Éste es un álbum que tiene exactamente nueve días en el mercado (cuando escribo esto). Velocidad Crucero es el nombre elegido por el chileno Marcos Pérez de Arce para su faceta electrónica. Músico abierto a aventuras progresivas y hasta bluesisticas. Sus iniciales fundamentos desde muy joven fueron Mike Oldfield y Anthony Phillips ("1984" es uno de sus discos de cabecera). A los 14 años grabó su primer trabajo en una onda que aspiraba ser reflejo admirado de su querido "Ummagumma". Ahora, acompañado de su guitarra y teclados, que van del envoltorio virtual de Arturia, al fisico de MicroKorg, Korg MS20, Yamaha SK30, Theremin o Casiotone! , entra a formar parte de la gran familia en Cyclical Dreams. Sello argentino especializado en Berlín School y otras ramificaciones Ambient.
"Retorno a los Mares Inconclusos" es una macro-pieza en tres partes, sólo interrumpida por "El Abismo" en su segundo track. Su primera parte (18'56) entra con una sensación progresiva muy orgánica y de abrigo analógico cálido. Sinfonismo electrónico de inteligente melodía cercana al romanticismo clásico en su inicial exposición. Es música que fluye con naturalidad y acogedora calidez. Se nota que el prog es un arma muy a tener en cuenta para Marcos. Y sabe muy bien cómo fusionar ambos estilos. Sympho-tronica que puede llevar al oyente a unos Tangerine Dream de primeros 80, etapa "Tangram-Exit-White Eagle". Aunque también se permite pasajes experimentales de tratamiento delicado y muy sutil. Nunca rompiendo la conexión con la estructura global de la pieza. Por el minuto 15", tenemos una original secuenciación rítmica que enlaza de nuevo con la melodía. Algo inherente en el estilo de Velocidad Crucero. Me parecen fantásticas sus dotes a éste respecto.
El armazón de "El Abismo" (5'53) me recuerda a formas electrónicas de unos Genesis en "Duke" o "Abacab", llevado a los planteamientos de VC. De nuevo no sabemos si esto es sympho-prog o electrónica de bello calado romántico. Me recuerda a los trabajos del norteamericano Chris Fournier con Fonya, en los años 90. Retomamos el "Retorno a los Mares Inconclusos" en su segunda parte (13'06), con un comienzo muy al modo de Jon & Vangelis en "Private Collection". Para seguir en "planantes" capas casi schulzianas que elevan el misticismo de la pieza ahora, hacia derroteros berlineses estupendos. De amplia secuenciación e ilimitada repetición metamórfica, (rocas que han sufrido algún ajuste estructural), justo como en éste pasaje final.
Entramos en "la tercera fase", con la última parte (19'33). De atractivo moldeo old-school a la TD Virgin Years, Tim Blake o el noruego Bjorn Lynne. Casi un homenaje a Edgar Froese en policromia de efecto textural, que evoca inmensas planicies heladas del Ártico, (sorry, Filomena acaba de pasar y me influye!). En sus últimos diez minutos vuelve a un exquisito progresivo casi mainstream, que en manos de Alan Parsons o Jean-Michel Jarre terminaría vendiendo miles de copias. Pero es Velocidad Crucero desde Chile, y la cosa cambia, aunque no debería.
Un extraordinario trabajo que demuestra no necesitar de un estudio de sonido NASA-style, ni de funciones analíticas holomorfas de matemática compleja. Se puede hacer excelente música electrónica con una base de sencilla naturalidad. Buen gusto e ingenio ayudan, y de eso Velocidad Crucero va sobrado.
J.J. IGLESIAS