A veces se nos olvida la carrera del padre de Asha, el camino que ha arado con mano firme y cuerdas excelsas el músico Kike G. Caamaño. Ahí estaban su First & Second Journey Through Time & Space para recordarnos que desde finales de los años 80 este impecable intérprete ha grabado algunas de las canciones más originales y brillantes que ha dado el rock duro de nuestro país. Algo que, atendiendo a esta grabación que ahora analizo, parecía querer seguir haciendo en 2014.
Hard rock sorpresivo, apabullante, es lo que golpea al oyente a lo largo del primer corte de Emotional Intelligence; un “Dogwalker” que no es rara avis en el elepé, ya que el siguiente “The Last Letter” se mantiene en esa pertinaz manera de querer hacer que tu corazón se mueva cual bola de pinball por dentro de tu carcasa de huesos, todo gracias a unos tempos acelerados a la par que cambiantes, siempre mutando. En estos primeros lances del álbum, el single “She Did Something New” es lo más tranquilo que parece que pueda ponerse Kike –que ya es decir, pues hablamos de un corte rockero de una agresividad incuestionable–. Y en este esperar lo inesperado sigue un disco compacto en el que Caamaño ha grabado todos los instrumentos, mientras Jacob A. Poulsen se doctora con honores como vocalista de recursos y perfecto compañero del multiinstrumentista.
Emotional Intelligence entretiene tanto como un trabajo de Mattias “IA” Eklundh, al igual que emociona de similar manera por su ejercicio de vanguardia, de eliminar ataduras sin sentido, mostrando un hard rock metalizado virtuoso pero sin escatimar en sentimiento. Kike lo ha vuelto a hacer, y desde aquí le aplaudo por ello.
por Sergio Guillén
sguillenbarrantes.wordpress.com