Ya comentamos una breve reseña de los pioneros Beaver and Krause en una de nuestras primeras ediciones de ésta sección. Fue el jefe de Elektra Records, Jac Holzman (padre de Adam Holzman), quién abrió las puertas de su sello a la electrónica más pura. Viendo que el boom de la revolución Moog iba a ser un hecho incontestable en un futuro muy próximo. No se equivocaba. Entre otros, fichará a Beaver and Krause para el subsello de Elektra, Nonesuch, (orientado a la clásica y a algo cercano a lo que luego se llamaría "world music").
Bernie Krause era un coleccionista de primeros instrumentos electrónicos. Mientras que Paul Beaver tenía un trastero en Los Angeles, donde almacenaba una tremenda colección de Novachords, (uno de los primeros sintetizadores, construido por Hammond en los años 30). También contaba con un Ondas Martenot, y junto a otros trastos de su propia invención, había proporcionado efectos sonoros para películas como "Creature of the Black Lagoon" o "Invasion of the Body Snatchers". También compran un primer modular Moog, pero Hollywood no está interesado en sus "frikismos". Holzman por suerte, sí.
"The Nonesuch Guide to Electronic Music" no es un álbum al uso, ni de escucha fácil. Más bien es un "clinic electrónico" demostrando las posibilidades de aquellos locos cacharros. Venía con un libreto de 16 páginas lleno de tecnicismos explicativos. Y el único "tema" propiamente dicho es el primero y "más largo", "Peace Three", con.....tres minutos de duración! El resto son 66 cortes de segundos. Un sueño para samplear y hacer barrabasadas con ellos. A pesar de su poca complacencia como álbum "easy listening", (la verdad es que no era para escuchar alegremente en familia), estuvo 26 semanas en el Billboard chart, y fue el disco mejor vendido en la historia del sello Nonesuch. Señal inequívoca de que sí había interés por esas músicas y sonidos florecientes. Desde simples oyentes en busca de nuevos campos sonoros, a estudios de grabación y músicos interesados en las posibilidades que les brindaba la tecnología futurista que se les venía encima. Ése "único tema", "Peace Three", podría haber sido hecho ayer, al no perder vigencia ni los analógicos y vetustos sonidos, ni su capacidad proto-kraut minimalista-melódica. Como más adelante demostrará el dúo en posteriores discos "de verdad". La mayoría del material sonoro se hizo con el modular Moog Series III Synthesizer. Y qué quieren que les diga, a mí me suena a gloria, aunque su inicial idea fuera como disco de demostración técnica. Su valor histórico es indiscutible, y su influencia en todo lo que vendrá después, un hecho definitivo.
Vale, escuchado hoy me recuerda a cuando testeas un sinte recién comprado. Y las horas de curiosidad-diversión-experimentación que uno invierte hasta que consigue dominar mínimamente a la bestia. Pero esto está hecho en 1966 por dos pioneros freaks demostrando a un mundo ignorante que no estaban locos. Y que lo suyo iba a tener todo el sentido del mundo, a no tardar.
Tanto ellos como el visionario Jac Holzman, estaban en lo cierto. En 2017 se editó un 50 Aniversario doble álbum de vinilo (con el libreto incluido), que imagino habrá volado a la misma velocidad que el original en su día. Historia viva de la electrónica en forma de ondas de modulación de frecuencia.
J J IGLESIAS
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