Terminamos nuestra trilogía Dungeon Synth. Aunque existen muchos más nombres dignos de investigar, y animo a ello. Y acabamos con el enigmático Moribond, sintetista canadiense procedente de Quebec, bajo su seudónimo Oublieth. Sus cassettes se las quitan de las manos. Al parecer, ésta corriente musical recupera ése viejo "hábito" de ser coleccionada en ése formato. Otro detalle que la conecta con el underground metal de los 80, que es seguramente lo que buscan. Sin saber que, efectivamente, la cassette también fue el medio más popular para el under electrónico de primeros 80. Que se lo digan a Conrad Schintzler, Rudiger Lorenz y diez millones más.
Tan sólo 200 copias se pusieron a la venta en éste formato. 300 en cd. "Mornelance" es el segundo álbum que edita desde su debut "Flamme Ancestrale" (2017). Habiendo de por medio el tema "Par-Dela la Foret des Esprits Egares" (2020), editado sólo en cassette de 111 copias. Oublieth ya lleva sus diez años largos de existencia, pero se toma con calma sus lanzamientos. Éste último muestra su propensión a la majestuosidad teclística, al soundtrack vangelisiano y al sonido live-in-the-studio que lo hace sonar así de retro y natural. Cuanto más avanza el futuro, más se constata lo que ya se profetizò hace décadas. Pienso en todo eso mientras escucho la magnífica "A L'Orée Du Royaume", pieza que en "Juego de Tronos" sonaría perfecta. También en un disco de Michel Magne, Françoise Breant o Patrick Vian, esto es, factoría EGG de finales 70, de habla francófona. Aunque la palabra poco tenga que decir aquí.
"Prés Des Braises Mourantes" plasma brumoso romanticismo, desde pautas que no escapan al old kosmische. Impresiones cinemáticas para alimentar la fantasía, en tiempos necesarios para el escapismo mental como forma de salvación saludable. Fotografías sonoras en sepia como "Le Cháteau Oublie", donde los restos de vida pasada crean otra dimensión espectral distinta a éste plano. Siempre hay vida, tras su desaparición. Siempre hay nuevas músicas, tras las anteriores. Iguales pero distintas. Al final, "the song remains the same", pero con matices. Sentimiento de un pasado remoto, acaso esplendoroso, que permanece de algún modo. Lo que sobrevive al tiempo. La decrépita elegancia de las ruinas.
Lejanas campanas tocan a difunto bajo una sobrecogedora tormenta, y "Mornelance" (7'00) se adentra en misterios sonoros, ambientes de enigma que retratara como nadie Edgar Froese. Oublieth reconstruye su legado con sincero propósito de no perder ese modo de dibujo electrónico. Poético, absolutamente romántico, oscuro y a la vez lleno de belleza. Una pequeña obra maestra, ésta mini-sinfonía lírica que evoca e invoca a grandes nombres de la escena alemana, desde un sinfonismo impresionista elegante y ensoñador. Sin pausas, "Lac Hivernal" continúa el viaje astral hacia tiempos remotos. Con tangible identificación kosmische y recuerdos para Robert Schroeder, Michael Hoenig o el propio Klaus Schulze. Todo finaliza con "Retour Au Donjon" en percepción llena de misterio y opaca ambientación . Sin perder melodías de ingeniosa simplicidad, siempre en busca de la belleza desde la tristeza de una imaginaria pavana. Música perfecta para el walkman de Goethe.
J.J.IGLESIAS
