Este es el 2º y último Lp de una de esas bandas, pues existe más de una, que recrean el sonido de YES. Grupos que gustan de esas formas y que pretenden realizar una música propia pero intentando que el conjunto de su atmósfera sea algo parecido a YES. En E.E.U.U. los clones era una banda llamada STARCASTLE que realizarían 4 álbumes todos ellos muy elaborados imitando a la famosa formación británica que tantos buenos momentos nos ha brindado.
Ciñéndonos a DRUID, también británicos, lo primero que nos llama la atención al escuchar el primer corte es el bajo que lleva el pulso, el protagonismo, gravedad con una semejanza en la manera de pulsar las cuerdas a Chris Squire fuera de toda duda y que no abandonará ya en todo el disco. E igualmente la forma de atacar la guitarra por parte de Dane que parece estar en manos de Steve Howe.
La voz quiere acercarse a la tonalidad y estilo de Jon Anderson pero sin conseguir los registros tan agudos de éste. Sería una mezcla entre Anderson y Lanzetti de ACQUA FRAGILE. A este último debido a los giros y cambios bruscos.
No obstante la instrumentación es rica con una gran cantidad de teclados y uso de mellotrón que en ciertos momentos emergen en estallidos de fuerza formados por una conjunción de instrumentos sonando a una (Nothing but morning).
También nos ofrecen una canción atípica al resto del álbum pertrechada a través de un ritmo de Reggae (Barnaby) que resulta inesperada.
Las melodías en cierta forma son enrevesadas y no fáciles de seguir aderezadas por solos del teclado de Andrew y la guitarra que extiende los acordes a modo de otro teclado más e iniciadas por un excelente piano que es muy interesante cada vez que aparece.
Un grupo que a pesar de intentar sonar a otro tiene su propia personalidad.