En 1997 se volvían a reunir en The Dance los Fleetwood Mac, una de las bandas más curiosas y originales que parió la década de los 60. Puede que al lector no le cuadre la doble afirmación ya que, no sólo sus canciones rompieron con las listas en plenos años 80, ya que también se había mantenido unida la agrupación hasta dos años antes del nombrado directo, pues en 1995 salía al mercado “Time”. Por esta razón tendré que exponer todos mis argumentos pues Fleetwood Mac, además de tener tres etapas bastante bien diferenciadas (los años con Peter Green, los elepés junto a Bob Welch y los editados tras la contratación del tándem Stevie Nicks/Lindsey Buckingham), no se concentraba en un larga duración de estudio su formación más destacada de su faceta melódica desde 1987 (Mick, John, Christine, Lindsey y Stevie), año en el que sacan Tango In The Night.
En 2003, y perdiendo para esta segunda juventud a Christine McVie, el cuarteto volvía para rejuvenecer su nombre y seguir añadiendo más capítulos a su legado. ¿Apuros económicos? No sabría deciros pero, qué más da... El escuchar una composición de estos docentes en crear crema sonora siempre es un placer. Con esto quiero dejar claro que aquel nuevo material que era Say You Will tiene tanto peso y fuerza que se mantiene solo sin problemas, sin tener por ello que poner sobre las mesa viejos logos y clásicos intemporales. Los Fleetwood Mac se negaban a mirar atrás de una manera oportunista, así que aquí no encontraréis cortes ya conocidos con un lavado de cara a la altura de las circunstancias y modas. La única canción que sonará al seguidor del conjunto es su “Bleed To Love Her”, pieza que presentaron en su directo The Dance y que ya avisaban de la novedad, por eso es lógico que encuentre un sitio en la grabación en estudio. Además, presentando dieciocho temas recién salidos del horno, no creo que estén necesitados de buscar en el baúl de los recuerdos.
Hace casi ya veinte años que salía a la luz el muy esperado entonces Say You Will demostrando, como no podía ser de otra manera, que la lucha con el tiempo no había podido con ellos. Aquí se recogen todas las influencias que la banda ha tenido a lo largo de su carrera –o por lo menos desde su etapa de transición con Welch para adelante–: guiños acústicos, besos melódicos y hasta con tintes AORianos, pop sin fisuras, coros embriagadores pero nada empalagosos. Estamos, en definitiva, ante uno de los grandes momentos musicales de aquel 2003.
por Sergio Guillén
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