Ya han aparecido por éstas páginas los cántabros Wet Cactus en alguna ocasión. Hoy los traemos porque su nuevo álbum, "Magma Tres", ha causado impresión en círculos especializados en buen rock. Y ahí nosotros nos incluimos.
Daniel Pascual (bajo, voz), Oscar Sánchez y Ernesto Díez (guitarras y voz) y Jaime Pérez (batería) son los culpables de ésta descarga balizera hard psych. Os lo comento desde la versión digital, que difiere un poco con respecto al vinilo, al añadir ciertos pequeños cortes a modo de bonus tracks.
Así "The Long Escape..." (1'20) es una intro en plan suspense que nos prepara para "Barren Landscape" (3'21), en depurado tortazo Sabbath, con afilado sólo de hacha wha-whera y grupal estampida de bisontes. Anonadado y gaga al primer round. Van a por el KO técnico rápido, y disparan "Profound Dream" (4'17) en classic stoner-desert fórmula. Con toda la artillería, melódica, pero artillería, esparcida como bombas de racimo. Eficiencia comprobada. Armamento infalible. Y el oyente besa la lona.
"Mirage" (6'14) adquiere olor a incienso psicodélico embriagante, cercano al acid kraut de Guru Guru, Gila o Agitation Free, en su orientalismo hippioso delicatessen. Pronto muta en bruta cabalgada digna de una carga de tuaregs rabiosos. Instrumental completo y despiadado. Retoman el bombardeo masivo con "My Gaze is Fixed Ahead" (5'04), entre la NWOBHM y el Occult más elegante. Ése killer dual-guitar aporta lirismo a la evidente devastación sónica ofrecida.
Suben poco a poco el fader y nos presentan otro intermezzo de segundos, que es la antesala de "Million Tears" (6'31). Resulta muy interesante su faceta exploradora de mentes psico, a un nivel similar a los alemanes Mouth. Y eso es mucho. Pero a Wet Cactus les va el vapuleo del indefenso oyente y se afanan en un cuasi-doom exquisito, con nocturnidad y alevosía.
Los mismicos Motorhead parecen en "Self Bitten Snake" (3'44). Esto atufa a Jack Daniels y peligro. Como debe ser.
Otro descanso explorador y reflexivo con "....And the Ardous Revival" (1'33) nos llevará a "Hell Dweller" (4'10), con un bajo cavernícola y mazacote sonoro hard 70s entre Buffalo y los del "Paranoid". Ése tóxico cuatro cuerdas adicciona y engancha malamente. Puto Cactus lisérgico! Que se vuelve mortífero en "Solar Prominence" (6'19) en aspereza desert y arrase neuronal. Eso sí, con astuto desarrollo decibélico que se lleva todo por delante, mientras te hacen sentir cómplice de un álbum tan bueno.
En formato físico la cosa termina aquí. Pero en digital aún queda la coda "....Of the Musical Ashes!" (2'34), que es como Nebula en flamencoide con traje de Juggernaut. Decisivos, aplasta-cráneos y sin autocontrol. Derrochan inteligencia compositiva e instrumental. Pura hidromiel, la de éste Cactus asgardiano.
J.J. IGLESIAS
