El compositor y teclista Jean Philippe Goude nacido en París en 1952 es un prestigioso músico dentro de la música contemporánea y avantgarde. Su andadura ha transcurrido de forma paralela tanto por la electrónica, el jazz fusión, la música de cámara y por supuesto el zeuhl por su colaboración con varios músicos de Magma.
Veis que esta banda pivotal francesa aparece constantemente en nuestra historia como eje principal de la corriente y siempre como inspiración tanto en formas musicales como actitud contraria a todo convencionalismo. Escuchar músicas complejas y enrevesadas no es del gusto de la mayoría y nos puede recorrer una sensación de pereza absoluta a la hora de enfrentarnos a una grabación. Tampoco depende a veces de la formación y de la experiencia auditiva que se tenga. De hecho, tanto veteranos oyentes como músicos aborrecen de las formas caprichosas en la música. De cada 100 melómanos probablemente uno o dos escuchará cosas complejas y desafiantes el resto irá siempre hacia su zona de confort. Eso sí, el amante de las cosas raritas es intransigente con todo lo demás que tenga una melodía o una estructura amable. Estos son los “outsiders” musicales de difícil trato. En casi todos los aspectos de la vida hay un componente psiquiátrico y alguna “perturbación en la fuerza”. La mayoría de compositores vanguardistas y contemporáneos son individuos intratables. Alguno he conocido personalmente. Si uno hace un estudio detallado de todos los compositores famosos, instrumentistas de élite o directores de orquesta dentro de los cánones de la música de alto nivel comprobará que nada en ellos es normal, salvo alguna escasa excepción a la regla. Evidentemente también hay gente humilde, equilibrada y encantadora en el mundo artístico pero la mayoría son insoportables.
Goude participó con el grupo Heldon y posteriormente con Weidorje de los que ya hablé. Su discografía es amplia, pero he elegido éste por ser el más afín al estilo que nos ocupa. Más que hablar de música progresiva su álbum “Drone” pertenecería a esa rara especie de discos de vanguardia a medio camino entre la electrónica y la música de cámara. Es un disco extraño pero a la vez agradable. Aquí tenemos de nuevo a Bernard Paganotti incluso al vetusto druida Klaus Blasquiz a las voces en tres temas. Las piezas son variadas. Desde el retorcido detalle nimio a la épica sonora en contrastes muy marcados. Muchas veces pasamos de la experimentación al jazz fusión de una pieza a otra, pero siempre en algo difícilmente clasificable en términos académicos cosa que sucede constantemente en la mayoría de trabajos que voy comentando en esta sección. Once cortas y entretenidas piezas componen este trabajo y la lista de músicos colaboradores ocupa bastante espacio. Me hace gracia la última titulada “Trio de mini moogs”. Tu escucha y decides. Como siempre.
Alberto Torró
Side A
1) Les saturnales (0:01)
2) Sicilienne (5:11)
3) Machine (6:07)
4) Drôle d'ère (10:00)
5) Coma (15:01)
Side B
1) Trépidanse (0:01)
2) Duo (3:15)
3) Dies Irae (4:24)
4) Tintinnabulum (7:50)
5) Cantilène (14:42)
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