No, no fue una banda del lerdo de Simpson homenajeando a sus queridos Grand Funk! Éstos eran de Texas y comenzaron sobre el 67, cuando aún estaban en la high school. Primero montando los inevitables covers, hasta que en los próximos meses se atreven con su propio repertorio.
Editan un single con "I Never Cared for You", de Willie Nelson, que vende en su región más que bien (normal, siendo tejanos). A raíz de ésto, Columbia se interesa por ellos y les pide un segundo single antes de ficharlos por una considerable suma. Pero no quedan convencidos con éste segundo intento.
A todo esto, los días del single tocaban a su fin. El long play es el futuro y a ello se entregan Homer de lleno. Por entonces, la banda la forman Phil Bepko y Frank Coy (voces), Galen Niles y Howard Gloor (guitarras), Gene Coleman (batería) y Chet Himes (bajo). Éste último será el encargado de la grabación del álbum, en un Ampex 8-track studio, junto a Chris Geppert (luego conocido como Christopher Cross). De hecho, el ingeniero de sonido de los primeros y millonarios discos de Cross es Chet Himes. Hoy un reputado técnico de sonido, nominado a los Grammy, que ha trabajado también para Ted Nugent o Carole King.
"Grown in USA" se prensó en cantidad de 1000 copias autoeditadas, distribuidas por el sello de Houston, Budget Tapes & Records. Llegó al Top 100 del Billboard. Pero cuando se agotaron, no hicieron una segunda edición. Dejaron inacabado un próximo segundo disco, para separarse en 1974. Así su único álbum se convirtió en un bonito recuerdo para coleccionistas del prog USA.
Como demuestra la mellotronada imperante que da inicio a "Circles of the North". Mellotron por cierto, sin acreditar. Y que arriesgo en su autoría a alguno de los dos cantantes, el mismo Chet Himes.... o incluso a Christopher Cross. La cuestión es que suena a pre-pomp rock delicioso. Y en 1972. Con imaginativas guitarras y desarrollos directamente influídos por Yes. Si bien la melodía vocal debe algo al "Badge" de Cream. Cierto, crema pura.
"Taking me Home" toma la steel guitar de Howard Gloor, creando un curioso condimento prog-country rock, visto en otras agrupaciones de ése tiempo, como Navasota, Space Opera, Potliquor o Lousiana's LeRoux. Ése sabor sureño es un virus difícil de evitar (ni falta que hace!), y en "Dawson Creek" se manifiesta en texturas acústicas + steel, de forma deliciosa. Incrementado por ésas voces tan peculiares como balsámicas.
El hard rock tampoco se descuida en "Survivor", acercando tendencias a James Gang o Jo Jo Gunne. De hecho, ése riff profetiza el referido pomp rock claramente, cuando todavía faltan unos años para su estallido. Twin guitars irresistible y pedazo de tema infalible para el directo. En una parte instrumental que es puro Thin Lizzy, abrigado por un kaftan de omnipresente Mellotron del alma.Sublime rola.
"In the Beginning" cierra la primera cara con más efluvios campestres de sureñez mellotrónica, que te engancha al sonido de Homer, como el otro a sus donuts pringosos. Dickey Betts en Moody Blues? Imaginarlo no es fácil, pero totalmente acertado.
La segunda cara tiene un halo Allman Brothers en "Love's Coming", al menos en su exposición. Pronto tornan al psych, (guiños procedentes de un pasado reciente), y pleno prog en armonías vocales a la Hayward / Lodge. En entusiasmante mobiliario eléctrico de finura detallista tan resaltable como su empuje hard. Aquí hay de todo.
Belleza levItatoria de los primeros King Crimson aparece en "Four Days and Nights, Without you", sí, con el Mellotron impregnando magia mística a todo meter. Imagina a unos Salamander southern sin la orquesta. Y aquí además, con proto-sintetizador.
Vuelven al terruño en "Cyrano in the Park", donde su negrito batería se luce al doble bombo. Un gran percusionista que lo demuestra en todo el álbum. Las inequívocas cuerdas del armatoste blanco no nos dejan ni un segundo. Creando atmósferas proggy hasta en los temas más "autóctonos". Detalle éste que hace de Homer una banda única. Mellotron + steel guitar. Combinación algo bizarre pero que les resulta y que cuaja bien en sus manos. No en las de cualquiera. Hasta un guiño a Ravel, meten en la ecuación.
Fin de la sesión con "Lonely Woman", de cierto ambiente psicodélico en su intro, tendente al San Francisco sound y equiparables ahora a Quicksilver Messenger Service o Mad River.
"Grown in USA" tenía de todo, en sus justas dosis y en cantidades muy equilibradas. Dando como resultado un álbum de una perfección natural difícil de lograr y repetir. Como así ocurrió. Pueden estar orgullosos de lo que legaron a la historia.
J.J. IGLESIAS