En su momento, parecían días duros para el prog rock, los primeros 80. Pero lo cierto es que el underground hervía en Inglaterra. Lo silenciaron los medios, por sus santos cojones. Castanarc, Grace, Coltsfoot, Citizen Cain, Exhibit A, Final Conflict, Haze, Credo, Dagaband, Liaison, Trilogy, Lahost, Solstice, Jadis......(no me da la gana nombrar a los IQ, Marillion de siempre!).
Entre todos éstos y muchos más, estaban Yak, por entonces un cuarteto. Funcionaron del 82 al 84 y ni siquiera sé si llegaron a grabar alguna demo (muy posiblemente). Uno de sus miembros fundadores, el teclista Martín Morgan, reanudó la actividad del Yak en el nuevo siglo. Revisita el antiguo material y se percata de que allí había buena mandanga. Como trío, con un bajo y batería, rescata ocho viejos temas y salen como "The Dark Side of the Duck" (2004). Le sigue el live-EP, "Does your Yak Bite?" (2005) y "The Rutland Chronicles" en 2006. Hay movimiento de miembros y entran los muy aptos Gary Bennett (bajo) y David Speight (batería). De ahí saldrá "Journey of the Yak" (2008). Completamente instrumental y ya adelanto, maravilloso.
Desde ése "Gates of Moria" (3'12) que nos lleva al universo tolkiano más tradicional y británico. Llama enseguida la atención la emulación de guitarras tan bien conseguida. Una intro como las de antaño. Que nos lleva a "Entangled in Dreams" (10'04) y cualquiera firmaría que ahí está Steve Hackett. Los teclados de Martín Morgan hacen milagros. Puro mimetismo musical. Recordando tanto al primer Hackett en solitario como al genial Nick Magnus (seguimos en su árbol genealógico). Prog embellecido por las musas británicas de mayor solera. Piensa en pasajes otoñales de "Wind & Wuthering" o "Spectral Mornings".
Vuelve en todo su esplendor el guitar sound de los sintetizadores avanzados, en "Jadis of Chain" (11'28), acompañados de familiar órgano a la Banks y una rítmica llena de recursos. Me niego a llamar a ésto "Neo-Prog". Suena a 70s por cualquiera de sus aristas. Latimer estaría encantado de meter ahí un buen sólo, pardiez! La escucha llega al entusiasmo.
Con un título como "March of the Huorns" (12'04) ya se dispara la imaginación del geek de lo fantástico. Obligado serlo para disfrutar de ésta música eterna. Casi imagino a Peter Gabriel narrando alguna majarada surrealista. Pero no. Es un desarrollo genético extraordinario, lleno de energía y salud creativa desbordante. Un galeón sympho-rock con las velas henchidas, surcando el océano progresivo con el orgullo de un legado superviviente imperecedero. Impresionante.
"Dearly Departed" (3'06) se toma su momento de bucólica reflexión.....inspirado en "For Absent Friends"?...... Finalmente "Journey of the Yak" (8'30) nos trae recuerdos imborrables de unos Camel en los finales 70. Belleza y nobleza musical intravenosa. De la que no abunda, vamos. Existe un último álbum, "Quest for the Stones" (2015) , al que su visita se hace obligatoria también, si has llegado a leer hasta aquí.
Recuerdas cuando Genesis, hartos de probar cantantes, casi deciden seguir en formato instrumental? Pues son Yak.
J.J. IGLESIAS