Bajo el prensaje privado de AAR, distribuido por Bellaphon Records (unos clásicos), se encontraba el único (y rarísimo) álbum de Jonathan. Dúo formado por Helmut Grab (teclados y futuro componente de los new age, Friedemann Witecka). Y Peter Garattoni (batería, dicen que ex-Eulenspygel, aunque nunca aparece en biografías. ...). También fue futuro percusionista de la banda heavy metal, Veto.
El estilo de Jonathan mezclaba muy bien la electrónica conseguida principalmente a base de MiniMoogs, Roland, Rhodes y Solina, con sympho-rock de orgánicos ritmos percusivos.
En "Deep Song" (5'48) ya se aprecia ése melodioso modelaje electrónico no exento de parecidos estilísticos con Pythagoras, Dream World o Schicke, Führs & Fröhling. Quizá también Tim Blake, Gong o unos más cibernéticos Eloy.
En "Living Desert" (3'47) les ayudaba Uli Būhl al Roland, en una cinemática impresión instrumental (como todo el álbum), llena de misteriosas sugerencias sobre leyendas nativas (o así me lo parece). Mientras que su segunda parte toma como referencia-influencia algo de ELP.
Otro invitado es el bajo de Emil Wirth en "Spirit Train" (4'13), que con una definida sección de ritmo funk, se acercan a los RTF de "No Mystery" o los finales Wallenstein. Otra bonita tonada es resuelta en "Rivering" (2'51), donde los platos son cómplices del bello entretejido teclistico. Sencillo pero efectivo, a veces es más que suficiente. Damos la vuelta y "Earth Dawn" (5'15) presenta Space rock muy en la línea schulziana del "Moondawn", donde el batería Harald Grosskopf tenía parte importante. Vuelve el grand piano del invitado Uli Bühl, convirtiéndose en uno de los highlights del disco. Lástima de faders aguafiestas......La más extensa es "Thunder Time" (8'19), que tras una ruidosa intro a base de truenos, transcurre majestuosa, casi en línea Triumvirat, en una curiosa simbiosis con el primer Kitaro. Muy pendientes de que melodía y ritmo construyan una apreciada composición. La final "Use Less" (4'13) vuelve a incursionar en el jazz Space rock, con gozada garantizada de solistas teclados y espectaculares ritmos. Y eso que empieza y termina como una saeta de Semana Santa!
Jonathan se marcaron un muy buen disco de su tiempo, altamente disfrutable. Y no muy fácil de localizar. Mi copia es un cd de 1993 (L+H Records), e ignoro si han existido nuevas reediciones. No lo descarto, porque merece realmente la pena.
J.J. IGLESIAS