Cumplimos ya mismo 10 bonitos años en Rockliquias. Y observo sorprendido que nuestro "Ensayo sobre un Sonido" no ha tenido más que una entrada dedicada al gran Edgar Froese ("Ages"). Unas cuántas de Tangerine Dream, si, como es natural. Pero Froese se merece más. Y a veces, volver a la zona de confort es lo que más apetece y procede. Como aniversario, me parece perfecto.
"Aqua" fue el debut en solitario de Edgar Froese, a la vez que grababa con Tangerine Dream, "Phaedra". De hecho, el tema de ése álbum "Mysterious Semblance at the Strand of Nightmares" ya era obra de Froese sólo. Hubo dos ediciones de "Aqua", con sus respectivos distintos mezclajes. La de Brain y la de Virgin. Estamos en pleno boom kosmische, y los alemanes entrando como invasor vikingo en el mercado progresivo británico. Dos largos temas por cara.
"Aqua" (16'58) y "Panorphelia" (9'38) en la A. Como su nombre indica, los borbotones electrónicos a válvulas campan victoriosos, no se sabe si de agua o algún otro líquido más denso....a mí me transmite lava volcánica. La percepción a música contemporánea es total. Con un oscuro fondo enigmático propio de Xenakis o Schoenberg. Música tan expresionista y berlinesa como la de éste último autor citado. Es en ésos fondos en segundo plano donde transita la odisea auditiva de la composición. Engañosamente, los burbujeantes fluídos de Moog que la protagonizan sólo adornan un leit-motiv con más enjundia de la que a priori parece. Su paralelismo con Klaus Schulze es evidente, si bien proceden de distintas fuentes clásico-contemporáneas. Y eso los distingue en su proceder planeador. Es en su parte final, donde las burbujas acuosas pierden relevancia, cuando se advierte más claramente ése movimiento trágico del que está formada la obra.
"Panorphelia" es increíble. Grabada en 1973, posee todo el avant feel de un score de ciencia-ficcion actual. Mellotron amenazante sobre loop cibernético de fría crueldad robótica. Es como un aviso. Una profecía sonora advirtiendo la que se nos viene encima con la jodida Inteligencia Artificial. Nos quieren tontos para que piensen las máquinas......a sus órdenes. Game Over. Esto no huele nada bien. Y éste tema lo expresa, - o así me lo parece -, con una claridad que da miedo. El dramático espíritu del Mellotron se adueña de todo, y asistimos a una pequeña sinfonía de genio. Y sin echar mano de la Mandarina.
Que sí va a ser algo utilizada en la cara B, con "NGC891" (14'50). Con la ayuda siempre apreciable del inteligente Moog de Chris Franke. Un espacio cósmico crepuscular, colosal, enorme, se abre paso ahora. Y para ello además, utilizan "the revolutionary artificial head system", desarrollado por Gunther Brunschen. Adelantan la I.A. Algo así como unas "gafas 3-D" sonoras para ser apreciadas en todo su esplendor por auriculares. Los sistemas Hi-Fi estaban a la última (y qué modelos!), y Froese lo aprovecha. La secuenciación es typical Berlin School. Están inventando un modelo de sonido, un estilo que hoy tiene plena vigencia entre los círculos electronic-prog. Puro Tangerine Dream etapa Virgin, que necesitaba urgente recordatorio. Porque nada tiene que envidiar a "Phaedra", "Rubycon" o "Ricochet". Enorme maravilla cósmica.
La final "Upland" (6'31) puede guardar alguna conexión "acuosa" con la inicial, pero ahora el órgano ofrece texturas místicas de espiritualidad profana y pagana. Puede que la estrategia se asemeje a "Aqua", pero sus sonidos y ataques anímicos no. Intenta una épica ancestral de trascendencia legendaria, mitológica. Y es captada plenamente por un Edgar Froese que se sale.
Al año siguiente editará "Epsilon in Malaysian Pale", otra obra maestra mellotrónica. Todo dicho. "Aqua" es el típico caso de árboles que no dejan ver el bosque. Porque......Cuánto hace que no lo escuchas?!.....
J.J. IGLESIAS