De la Dinamarca libertaria y hippie de finales 60 saldrá Ache. Por entonces Copenhage era un hervidero de innovación y fidelidad al espíritu progresivo de la época. Ésa explosión cultural llevará a Ache a crear la música del considerado primer ballet-rock del mundo, "De Homine Urbano" 1970). Dos largas suites plenas en desmadre organístico y guitarra anarcoide, frenesí rítmico y complejidades brutas, similares a lo que se estaba haciendo en UK. Desde Deep Purple o Uriah Heep a The Nice, Atomic Rooster o Beggars Opera. Una continuación similar será "Green Man" (1971), tan aconsejable como el debut.
Algo pasa para que la banda desaparezca durante cinco años. Probable separación. Visto que cuando vuelven en 1976, sólo la mitad del antes cuarteto sobrevive : Finn Olafsson (guitarras) y Peter Mellin (teclados, voces y responsable de toda la música). Ahora son sexteto con dos cantantes solistas, Stig Kreutzfeldt ( ocasional percusión) y Johnnie Gellett (toca alguna guitarra por ahí). Siendo la nueva sección rítmica Steen Toft Andersen (bajo) y Gert Smedegaard (batería).
Todas las letras pertenecen al poeta Bo Lillesöe, al servicio de un conceptual álbum sci-fi.
"Cyclus 7/ Introduction" (3'18) evidencia ése cambio en el prog de la segunda mitad de década. Armonías vocales muy cuidadas, melodiosas estrofas, romanticismo en sintetizadores más avanzados y algún acercamiento al US pomp. Tanto como a Barclay James Harvest, Fruupp, Earth & Fire o Anyone's Daughter. Piensa en el sonido del sello alemán Sky Records, (Ramses, Streetmark, Bullfrog, Harlis, Shaa Khan......). Se ha ganado en cromatismo sonoro y riqueza de sonido. Tal vez se ha perdido algo de fuerza y espontaneidad. Nada preocupante.
El nivel de "Roses (Registering)" (6'13) es perfeccionista, minucioso, de relojería suiza. Y hay guitarras cuando se necesitan. Jane o Eloy como justa comparativa. Contemporánea que influye al piano. Bartok y Emerson con batería Palmer. Reptiliana guitarra y efecto hard extraordinario. Culmina un resolutivo Hammond y una consistente labor grupal.
"Still Hungry (Vampire Song) / "What Can We Do?" (7'50) es la perfecta balada para "Entrevista con el Vampiro". De sabor romántico - acústico a lo Greg Lake en su inicio. Pronto se desarrolla en preciosista paisaje sympho-prog de intensidad emocional y evidente nostalgia. Electricidad al servicio dramático de Schubert / Dvorak. Clave sinfónica al uso del momento.
Cierra la cara la bella "Still Registering" (2'53), de acústica textura, digna de unos Bread.
Vuelta al segundo acto. "Our Lives" (5'50) lleva la línea de lo que por ésos días hacían BJH, Kerrs Pink o Novalis. Romántico sinfo con algún atisbo pomp. "Last Part 1 - Outtroduction" (6'49) focalizan voces angelicales en melodías casi McCartney, pero con resultados más Druid / Starcastle / (primer) Ambrosia. Vivos colores synth y calidez Hammond, que dan pie a una guitarra de escuela Hackett.
"Last Part 2 - Expectation" (6'48) se acerca (y en más ocasiones) a Styx a la europea. Lo que concluye un cuidado de voces inmenso, con excelente guardaespaldas instrumental y pinceladas de evidente ingenio.
"Pictures From Cyclus 7" fue el primero de ésta segunda etapa sympho. El fatídico 1977 traería el segundo y último, "Blå Som Altid", de idénticos positivos resultados. Incluso mejor, si echas en falta en "Pictures..." algo de energía. Es más duro. Ambos son piezas excelentes. Pero ya no eran tiempos para ésta lírica. La prensa mundial inició su cruzada personal, para cargarse todo un género musical. Algo que no ha vuelto a suceder. Sólo conseguido temporalmente, hasta los 90. Ni siquiera pudieron con Ache, los cuales han tenido varias reuniones.
Chúpate ésa!
J. J. IGLESIAS
