Estos alemanes lanzarán éste su segundo LP después de un debut brillante en 1975. Dentro de la vertiente Krautrock, no se puede decir que STREETMARK perteneciera a la facción dura, más bien al contrario. En su corta vida este grupo desarrolla un progresivo muy asimilable creando atmósferas muy cómodas al oído a base de colchones de sintetizadores en el fondo y guitarras cristalinas y llenas de ecos que trabajan a su aire. Todo ello genera efectos etéreos adornados por las acciones del teclado de Dorothea.
Melodías y ritmos por los que te dejas llevar fácilmente suavizados por una batería elaborada pero muy opaca. Se crean en alguna ocasión efectos doppler ("Passage") y en otros pasajes, efectos oníricos y espaciales como en la suite más larga del disco "Dreams", donde las texturas de sintetizadores se hacen muy patentes dentro de un ritmo que hace entrar en trance.
En las ocasiones en que hay coros donde aparece Dorothea con registros más agudos frente a los graves de Riechmann el tema adquiere mucha más frescura que cuando es él solo quien pone la voz.
Rock progresivo de melodías sencillas pero bien pertrechadas, sin grandes demostraciones. Músicos discretos que llevan a cabo un rock interesante y de buen gusto.