“Me entristece anunciar que el pasado 7 de noviembre de 2007 Norman Mershon, cantante y principal compositor de la banda Tycoon, y uno de mis mejores amigos durante los últimos 28 años, ha fallecido a causa de la enfermedad del hígado que padecía. Era uno de los mejores seres humanos que han camino por la Tierra. Lo echaré de menos más de lo que os podéis imaginar. Todo mi amor para su maravillosa esposa y sus hijos. Norman será profundamente recordado por siempre”. Este texto aparece firmado por Dean Sciarra en el portal Its About Music (classicmusicvault.com), más en concreto en la página dedicada al grupo neoyorquino Tycoon. Y es que desde dicha Web se ponía a la venta el elepé de la banda titulado Opportunity Knocks, el que sería tercer disco oficial de la apuesta y el que se vieron obligados a autofinanciarse en 1983 cuando el sello Arista se los quitó de encima sin demasiados miramientos. Pero retrocedamos a finales de la década de los años 70 para entender lo incomprensible, de primeras, de aquella situación.
Apenas escasos meses tras aparecer en el mercado el álbum homónimo de unos Tycoon liderados por Norman Mershon y el bajista Mark Kreider, sus componentes ya disfrutan de las mieles del éxito gracias al single “Such A Woman”, canción de la que se graba un videoclip promocional y que golpea de lleno a principios de 1979 en el Top 40. El sexteto se cierra gracias a Michael Fonfara a los teclados, Mark Rivera al saxo y las percusiones, Jon Gordon a las guitarras y sintetizadores y Richard Steinberg a la batería. El vinilo estaba producido por Robert John “Mutt” Lange, que en 1978 acaba de ocuparse de iguales labores para Savoy Brown en su Savage Return, para City Boy en su Book Early o para los Outlaws en Playin’ To Win, por citar tres de las seis más que remarcables producciones que firmó aquel año. Lange pone en contacto a Rivera con una banda para la que está trabajando, los Foreigner que en diciembre de 1980 entran a grabar en los Electric Lady Studios neoyorquinos su larga duración titulado 4. Mark pasará a colaborar con el nombrado combo desde 1981 a 1988, y posteriormente de 1991 a 1999; de igual manera será pieza clave en la banda de Billy Joel de 1982 a 2005 y de 2007 hasta la actualidad –compaginando todo esto con trabajos para decenas de grupos o artistas–.
Tycoon es un álbum con gran sabor Foreigner, aunque se mantiene perfectamente sin necesidad de comparaciones. “Slow Down Boy”, “Don’t You Cry No More”, “Don’t Worry”, “How Long” o el ya subrayado sencillo “Such A Woman” es AOR de alta calidad; “The Way That It Goes” tiene un curioso ritmo que se asemeja a un medio tempo de calypso bañado en adult oriented rock, mientras el sonido de “Too Late” parece preconizar el rock melódico de la primera mitad de los años 80. Para el siguiente Turn Out The Lights, todavía con Arista, Mershon y Kreider ya dirigen sin dudas el barco y las apariciones de parte de las antiguas filas de Tycoon (Rivera y Gordon) son meros detalles de viejas amistades, simples cameos. Después de aquello, lo anticipado al inicio de este análisis: Clive Davis, gerifalte de Arista, no renueva al conjunto y sin apenas esperarlo se ven en la calle. Según explicarían con posterioridad, a Davis, obsesionado por entonces con el estilo que traía por bandera la creciente new wave neoyorquina, le había dejado de interesar el camino por el que andaban las canciones que firmaban Norman y Mark.
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias