Aquel indefinible-pero-reconocible sonido Canterbury, que tanto aportó a la psicodelia, progresivo y jazz rock, (por ése orden cronológico), sigue estando vigente con nuevos nombres. El debut de Milkbone supone una suma más a la actualización del género.
Desde Inglaterra, éste trío se formó con Phil Scragg (bajo, guitarra, teclados, Mellotron), Matt Berry (guitarra, teclados) - popular en el mundo del cómic y con el grupo The Maypoles -, y James Sedge (batería). Cuentan con el trombón invitado de Graham Mann en cuatro temas.
No podía ser de otro modo que el primer corte se llamara "Canterbury" (4'39), para dejar las cosas claras. Y que el espíritu de Egg aflore con órgano de similar textura, entre sacro y experimental. El ritmo es firme y empuja como un ariete normando. Scragg demuestra invención y surrealismo, que acompañado por el ensoñador trombón de Mann, certifican denominación de origen más que convincente.
"Leaving Hawksbill" (5'03) es como si Can hubieran nacido en las verdes praderas de Kent ("Can-Kent"?..... Superman?). Aquí son los sintes los putos amos, y en cierto modo huele algo al patchouli de Ozric Tentacles. Percusiones tribales y rivales adornan con brillantez. El trombón no da trombos, y mete baza sin molestar. Y el casi motorik rítmico se fusiona con serpenteos de Moog (o así).
No llega al minuto "Toys Hill" (0'56), aunque luce coqueta.
Territorio Máquina Blanda habemus para "Automatic Fool" (3'54). Piano juguetón y graves exagerados marca Hugh Hopper, guitarra jazzy de rugoso sonido y órgano psicotrópico se disputan la partida.
Bonito giro de los acontecimientos en "Milkbone" (3'54), nos acerca los Headhunters de Herbie Hancock (ése trombón...) con el progresismo inacabable de Nucleus. James Sedge es sensacional, a propósito, no quisiera olvidar ése vital detalle.
"Two Sequences" (3'46) hace cruceta piano-synth en otro espasmo sideral entre Ed Ozric y Karl Jenkins. Y claro, pasan el portal dimensional como si entraran en la tasca del pueblo.
La base de "Bleak Strategy" (3'06) hubiera encantado al último Jeff Beck. Y ése bajo mandón a Tal Wilkenfeld, ni te cuento! Si, echo de menos guitarra más solista aquí. Muy tapada por el resto.
Rhodes diluido con terrones de cuatro cuerdas presenta "Soft Weed" (5'14). Bonito paisaje mental para refugiarse de tan hostil mundo. Un analgésico emocional realmente eficiente.
Sedge maravilla a cada golpe de baqueta. Su intro en "Red Shift" (3'29) tendría la aprobación del mismo Bill Bruford. El posterior desarrollo es un ajuste de teclados a la Robin Lumley / Dave Stewart que, efectivamente, anda entre Brand X y National Health del XXI Century.
Otra píldora evasiva, realmente bonita, es "Cecilia" (5'18). Con samplers de voz femenina y bajo marcando......Hasta que explota en un pandemonium Soft Machine demoníaco, lujurioso, mórbido y adictivo. Los curas lo declararían "pecado" porque es demasiado bueno.
"Velvet Black" (4'48) cierra con resolución cine noir, trombón nocturno y cadencia deliciosamente decadente. Aún hay un tema bonus (imagino que en el cd), con voz solista femenina (el único corte cantado) y aspiraciones King Crimson. Bastante distinto al resto.
A Milkbone los han comparado con Zopp. Veo símiles pero cada uno lleva su marca definida. Regocijo espiritual hermanos, por tener otro fichaje de sabor Canterbury sin más.
Es una primera obra sensacional.
J.J. IGLESIAS