De las cenizas de la jazz rock brass band Dada (con un álbum para Atco en 1970), saldrían Vinegar Joe. Concretamente Elkie Brooks y Robert Palmer (voces) y Peter Gage (guitarra, pedal steel, piano). Entre el 72 y 73 graban tres joyas que combinaban rhythm'n'blues, rock soul, prog y southern rock. De hecho, en las originales hojas de prensa decían que eran la respuesta del sello Island, a Allman Brothers y Wet Willie. Más cerca de los segundos en mi opinión, si que llegaron a niveles de calidad similares. Tanto en "Vinegar Joe" (72), "Rock'n'Roll Gypsies" (72) y "Six Star General" (73), la banda era una gozada, donde sus directos arrasaban escenarios.
Por sus filas pasaron al comienzo Jim Mullen, Keef Hartley, Conrad Isadore, John Hawken, Tim Hinkley o la sección de viento de Average White Band, Roger Ball y Malcolm Duncan. Pero para éste último intento completaban Pete Gavin y John Woods (baterías), Mike Deacon (teclados, órgano) y Steve York (bajo, armónica).
"Proud to be (A Honky Woman)" no puede evitar comparaciones con Ruby Starr & Grey Ghost, por idéntico feel sureño y r'n'b. Elkie Brooks era otra fiera a éste lado del charco, secundada por una banda inigualable. Que gustaban de slide guitar a pleno pulmón southern. El funk negroide de Wet Willie también sale a relucir en "Food for Thought". Con ése característico modo de conducir la canción con voz hombre-mujer. Tanto Palmer como Brooks triunfarian luego en solitario, y he aquí la respuesta de porqué. El Moog se encarga de "discothequerizar" el tema, y suena a día de hoy, de pelotas. Piano honky y más sutilezas propias de Delaney & Bonnie encontramos en "Dream my own Dreams". Podrían ser los referidos perfectamente. Aquí la niebla londinense poco afectaba a la soleada vibración sonora de los Vinegar.
Más West Coast se ve "Lady of the Rain", que me lleva a María Muldaur, Minnie Riperton (ésa armónica a la Stevie Wonder....) o Linda Ronstadt. Ídem con "Stay True to Yourself" en un magnífico juego a dos voces y la estratosférica potencia de la Brooks. Más alegrías en la segunda cara. "Black Smoke Rising from the Calumet" y su jazzy carga emocional, muy Joni Mitchell, con un piano eléctrico a la Manzarek. "Giving Yourself Away" anticipando lo que hará Whitesnake díez años después.
"Talkin''Bout my Baby", escrita por Andy Fraser y con toda la marca Free, para un Robert Palmer que no envidia a Paul Rodgers. Otra que Coverdale hubiera acogido con todo su amor, "Let me Down Easy". Magistral hard rock soul de desbocada voz femenina y grasienta instrumentación rock. Y "Fine Thing", con stoniana chulería que se contonea con total y desvergonzada actitud.
Lo de Vinegar Joe fue demasiado y demasiado rápido. Apenas tuvieron tiempo de dejarlo reposar. Pero se merecieron ésas seis estrellas del título.
J.J. IGLESIAS