Este quinteto nació en Muncie, Indiana, una pequeña ciudad al sur de Chicago. Su búsqueda en la red ha sido complicada, sobre todo por denominarse como el macro-vehículo que ahora está de moda en las despedidas de soltero/a. Pero ahondando más en la investigación de esta escurridiza banda, me he ido a topar con algo sorprendente que no podía imaginar y que ha resultado ser la causa de la poca información repartida en internet.
Parece ser que estos chicos lanzaron este primer álbum, y poco después se vieron obligados a cambiar de nombre, hubo algunos errores en las tramitaciones de los derechos implícitos, y habiendo una formación en Europa que ostentaba ese nombre ya, no hubo alternativa, teniendo que dejar de llamarse Limousine. Las consecuencias fueron negativas para todo el mundo, y en concreto para ellos más. Dejarían su casa discográfica fichando por Brown Bag Records, su nuevo sello y decidirían adoptar como denominación, el cristiano nombre de FAITH. Todos los discos editados como Limousine existentes en las estanterías de las tiendas fueron devueltos automáticamente prohibiendo su venta. Pero está claro que algunos que ya habían sido adquiridos por fans, escaparon a la quema......como el que tengo entre mi colección, obtenido de segunda mano, claro está.
Seguí informándome sobre ellos ya como FAITH, surgieron en 1973 un año después, y su desaparición como tal será en 1979 en plena revolución musical. Mira por donde resulta que su primer álbum, de título homónimo, te pones a escucharlo y descubres que se trata de un refrito de los temas pertenecientes a la era LIMOUSINE. Algunos cortes simplemente cambiaron el título original, otros quedaron igual, otros fueron suprimidos y después introdujeron alguno grabado ya para la nueva época. Pensándolo bien, era de esperar algo así. Un álbum que había sido enterrado para todo el mundo suponía un desperdicio muy valioso. Había que darle salida a aquellos magníficos temas de su primer disco.
Pero como tengo el original de Limousine, y no el de Faith, al hablar de su valor musical me referiré estrictamente al primero. Como ocurre con el debut de muchas bandas, su sonido se puede calificar de heterogéneo, donde se adentran en muchas disciplinas, acercándose a diferentes estilos, sin dejar clara la dirección a tomar musicalmente hablando. Es un cóctel de diferentes ingredientes que conforme lo vamos probando, mejor sabor nos va dejando.
De inicio nos reciben con una suave y cortísima melodía dedicada a Monique, tan solo unas picks limpios en las cuerdas de la acústica, pero eso sí, deliciosamente cortos en su concepción. Una entrada que nos deja rápidamente un buen sabor de boca. Después saltan a una pieza, Sometimes, repleta de vientos en los arreglos, todo un temazo con feeling concebido en base a una mezcla de soul y blues con estupendos coros de voces en un estilo a los BLOOD SWEAT & TEARS. Protagonismo para la guitarra de Bennett y el bajo de Cawley, que no será la última vez. Incluye también un espacio para que el saxo deje un solo. La voz de Storie muy metida en el papel deja una huella de color negro acorde al paisaje.
De ese ambiente nos trasladan a otro nuevo escenario (Bitin' grace), con un dominante piano majestuoso arropado por la voz en un tema de tintes claramente sureños. Cuando arranca la guitarra slide nos traslada rápidamente a grandes extensiones al sur del país, allí donde NEIL YOUNG, moldeará el sonido natal de su tierra. Sonido americano que LIMOUSINE aborda en un entramado de guitarras acústicas respaldadas por un brillante piano con amplios apartados de acompañamiento y picados de melodía, incluyendo la armónica, un elemento clave dentro de esta concepción sureña.
La primera cara terminará con un tema de rítmica vistosa y elaborada, Such a lady, such a lover . El bajo y la batería siempre pretenden sorprender al oyente con compases innovadores. El órgano suena fuerte y con sentimiento, muy activo. Se produce nuevamente un cierto acercamiento soul , pero esta vez mezclado con ráfagas de progresivo, aunque nunca van a soltarse la melena haciendo desarrollos instrumentales de cierta extensión. No, son temas muy concretos en los que la fase de jam se queda en muy poco recorrido. Los ritmos distintos e inusuales son la esencia de esta pieza, lo que la hace ágil, vistosa y muy movida.
Al darle la vuelta al vinilo nos topamos con Barriers, un temazo que bien podría pertenecer a KANSAS, o quizá a unos jóvenes JOURNEY. Bajo una capa de rock americano bien reconocible se muestra un potente órgano entrecortado, un imenso bajo junto a su amiga la batería muy activos y agitadores, nuevamente buscando ritmos frescos. Composición nerviosa y diversa que dejará lucirse a la guitarra desbocada de Bennett, pero como ya he dicho sin dar un paso más allá, sin redundancias, ni alegrías de cara a la galería. En su justa medida. Tal vez el corte más completo, una muestra de pomp-rock americano.
Una leve incursión en el sonido jazz viene de la mano de Sidewalk siren. Aparca el órgano y saca relucir para ambientarse más el piano eléctrico. El bajo vuelve a deleitarnos con una rítmica rica en matices, y hace su entrada un sintetizador que hasta estas alturas del disco no se conocía. Exploración sin llegar a profundizar, con acordes inusuales a cargo de la guitarra dentro de una calma tensa que acaba rompiendo en pequeños estallidos para retornar de nuevo a una tensión aplacada. Un ejercicio para poner a prueba la capacidad de improvisación de la guitarra.
Raise your voice comienza con una sección rítmica especial que acompaña hasta final y que es producto estrella en la composición. Hacen nuevamente incursiones de sintetizadores, la voz es arropada por coros y la guitarra se transforma en algo más aguerrida de lo habitual, dándole un cierto aire hard a la pieza cuya estructura se presta más a que así sea. Es un track de poca duración en la que los desarrollos instrumentales escasean.
La coda podría decirse que cierra el círculo. Lighthouse, muy similar al inicio que mencionaba con la guitarra acústica y sus picks, ofrece un corte comprendido por guitarras acústicas, una rítmica y la otra en solitario, a las que se suman una contenida guitarra eléctrica con pedal y un sintetizador de fondo muy sencillo , que apenas trabaja 2 ó 3 notas en una fórmula repetitiva y creciente en volumen hasta llegar a un punto álgido donde la voz calla. Un trabajo finalizado con los picks de apertura de disco.
Un buen disco que puedes descubrir en su versión Limousine o Faith según cómo te aparezca en la red. Canciones dispares en su creación, pero donde se echa de menos un poco de profundidad a la hora de sacar más partido a las composiciones, es decir, algún arranque más arriesgado de los músicos involucrándose cómplices en instrumentales sólidos. Tengo la sensación de que eran capaces de hacerlo, contaban con el potencial para ello, pero su música se quedó estabulada dentro de unos márgenes a mi parecer estrechos. Su continuidad en Faith es desconocida para mí. Pero tengo la intuición de que no superó este notable debut.