Ya se trajo por aquí el caso flagrante de mala suerte de Necromandus. Una banda que lo tuvo todo a su favor, y que a punto estuvo de tocar el estrellato con la punta de sus dedos. Hoy traemos su particular vendetta a tan injusto destino.
Formados en 1968, como Heaven abrirán conciertos para unos tales Earth (obsérvese la afinidad de nombres). Curiosa formación que combinaba rock blues progresivo con jazz casi free, y que pronto serían conocidos en el planeta como Black Sabbath. La vida de Necromandus irá unida irremisiblemente a ellos. Tony Iommi se hace cargo de su management y les consigue un contrato en su mismo sello, nada menos que Vertigo. Es 1972 y el oscuro caballero del dedo artificial no sólo producirá "Orexis of Death", sino que tocará con ellos en algún corte de aquellas sesiones en los legendarios Morgan Studios. Barry Dunnery (guitarrista extraordinario y hermano mayor de Francis, luego conocido frontman de It Bites), Bill Branch (voz solista), Dennis McCarten (bajo) y Frank Hall (batería) están pletoricos, abriendo conciertos para Black Sabbath (como no!) o Badger (banda del ex-Yes, Tony Kaye y Brian Parrish). De hecho, la prensa los describe no sin motivos como una mezcla de Sabbath o Captain Beyond y Yes. Hard rock oscuro y progresivo del momento. Pero Barry "Baz" Dunnery abandona el barco incomprensiblemente, (una constante en su irregular carrera), y pierden el contrato con Vertigo. Ése disco maldito no será editado hasta 25 años después. Fin de trayecto para Necromandus.
Muchos vaivenes darán los restos de ése naufragio. Desde ser el primer Blizzard of Oz de Ozzy Osbourne en 1977, (obviamente sin el vocalista Bill Branch), hasta formar juntos Dunnery y Hall en Hammerhead, banda típica de la NWOBHM. A día de hoy, tan sólo Frank Hall sobrevive tras su bunker percusivo. Todos los demás se han ido al otro plano. Se diría que la leyenda negra persigue a una banda que flirteó con las artes oscuras de aquel olvidado "Orexis of Death". Pero algo queda. El hijo de Bill, John Branch, posee una voz increíblemente similar a la de su padre. Completan Dean Newton (guitarras), Banjo Cunanan (bajo) y John Marcangelo (teclados). Y en 2017 lanzan su venganza homónima conocida como "Necromandus". Épico. Me recuerda a otro caso parecido. El "Unleashed" (2007) de los legendarios Leaf Hound. Si bien ésta vuelta de Necromandus me parece todavía superior.
Como una estampida de bisontes se lanzan en "Don't Look Down Frank". Clásica que abría "Orexis of Death" con otro título. Con una ozzyesca voz, melódica y sensacional, que debe influencias evidentes pero lógicas, a sus eternos amigos, Black Sabbath. Podría ser un outtake del debut de Blizzard of Oz con toda justicia. El guitarrista se muestra imaginativo, y la banda en verdad da miedo. Son estupendos. "Aluana" es puro feel 70s y pega una solemne patada en el culo a mucho aprendiz stoner de pacotilla. Hammond de apoyo que embellece el granito y lo convierte en mármol de cripta. Dean Newton es sensacional, tengo que insistir en esto. De ésos hachas sorprendentes y en extinción, que te levantan del asiento.
Frank Hall no ha perdido forma, y en su intro de "Limpet Man" cocea como una bestia. Los Sabbath más sofisticados de "Sabotage" / "Technical Ectasy" vienen a la mente, por arreglos llenos de finura y clase. Joder qué buenos! Los teclados van tomando más parte activa. Así, en "Hymn to Her" entran de lleno en territorios proggy, algo que forma parte fundamental de los antiguos Necromandus. Lo siguen combinando como nadie con el hard rock de sombras oscuras. Como unos Purple de los últimos tiempos, con un joven Ozzy al micro. Sus cambios acústicos, vocoder (!?) y demás sorpresas los hace realmente fascinantes. "I've Been Evil" (6'23) es el tema más extenso y otro de los clásicos de la anterior etapa. Y se diría que el anterior fuera el prólogo a éste bello medio tiempo lleno de matices, que acaba reventando en hard rock clásico de factura impecable. Los sintetizadores se integran inteligentemente, y es cierto que ahora podrían ser Badger o Flash en su estructura, aunque riffs y power chords suban la temperatura al rojo. Puro Blue Oyster Cult de la mejor cosecha, te informo, fiel feligres de la infame secta demoníaca. Tormenta nocturna, campanas mortuorias, cánticos rituales y un piano que anuncia "Gargoyles Awake" con órgano de iglesia......Hammer films soundtrack perfecto. Kistch, pero convincente. Continúa como si fuera parte de un repertorio de Bram Stoker (la banda) o Brian Auger & The Trinity. Sorprendente. Inesperado. Alucinante instrumental que te deja perplejo. No tienen límites ni tabúes, éstos nuevos Necromandus. La recta final lo demuestra. "Scream" es la mezcla definitiva de classic Sabbath con actual Purple. "Borderlands" recoge los rurales Jethro Tull de "Heavy Horses". "The Warriors" es un maravilloso ejemplo de melodic NWOBHM a la Praying Mantis / Saracen / Demon.
"Hardknott", una delicia, (quizá mi favorita), entre "La Dama de Shanghai" y King Crimson del debut. Finalmente "And She Smiles", es otra maravillosa canción DISTINTA. Con Lifeson acordes, voces armonizadas, sobrenaturales teclados, guiños a Stevie Ray Vaughan, dual guitar a la Thin Lizzy y sólo incandescente que es puro Gary Moore.
No tengo palabras. El disco definitivo de Necromandus. Al fin se ha hecho justicia.
J.J. IGLESIAS
Temas
1. Don't Look Down Frank 00:00
2. Aluana 3:43
3. Limpet Man 7:07
4. Hymn to Her 10:39
5. I've Been Evil 16:17
6. Gargoyles Awake 22:41
7. Scream 27:22
8. Borderlands 30:44
9. The Warriors 34:06
10. Hardknott 38:06
11. And She Smiles 43:05
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