Creo que es la primera vez desde que comenzamos ésta sección en que traigo un bootleg al mismo. Su sonido y valía histórica bien lo merecen.
1973 fue un año clave en la carrera de Ash Ra Tempel. Tras tres álbumes entre el 71 y finales del 72, editarian en 1973 nada menos que dos discos: "Join Inn" y "Starring Rosi". El núcleo principal había permanecido. Manuel Gottsching en la guitarra, Klaus Schulze en batería (algún teclado en estudio) y Harmut Enke al bajo. La novia de Gottsching, Rosie Muller, colaboraba a la voz recitando puntualmente. Pero Enke, muy metido en las filosofías delirantes de Timothy Leary, (el cual había participado en el álbum "Seven Up" del 72), se había vuelto errático e imprevisible. Dejaba de tocar en plena jam en directo, alegando que era todo demasiado maravilloso como para poder tocar. Obviamente las droguicas habían hecho efecto. Ésta grabación es de las últimas apariciones con él en la banda. Por otra parte, Schulze abandonaría el barco a finales de año para seguir en solitario. Fue también el año de los famosos Cosmic Jokers. Jams endiabladas y envenenadas por todo tipo de sustancias. Tanto Gottsching como Schulze estuvieron envueltos en ellas. Ya en el 74, Manuel presentaría su "Inventions for Electric Guitar" a su nombre, aunque en pequeño aún se leía en portada "Ash Ra Tempel VI". Y hasta 1976 no volvería, ya con el nuevo nombre de Ashra.
Así pues, ésta magnífica grabación de excelente sonido, se compone tan sólo de dos largas jams. "Ooze Away" (28'30) y "Dedié A Hartmut" (40'00), - quizá en homenaje al compañero que pronto iban a despachar! -. Auténtico trance psicodélico teutón de evolutiva hipnosis y donde la guitarra nos conduce por diversos parajes laberinticos de ácida naturaleza auditiva. A veces no alejados de los desfases de sus primos de San Francisco. Schulze lo hace muy bien a las percusiones, era un batería que mantenía ritmos y tensión hasta el infinito. Un verdadero "secuenciador humano". Muy compenetrado con el resto a la hora de solucionar situaciones imprevisibles, propias de una constante búsqueda improvisativa. Hartmut Enke ponía un toque jazzy al bajo, que ejercía de lubricante entre instrumentos a tan mastodónticas sesiones. Espeluznantes intervenciones de cuatro cuerdas muy en la onda de Jack Bruce o Felix Pappalardi. Junto a los devaneos de wah wah, muestran un lado muy sólido y rockero, en un lógico contexto psych-kraut de por momentos, connotaciones floydianas. Una sesión psico-activa de kraut expansivo para sentarte cómodamente y dejarse llevar por éstas leyendas de la auto-hipnosis.
Un formidable e histórico bootleg. Documento necesario.
J.J. IGLESIAS