock" de los '80. Eso nadie se lo podrá quitar a los de Birmingham, que se vieron inmersos en una exitosa gira gracias a la acogida del disco.
(Mejor canción: "On a Storyteller's Night").
-Los californianos Night Ranger nacieron en los '70 como Rubicon, haciendo "pop" de retazos "funky", y llegaron hasta comienzos de los '80, primero llamándose The Rangers, con su debut "Dawn Patrol". En sus filas se encontraba Bradley Gillis, el que fuera guitarrista para Ozzy Osbourne en el directo "Speak of the Devil", y F. Alan Fitzgerald, teclista que ya puso su saber hacer de manifiesto en Montrose o GAMMA.
Su música era un "hard rock" muy accesible y disfrutable, con grandes baladas dirigidas a las listas. Su primer "single""Don't tell Me you Love Me" se nombró como "una de las mejores canciones de "hard rock" de todos los tiempos", por VH1. Se acercaban al "AOR" pero su base era más "rockera" que la de Loverboy o Survivor, por poner varios ejemplos.
Aquel debut llegaría al 38.º puesto en el Billboard. "Midnight Madness" fue más exitoso todavía, y su álbum que más había vendido, con dos "singles" rompedores, "You Can still Rock in America" y la "power ballad""Sister Christian", que quedaría 24 semanas en el 5.º puesto de los Billboard Hot 100.
Así el 20 de Mayo aterrizó "Seven Wishes", el álbum que más alto llegó de toda su discografía. No aportó nada nuevo al género ni tampoco al grupo. La fórmula era la misma: guitarras sobradas de carisma "rockero" fundidas en un edulcorado toque final que daban los teclados y unas melodías adictivas que te hacían recordar una y otra vez sus estribillos. Pero fue suficiente para que se pusiera en la 10.ª posición en el Billboard y consiguiera Disco de Platino, además de lograr tres "singles" de buenísima acogida en los Hot 100.
Las guitarras de Jeff Watson y Gillis se compenetran muy bien en temas netamente "rockeros" como los acelerados "Interstate Love Affair" y "This Boy Needs to Rock", la más "bluesera" y pomposa "I Need a Woman" o la increíble apertura que es "Seven Wishes". Los nombrados "singles" fueron el medio-tiempo muy "aorero""Sentimental Street" (8.º en el Hot 100), la muy coreable "Four in the Morning" (19.ª) y esa gran balada dominada por los teclados de Fitzgerald y unas emotivas guitarras "Goodbye" (17.ª). Como curiosidad añadir que los amigos Vince Neil y Tommy Lee, de Mötley Crüe, unieron sus voces, junto a Kevin Charles y David Sykes en los coros, para otra excelsa pieza de no menos energía y calidad, "Night Machine".
El dúo de discos que fue "Midnight Madness" y "Seven Wishes" llevaron a Night Ranger a unas cotas de popularidad insuperables y los millones de copias no dejaban de sucederse. Sin embargo sería el interés por otros senderos musicales, pero la estela de popularidad de este "guarda nocturno" fue desvaneciéndose.
Aunque "Big Life" (1.987) dio buenos "singles" sólo llegó a la 28.ª posición en EE.UU.. "Man in Motion", con la salida de Fitzgerald y la entrada de Jesse Bradman, se quedó en un invisible 80.º puesto. Valga ese triunvirato de trabajos ("Dawn Patrol"/"Midnight Madness"/"Seven Wishes") para recordar a una de las mejores formaciones estadounidenses de "arena rock/AOR" de la década de los '80. Razones no faltan para afirmar algo así.