Retrocedemos nuestra máquina del tiempo Rockliquiana hasta 1971, en St. Louis, Missouri. Por allí circulaba una bar-band llamada Trellis, haciendo el circuito habitual en plena explosión hard, recién pasada la post-psych. Para 1974 están más que curtidos y cambian de nombre a Back Jack. Con éste bautizo durarán un año aproximado, pero va a ser más que fructífero. Dejando un álbum grabado (o varias grabaciones), que nunca llegaron a salir. Hasta que Riding Easy han puesto remedio hace unos días. Más o menos, (inevitables cambios de formación aquí o allá), eran Mike Collier (guitarra, voz solista), Kim McKinney (bajo, voz), Hans Myers (batería), - éstos tres como el núcleo permanente -, y un segundo guitarra que varía a temas.
Su midwest rock de fibrosa textura rompe en éste disco de los sueños frustrados con "Bridge Waters Dynamite" (3'51), que ya deja ojiplático por su nivelón y símiles con Captain Beyond. Ése hard rock macizo y musculoso como guerrero de "300", halterofílico y de mostacho y pata-elefante. De garganta macho-Alfa y heroica guitarra trepidante. Que Molly Hatchet elevará a la enésima potencia. El bajo es un lanzatorpedos marca Jack Bruce o Leo Lyons. Y aqui hay dos guitarras furiosas que se dan de cabezazos como ciervos en celo luchando por "su premio".
El comienzo de "Reefer Madness" (2'24) parece UFO, pero su bruta naturaleza sigue siendo cosa del Capitán Más Allá.
No bajan la guardia melódica en clave blues, sin abordarlo explícitamente, como en "Gearhead" (4'07). Que son puro Grand Funk Railroad. Y revientan seseras.
También se atreven con el largo recorrido, así en "Satisfied Man" (8'24) intuyo fuerte influencia de Mark Farner cuando se ponía reflexivo.....de entrada. Para luego explotar la puta galaxia en un crescendo de rabia y watios cósmicos bien lanzados. Si Farner era Galactus, Collier era su Heraldo destacado. Su desarrollo es un compendio magnífico de hard prog con olor a club de boxeo. Y la voz alcanza agudos imposibles dignos de Glenn Hughes.
Riff segador para la intro de "Assault and Battery" (3'45), entre James Gang y Johnny Winter And. Toma del frasco. Y con sureñazo feel para que no falte de nada en la merienda.
Vuelve el ataque estelar del Captain Beyond en "As you were" (3'05), con otro mortal drive que te pilla a contrapie y te hace el juego, set y partido.
Tienen su momento en el porche en "Tomorrow" (6'00). Así lo exponen, hasta que Deep Purple hace un amarre y surge el amor por "Machine Head". Pero a la hard USA mid-70s, la cosa cambia, claro.
Como cambió por ésas fechas para Grand Funk Railroad, que vuelven a ser fuertemente invocados en la trrrrrremenda "California" (7'05). Demostrando a partes iguales fuerza bruta y elegante sutileza. Menuda barbaridad.
Si te dicen que "She's Been Down so Long" (4'01) es un outtake de "Closer to Home" o "Survival", picas como un primo. El nivel resulta que está por ésas latitudes. Back Jack no se andaban con tontadas.
"Over and Over" (6'07) mezcla todo lo dicho con Jo Jo Gunne, y sale otra finura para escena de road movie. "Rock and Roll Boogie" (2'43) es lo que dice y con ésta banda está en buenas manos. Ni te lo imaginas. Piensa en Point Blank. "Phonic Voyage" (4'26) es un instrumental southern-jazz en línea Allman / Sea Level, con Gary Reed al piano. Y "Silver Star" (1'52) cierra en plan coda nostálgica, como fin de fiesta brutal.
Ignoro porqué esta monstruosidad nunca salió a la venta. Pero seguro que Blue Őyster Cult, Trapeze, Ted Nugent o James Gang se quedaron tan estupefactos como yo cuando Back Jack abrió conciertos para ellos.
Una injusticia morrocotuda que por fin ha sido subsanada. Final feliz. O casi.
J.J. IGLESIAS