El segundo álbum en solitario de Phil Lynott es un canto triste y decadente. Una oda a un final anunciado. Algo presagiaba el de Eire, y lo plasmó con la elegancia, sarcasmo, romanticismo y bohemia propia de un poeta del siglo XIX.
Es un disco ecléctico, que toma pop, baladas, funk, synth rock, cuasi AOR y los convierte en tristes cantos de fatalidad. Porque hasta las alegres suenan agridulces aquí. Y eso les da su magia. "Fatalistic Attitude" por ejemplo, en su apertura. Conviene no perderse sus cremosos textos. Darren Wharton es el segundo protagonista de éste álbum. Con gran predominio teclistico orientado a otros aires, comerciales puede, pero exquisitos. "The Man's Fool" podría ser una Thin Lizzy song, pero la "deconstruye" en funk modo para pub de sábado noche 80s. Rusty Egan y Jimmy Bain al ritmo, al lorito. Más perlas grises y tristonas, como "Old Town", una belleza AOR inesperada. Puro corazón. La selección de músicos es un "amiguetes entertainment", reflejo de la intensa vida social nocturna de Lynott.
"Cathleen (A Beautiful Irish Girl)" es una cucada nostálgica, un fuerte compositivo de nuestro hombre. Con la armónica de Huey Lewis sonando a la Stevie Wonder, y Mark Nauseef (Ian Gillan Band) en la percusión. Otra de domingo, la vida misma hecha reflexión en "Growing Up", con el fino toque al saxo de Mel Collins. De pronto el Lynott se nos pone hombreras y se marca una a la Ultravox con Midge Ure, en la electrónica "Yellow Pearl". Synth pop con el inconfundible buen gusto de un genio (y no hablo de Ure).
Le coge el tranquillo al invento y repite en la segunda cara con "Together", en la misma onda. Pero suena a Lynott. Perdón absoluto. Al menos el mío. Prodigio arreglistico hi- tech(no) para escuchar con detalle y sin prejuicios. En "Little Bit of Water" está pidiendo a gritos ser escuchado como un ser humano y no una rock star...la redención? Bobby C. Benberg, batería de Supertramp, hace una impresionante labor rítmica. Scott Gorham al bajo. El jefe a la guitarra y voz, además del omnipresente Wharton. Toma Thin Lizzy bizarre. Pero para eso, en "Ode To Liberty - Protest Song" : Brian Downey / Phil Lynott / Darren Wharton y .....Mark Knopfler. Thin Straits. Delicada y apropiada. De domingo total. Como "Gino". Como "Don't Talk About Me Baby". En otra que a poco empeño, es de Thin Lizzy, con su misma descarnada fuerza romántica. Todo el album parece un adiós. Pero aún le quedarían fuerzas y cojones para editar el disco más metal de su carrera, "Tbunder and Lightning". Eso es coraje.
"The Philip Lynott Álbum" ha ganado con los años. Sus "acercamientos modernos" de aquel presente, se ven hoy como un entrañable álbum de fotos, no visto hace muchos años. Luego está su lluviosa voz y su romanticismo a flor de piel, que nos sigue derritiendo. Porque Lynott es invencible. Hasta en domingo.
J.J. IGLESIAS