Dos seudónimos de dos canadienses sintetistas con carreras separadas, que se unieron en 2013 para homenajear a escritores pioneros de la fantasía científica, en los primeros días del siglo XX.
Por una parte Anthony Paul Kerby (The Circular Ruins). Por otra Thomas Park (Mystified). Armados con sintetizadores reales y ficticios, samples y grabaciones de campo, ponen en marcha su proyecto conjunto único. Se trata de ambientar (nunca mejor dicho), literatura muy avanzada para la época en que se escribió. Que inspire escenas y situaciones salidas de la mente de un Julio Verne, H. G. Wells o Edgar Rice Burroughs.
Y en "Twenty Thousand Leagues" (13'08) las brumas del misterio drónico se convierten en arte. Como en un comic steampunk musicado a base de estudiados sonidos, filtros reprocesados e intangibles melodías siderales que ofrecen al oyente la oportunidad de fantasear, sin la tiranía de una historia escrita. Densidades kosmische old school para un dark wave ambient intenso, melancólico, simbolizando otro tiempo. Sin pausas, se entrelaza con "The World Beneath" (12'46), en una experimentación tonal que crea la propia melodía. Bella fantasmagoría de etéreas líneas místicas, que conforman un espectro ciber-electroacústico alejado de éste plano. Un cruce entre el primer Florian Fricke y el segundo Brian Eno. La ensoñación casi naif e inocente choca con su oscura tensión retro. Julio Verne con Morton Subotnick. Isaac Asimov con Luciano Berio. Tiene su lógica. Captas la idea? Ellos sí. Y la ofrecen en todo su comedido esplendor con "Forbidden Planet" (4'53), sombras indeterminadas, quizá un homenaje a Louis and Bebe Barron, de profesión pioneros electrónicos.
"Mysterious Island" (10'24) es como un inmenso hojaldre de síntesis lleno de capas, todas con sabores distintos, pero que crean un hermoso pastel ambient. Vuelvo a recordar al Eno más investigador de los 70, aunque su resultado casi suene cameristico. Como es norma, la línea sonora continuadora nos lleva a "Beyond the Farthest Star" (9'26), en una abstracción cósmica pura. Casi te sientes flotando en la inmensidad del espacio. Su parte final guarda estrategia similar a Cluster o Roedelius family. Y excita neuronas con intensidad. Cierra este Viaje Fantástico la final "The Voyage Home" (9'10), adornando su retro-homenaje con esencias del Vangelis early 70s de "Earth" o "L'apocalypse des Animaux". También retomando referencias kosmische claras. Y conformando un álbum sin sobresaltos, pero de escucha interior cálida, cuando no entusiasmante.
El sello Cold Spring acaba de reeditarlo con el bonus track "Centre of the Earth" (10'18). Otra golosina para endulzar una sesión realmente inspirada.
J.J. IGLESIAS