Hay cosas que todavía hoy se escapan a mi entendimiento. No es racional, por ejemplo, que teniendo en marcha y engrasado un grupo puntal como Seventh Key, sus fundadores lo dejasen remojando en agua tibia durante casi diez años. Y es que Billy Greer y Mike Slamer lograron en 2004 lo casi imposible en el nuevo milenio: editar un álbum resplandeciente, un The Raging Fire lleno de momentos únicos y canciones irresistibles. Pero después de aquel segundo elepé, ¿qué fue de ellos? Sí, al año siguiente aterriza en las tiendas su directo Live In Atlanta, pero no se volvió a saber más de Seventh Key hasta 2013.
Bien es cierto que tanto Greer como Slamer son músicos muy ocupados, pero escuchando lo que contiene este I Will Survive uno se percata de que en 2014 ya deberían de andar por su sexto o séptimo disco de estudio, y no por el tercero. Ya solamente con adentrarse en la pieza homónima de este álbum, el oyente se da cuenta de algo transparente, cristalino: está ante una canción de art rock atemporal. Y esa cualidad es una de las más subrayables de este disco compacto, pues aunque el rock melódico sigue encandilando al tándem creativo, sus ganas de experimentar no le detienen en departamentos estancos. Digamos que estos instrumentistas funcionan bajo una etiqueta que podríamos llamar art adult oriented rock.
Recuerdos al preciosismo de Kansas (“Sea Of Dreams”), a los Journey netamente melódicos –ese estribillo de “Time And Time Again”– o a las estructuras de Steelhouse Lane (“It’s Just A State Of Mind”); en fin, que se nota de qué casa viene cada uno y, por supuesto, que son antiguos camaradas con horas y horas compartidas en escenarios y estudios. Seventh Key tardaron en su regreso pero fue para bien. I Will Survive no decepciona en ninguno de sus once cortes. Lástima que volviesen a desaparecer.
por Sergio Guillén
sguillenbarrantes.wordpress.com