Son muchas las veces, incontables quizá, las que he venido recordando a Roger Trigaux desde el año 2006 hasta la "Present" madrugada. Un nombre que no ha vuelto a tener presencia en las letales y mugrientas redes suciales desde el pasado dieciséis de Marzo, cuando Cuneiform Records comunicaba en las mismas su fallecimiento.
La última vez que vi y disfrute de Roger tanto en lo personal como en lo artístico fue el Sábado 8 de Abril del año 2006 en Gouveia (Portugal). Su banda compartía cartel en el festival de músicas avanzadas y de vanguardia que acogía esta localidad lusa, con formaciones como los franceses Taal, el maniquí de Detroit Matthew Parmenter y un gentleman donde los haya de la Bretaña más noble y avanzada como Sir Peter Hammill en la primera jornada de la edición correspondiente al citado año.
Trigaux ha sido y es un hombre de espalda tridimensional, en la que se han depositado numerosas recargas previsibles e insospechadas a modo de estampa a lo largo de su inmersión en la creación de sinfonías de refinada Cámara, perfectamente visibles en la oscura melodía progresista.
Minutos antes de su despliegue de potencia dirigido a la reconquista de la conmoción, Trigaux y sus compañeros de travesía musical, probaron sonido durante siete escasos minutos que por mis santos profiteroles no quise perderme. Así que desde las puertas de acceso al recinto, sorteando butacas y eludiendo pasillos movedizos, me acople con estos músicos para ver a escasos metros de los mismos su equipo, inhalar su aroma eléctrico y para darle la mano a Trigaux, y ayudarle a subir al escenario, y no es que Luis Arnaldo ejerciera de el Mesías de la caridad para adornar farolillos "fadistas" entre coles de Bruselas, sino que Trigaux físicamente avanzaba por desgracia en deterioro.
Una vez subidos sobre las tablas del escenario del teatro de Gouveia, Trigaux me lanzo un humilde y grato; Mercy mon ami. Realmente, no tenía nada que agradecerme porque mi mano izquierda no buscaba pretextos para cazar elogios, simplemente uno no sube todos los días a un escenario con maestros de este calibre humano y artístico. Y ni el, ni sus compañeros me pusieron impedimento a la hora de fisgar sus herramientas de labor, ni de husmear en su sonido, cuando me posicione a escasos metros del combo al completo.
Antes y después de la sublime actuación de los Belgas, ciertos satélites del "gorrón y cuenta nueva" acosaron en acto de "juris-imprudencia" a Present, en especial a Trigaux, aunque este músico siempre ha sido un experto en capear dentro de su cultura a ciertos especímenes de política "socio-cojonera". Su nivel de tolerancia excedía límites insospechados y entre pequeños colectivos de amigos de hora y media, a pesar de las inevitables infiltraciones de violeteras del ego y cara erecta, saber estar donde nadie quiere que estés, es otro arte muy poco reconocido.
Aquel 8 de Abril, Roger Trigaux ya estaba jodido, pero mucho menos que el setenta por cierto de la psoriasis que le acorralada para... Posteriormente cuestionar a su propio hijo tras la conclusión del concierto, alegando absurdeces más graves y repulsivas que una postal de Jorge Javier Vázquez o Julián Ruíz en cueros.
Aquel día, puede haber entrevistado a Trigaux o a cualquier miembro de Present, pero no era un procedimiento correcto y opté por dar lugar al espacio para que el oxígeno llegase a la banda.
Pero también, aquel día, percibí la afinidad en todo su contexto con Roger Trigaux, una persona que a pesar de haber fallecido hace unos meses, se ha ido mucho más sano moralmente que el noventa y ocho por ciento de cuantos mediocres habitamos en esta dimensión, a la que día a día nutrimos con burdo surrealismo irreverente.
La siembra de hipnosis oscura se debe a lo largo de toda su existencia a permanecer en la oposición, y ahora más que nunca, a actuar como insecticida ante minúsculos colectivos de zángana carroña permanente en el 24-7 dibujada en el óleo del día a día. Si el Rock se desvincula por completo de su acuñado anclaje al & Roll, por extensión mínimal podrá llegar a filtrarse la comprensión unánime. La oscuridad es demasiado permisiva con la luz cegadora y ni aún así se logra ver más allá de latifundios de redundantes arenas movedizas.
Trigaux entre varios maestros más, aún está muy vivo, son otros muertos, los que aún están en vida... Quienes agonizan sin ser conscientes de que están francamente jodidos... Y aún así, tras haberse atrevido a nacer siguen buscando el sol.
Solo me queda darle un día más las gracias a este revolucionario de la vanguardia musical el legado de la cada vez menos respetada formula de diálogo del Ma Non Troppo.
La segunda etapa de la edición del Festival de Gouveia de aquel año 2006 perteneciente al Domingo 9 de Abril, la resolvieron generosamente las bandas Anekdoten desde Suecia, los finlandeses Alamaailman Vasarat y los alemanes Amon Düül II.
Luis Arnaldo Álvarez (Baterista y Locutor profesional independiente)