"Profesora enseña el Chamberlin......Y resulta que era un instrumento!". Buena intro éste viejo chiste para lo que hoy nos depara ésta sección. Hemos tenido reseñas dedicadas a modulares, moogs, theremines, mellotrones o en nuestra última entrada, sobre el monstruoso Yamaha GX1. Hoy nos centraremos pues, en el Chamberlin.....con el disco de un bajista! Harry Chamberlin diseñó éste vetusto y claro precursor del Mellotron entre 1949 y 1956. Los últimos modelos fueron fabricados entre 1970 y 1981. Su sonido y formas de manejo eran similares al famoso "mello", quizá con una sonoridad más aguda.
Neil Merryweather (Robert Neilson Lillie) nació en Canadá y tuvo una fuerte actividad musical desde los 60. Entre otras muchas bandas, estuvo con Ronnie Hawkins and the Hawks, la Full Tilt Boogie Band de Janis Joplin o una última edición de The Band. Tocó en jams con Steve Miller, Dave Mason o Barry Goldberg (juntos en Ivar Reunion Avenue). Le dijo no a Stephen Stills como bajista de CSN&Y. Formó tremendos combos como Mama Lion, Heavy Cruiser o éstos Space Rangers de 1974. Ése mismo año le compran el dichoso Chamberlin a Sonny & Cher, (al final, la profe del chiste era ella!). Y se convierte por derecho en el sonido de la banda! Un tal Edgemont se encarga de darle uso y abuso, junto a otros sintetizadores en segundo plano. Michael "Jeep" Willis (guitarra) y Timmy McGovern (batería) completan junto al boss, Neil Merryweather (bajo, voz solista, guitarra, producción y dirección del asunto).
"Hollywood Blvd" comienza ésta juerga chamberlina entre sonidos urbanos de gran ciudad, ácida electricidad guitarrera y una inquietante narrativa rockera, entre amenazadora e inocente, tan de la Alice Cooper Band en sus comienzos. Ni que decir que el festín del viejo trasto - mesilla de noche, suena maravilloso. Es pura gula para los key-adictos. Incluyendo curiosos efectos de voces. Y qué decir de la intro en "Step in the Right Direction"......Puro Crimson/BJH, no lejos del Downer rock británico, con su dominio total del fondo (y la forma) del tema. A pesar de provenir de la acid rock music de San Francisco, Merryweather ha visto que el prog domina el momento. Y se amolda perfectamente. Hay otro ingradiente vital en su marca : el Bowie de "Ziggy Stardust", qué perro! En pocas listas prog USA 70s he visto yo a éste grupo. Error tremendo. Acústicas con efectos floydianos (y un bajo total a la Waters), nos traen una curiosa adaptación del "Eight Miles High" de The Byrds. Una absoluta reconversión psych/prog extraordinaria. Con guitarra a la Hawkwind y bajo Floyd en total armonía.
Chamberlin Power de nuevo para "King of Mars". Su misterioso sonido es el 50% de la banda. Y el grupo está con la musa detrás de la oreja permanentemente. Se salen. Imagina VDGG-Bowie con el ataque mellotrónico de Spring, ahí, a saco. Es una sobrada colosal! Un desproporcionado te-ma-zo que se une a "Neon Man", con un guitar-solo final a la Rick Derringer, que no hace prisioneros. Pati-difuso fin de cara.
Casi en Parliament Space funk modo se abre la B, con un irreconocible "Sunshine Superman" de Donovan, más cerca de los Deep Purple de "Stormbringer"!!! Ensalada de moogs y cósmica hard para "Road to Hades", donde el Chamberlino lo invade todo con un manto de enigma sci-fi retro, tal que así como la portada (de total acierto). Con el robot quema-iglesias de la contraportada! Yo creo que, efectivamente, los Purple estaban más que en mente en temas como "High Altitude Hide n' Seek". Ahora imagina un Jon Lord ensimismado en su "Space Truckin" chamberlino-galore"!. Y en "Escape" pasa lo mismo. Lo que es posible que fuera el motivo del status de culto de éste álbum, totalmente merecido. Que a veces hasta a Captain Beyond me suena! "Sole Survivor" (8'13) es la única pieza extensa , aunque veo un hilo conductor-conceptual en toda la escucha. Éste está plagado de chamberlinismos, hard rock, space heavy psych y deliciosas voladas halconianas de tremendo impacto fílmico.
Un álbum obligatorio en una colección USA prog 70s, sin duda. Tras girar abriendo para Kiss y T. Rex entre otros, editan al año siguiente el igualmente recomendable "Kryptonite" (1975). Fin de los Space Rangers y comienzo de su leyenda. Duró poco el imperio del omnipresente King Chamberlin, pero brilló cegadoramente hasta nuestros días.
J.J. IGLESIAS