Creo que perfectamente podemos colar éste disco en nuestra sección electrónica. Por cuanto los sintetizadores tienen una gran relevancia. Bien sean los del propio Wilson (también voz, guitarras, bajo y piano), o el Modular synth de Adam Holzman.
La temática cósmica conceptual añade razón a ésa inclusión aquí. Así como la duración del contenido. Dos únicos y extensos temas subdivididos componen "The Overview".
Steven Wilson, ya repuesto de su pasado síndrome pop-star, (espero), deja claro que no quiere perder a su parroquia progresiva. Que resucitara inesperadamente a Porcupine Tree, fue el primer paso. "The Harmony Codex", el segundo. Ahora lo reafirma en un tercer golpe de efecto progresivo definitivo. Nadie le puede culpar el intentar morder la manzana envenenada que es el mainstream y el éxito. Pero si con dos discos de ése palo no sale la jugada, igual es que es mejor abandonar y no perder clientela veterana. Digo yo.
Theo Travis ésta al saxo. Russel Holzman y Craig Blundell se reparten batería. Y Randy McStine es un fino guitarrista.
"Objects Outlive Us" (25'17) viene troceada en ocho partes con título propio. En "Objects Meanwhile" con letra de Andy Partridge (XTC). Para que la conexión arty no sufra. Está todo pensado.
Todo el mundo saca a Bowie como musa de éste disco. No lo veo así. Pienso que es una sincera vuelta a los tiempos Delerium, de mediados 90. Los de "Voyage 34", "Stars Die", "Staircase Infinities" o "Sky Moves Sideways". Cuando el factor Floyd era imprescindible en el ADN de Porcupine Tree. Y de hecho "The Overview" podría ser uno de aquellos artefactos de los 90. Lo que para mí es motivo de alborozo, porque es mi etapa favorita puercoespinera. Lo diré sin rodeos. Esto es el "Dark Side of the Moon" del Wilson, una especie de homenaje admirado hacia uno de los discos más perfectos que existen. Llevándolo a su terreno y personal modo de hacerlo. Con todo lo que sabe, no le habrá supuesto un parto muy doloroso. Y con su status y respetabilidad, invitar a David Gilmour hubiera sido procedente. Aunque éste anda de un light, que mejor dirigirlo un poco.
Lo cósmico campa a sus anchas en levitaciones que incluyen arranques rockeros muy bien colocados. Sin que se pierda ése aura de tristeza onírica espacial en ningún momento. Y contrariamente a lo que pueda parecer, aquí hay canciones muy bien escritas e insertadas en el concepto. Inmensos y delicados pasajes de acústica, Mellotron y sintes, como unos Emtidi resucitados. Ingravidez alemana cercana a Ash Ra Tempel en su planificación instrumental. Sonido hiper-elaborado, plagado de detalles, subidas y bajadas emocionales.....Existencialismo prog del que hace que el género se sostenga todavía en éstos días con respeto. Algo del Opeth instrumental, ayuda. Sin histrionismos metaloides. Randy McStine es un guitarra solista original y seguro. Balance perfecto para Wilson. A veces asoman solos eléctricos del Fripp 70s, para que no falte de nada en el potaje. Eso ya en la recta final de la suite. Perfección es la palabra.
"The Overview" (18'27) recuerda en su inicio a AshRa fusionado con el MK Synthi del "On the Run" floydiano. Claro guiño. Vuelven las volutas pseudo-rave trance 90s a lo Banco de Gaia o Astralasia. Que desarrolla en típico Porcupine Tree de ésa década. Bien bañado en fluido rosa alucinógeno-psicotrópico-kosmische. Otra nada oculta andanada retro 70s que en manos del Wilson siempre queda resultona. Algún momento Oldfield, cabalgadas genesianas, vetusto secuenciador, spoken word ambiental.......y hasta una visita al Vangelis de "Blade Runner" / "Ignacio", como final de acto.
Lo dicho, sabe mucho el amigo. Concluyendo, lo que tenemos aquí es un muy digno álbum que revisita su etapa 90s, con estupenda resolución y resultados exquisitos. Eso siempre se le ha dado bien, lejos de arrebatos metaloides o experimentos pop con gaseosa.
Bienvenido a la secta.
J.J. IGLESIAS
