No es el título ya en sí mismo toda una declaración de principios? Los americanos Providence fueron la única banda made in USA en fichar en los 70, para el influyente sello (más de lo que se cree) de Moody Blues, Threshold.
Un sexteto sin batería ya marca pautas. Compuesto por Jim Cockney (violín, glockenspiel, voz), Tom Tompkins (viola, violines, voz), Bob Barriatua (bajo, voz), Tim Tompkins (cello, voz, recorders, percusión), Andy Guzie (guitarras, voz) y Bartholomew Bishop (voz solista, piano, harpsichord, RMI, órgano y autoharp). El habitual productor de los Moody Blues, Tony Clarke, hacía sus labores a la mesa, (mezclado en Inglaterra por él y Derek Varnals).
Lo que concluye un sonido híbrido anglo-americano que va a ser distintivo. Downer "a la yanqui"? Pues algo así, sí. Con fabulosas armonías vocales lógicamente deudoras de Moody Blues. Pero como si Laurel Canyon se hubiera trasladado a Kent. Definitivamente, algo para descubrir!
Que embelesa a las primeras notas de "To Light your Journey". Un breve entrante a la gloria. "Mountain" es como Kansas en unplugged, pero antes. Voces angelicales, percusiones de la campiña y cuerdas como colchón de plumas en un edén folk prog ensoñador. Alguien los compara con la primera ELO por éso mismo. Ya te digo yo que no. Su parte final es tan genesiana como un outtake de "Trespass". Anthony Phillips en mente.
Como la intro de "Lady", belleza acústica que se lleva la magia rural de los Rockfield Studios a pleno Sunset Sound Recorders de Hollywood, que es donde se coció ésta delicatessen. Con delicado teclado imitando flauta y feel cercano a Gryphon comiendo hamburguesas.
Lo barroco-downer llega al paroxismo de lo perfecto en "Sketch Number Two". Mozart haciendo prog. Una bicoca para los "hater rock critics" y su purismo rock'n'roll de mierda. Es un precioso interludio que nos lleva a "The Stream", single del álbum y joya al estilo Justin Hayward/John Lodge. Churrigueresco West Coast, pardiez.
Territorio Comus-Fuchsia habemus en la penumbra de "If We Were Wise". Preciosista perspectiva para escuchar con cascos, mientras se pasea por los jardines de Versalles, (menos glamour, que también se cagaban por los rincones, no te creas!).
Damos la vuelta y "Fantasy Fugue" posee esencia de "On a Threshold of a Dream", pero recompuesta por carreteras californianas. Y yo que creía haberlo escuchado todo por "Viejuland"!
Ídem para "Smile", que parece America en mutación con Wally. Y ésta es la mejor descripción que vas a encontrar en Google.
Otro breve interludio, "Sketch Number Three", es otro barroquismo hippie digno de Amazing Blondel. "Neptunes Door" irradia teclado indeterminado (RMI?) con feel de Dan Fogelberg, Pavlov's Dog y Ambrosia. Antes que todos ellos.
"Island of Light" captura el acogedor ambiente de Les Cousins tanto como del Troubadour. Dave Swarbrick o Dransfield no andarían aquí lejos, mientras cantan CSNY.
Finalmente "Behold : A Solar Sonnet" es otra maravilla Moody con conseguidas pretensiones Tull.
Hubo otro disco de Providence, muy bien titulado "Heavenly Harmonies", que como Spring o Fantasy, nunca se editó. Birlaron los máster tapes e igual ahora están en el Rastro de tu pueblo. Todos los miembros de la banda colaboraron con Moody Blues, particularmente en "Blue Jays".
Estoy hablando de un tesoro de álbum, que sólo el tiempo (y Rockliquias) tenemos la obligación de descubrir.
J.J. IGLESIAS