Una de ésas bandas británicas que me sorprendieron cuando aparecieron por su rotundo corte (de mangas) con la realidad progresiva del momento. Lo suyo era como una hibernación desde 1973, dentro de un círculo intelectual progresivo casi canterburyano. Y además fue desde un sello tan corrosivo como Rise Above!! Brighton fue su base de operaciones y lanzadera al mundo. De donde saldrían en 2006, para editar un magnífico debut homónimo en 2008. El tremendo "The Second Mechanism" sería el siguiente en 2012. Un silencio inesperado caería sobre ellos entre 2013 y 2018. Para reaparecer en 2019 con "Arc". Existe un "Live in Leeds" (2012), para redondear lo que ahora completa "4".
Increíble en éstos tiempos, pero es la misma formación original: David Wileman (guitarras), Alex Crispin (órgano, e piano, voz y producción), Ross Hossack (sintetizador), Nicholas Whittaker (saxos, voz), Daniel Pomlett (bajo) y Luke Foster (batería, percusión). Sexteto que navega en un setentero y "set - entero" progresivo alejado de mierdas artificiales. No suenan retros, suenan reales. Me los creo absolutamente. Categórica afirmación, aventurada también, pero cuando se lleva tanto escuchado, se desarrolla un sexto sentido. Y si, "en ocasiones veo/oigo muertos". Y zombies. Pero también combos auténticos que lo único que pretenden, es hacer la música que les gusta. Ésa que tienen en su casa y coleccionan. Al margen de tendencias plastificadas de revistas de colorines. Diagonal nunca olvida aquí un elemento psicodélico fundamental.
Así en "Amon" (8'23) es como si escucháramos a Pete Brown & Piblokto! con Jack Bruce a la voz solista (tampoco hubiera sido demasiado difícil en la realidad). Increíblemente sincero y convincente. Huele a disco de la Harvest o Vertigo a km de distancia. Todo instrumento al servicio de la canción. Sin perder protagonismo ninguno. Algo total.
"Chroma" (4'47) tiene ése sentimiento underground que calaba con psych, jazz, early prog y toneladas de materia gris. Al estilo de IF, Nucleus, Khan, Jonesy, Colosseum o Egg. Con una rítmica cuasi-funk comienza "Spinning Array" (5'05), sin embargo, posee simbología mística cercana a Quintessence sin tanto rasgo oriental. Añade al combinado a Mighty Baby y East of Edén. Lo mismo, sin bajar la guardia, nos trae "Stellate" (6'29), agregando un punto space rock al condimento, y un empuje a lo Alan Bown, Raw Material o Steel Mill. Existe contaminación ritualistica espacial extraída de atentas enseñanzas de Dave Brock y Nik Turner. Evidentemente, queda "niquelao". La final "Totem" (11'47) respira hipnotismo kraut y flotación floydiana, siempre con unas voces agradables envueltas en esencias de patchouli e incienso. Es un bello y emotivo tema in crescendo, con guitarra subiendo a las alturas al estilo del levitador de pescados, Steve Hillage. Acid-test a la old Notting Hill que puede dejar estupefacto al lector incrédulo que no se fíe mucho de mi proclama, de todo punto entusiasmante.
Éste es el verdadero underground british prog que debería defenderse desde Bretxitlandia. Así sí que me los tomaría en serio!
J.J. IGLESIAS