FRANK ZAPPA: ONE SIZE FIts ALL (1975) / ZOOT ALLURES (1976) (colaboración Alberto Torró)

THE MOTHERS OF INVENTION: ONE SIZE FITS ALL (1975)

Ya os habréis dado cuenta que estoy pasando por alto los discos en vivo del maestro. No toca ahora. Lo haré después de que terminemos su discografía en estudio. Son muchos discos lo sé y Zappa requiere mucha paciencia y tiempo y creo que cierto orden os clarificará más las cosas.

1974 fue un año muy activo para las nuevas maternidades. En lo que a mí respecta, considero que ésta formación fue de las mejores, si no la mejor, del buen número de personalidades que pasaron por sus filas. Para mí, insisto, la formación compuesta por Napoleon Murphy Brock a los vientos y voces, Ruth Underwood a las percusiones, marimbas, vibes etc, Chester Thompson (futuro Genesis) a la batería, Tom Fowler al bajo, George Duke a los teclados y voces y Frank a la guitarra y voz, es un combo irrepetible. Las composiciones sonaban como nunca y en directo fueron una máquina impresionante: el doble live Roxy and Elsewhere, del que ya hablaremos, es una muestra de ello, porque muchos temas impresionantes de éste disco, no fueron grabados en estudio en su momento.

El “talla única” que nos ocupa, fue probablemente uno de los álbumes más vendidos de estos Mothers de los 70. También para muchos estamos hablando del mejor disco de Frank Zappa y de toda su discografía. No quiero aventurarme en una calificación tan rotunda, aunque lo que sí que es cierto es que nos encontramos ante una de sus obras maestras. One size Fist All fue el primer vinilo que tuve de Frank Zappa. No es casualidad. En 1975 Zappa estaba de moda entre los freaks que nos gustaba la música desafiante. La primera escucha es de esos momentos que se graban en la memoria. Nueve cortes componen un disco ecléctico en el que confluyen todos los “estilos” del estilo zappiano: Clasicismo avandgarde, Jazz, blues rock, fusión inclasificable y locura vocal a raudales. Desde la soberbia Inca Roads, tema para la eternidad, pasando por el tremendo solo de Frank en Po-jama People, a la delirante y enrevesada Florentine Pogen, la rockera locura de San Ber´dino, esa maravilla llamada Andy más las dos breves versiones de Sofa, y alguna pieza-puente, nos encontramos con álbum que sabe a poco. 42 minutos que se acaban demasiado pronto, que han amueblado tu cabeza con una arquitectura compleja y fluida a la vez. Hasta los más acérrimos detractores de Zappa, que los hay y muchos, no han tenido las suficientes narices de cargarse este disco. La música apabulla hasta al más escéptico y al más cazurro y no es para menos. Como era costumbre en él, hay algún añadido en directo como el solo de Inca Roads. Está tan bien hecho que ni lo notas. No tener éste disco es dejar coja tu discografía. No te digo más.

Temas

Inca roads 00:00

Can't afford no shoes 08:45

Sofa no. 1 11:24

Po-jama people 14:04

Florentine Pogen 21:43

Evelyn, a modified dog 27:10

San Ber'dino 28:15

Andy 34:12

Sofa no. 2 40:16

FRANK ZAPPA: ZOOT ALLURES (1976)

1975 terminó con una gira al lado de su amigo Don Van Vliet – corazón de vaca y el resultado fue el álbum live Bongo Fury. También fue el final definitivo de los Mothers Of Invention. Desconozco los motivos y supongo que otras publicaciones ya se habrán encargado de ello pero conociendo al personaje, una banda estable no era cosa fácil y agotaba con facilidad la paciencia de sus músicos.

A partir de 1976 todas sus futuras bandas y proyectos iban a rubricarse con su apellido por si había dudas de su poder absoluto. Llega Zoot Allures y se rodea de músicos jóvenes y altamente preparados. Pero el resultado no iba a ser el esperado ni un digno sucesor del “talla única”. En general el nuevo disco va a ser mucho más simple y pesado, con una inclinación más endurecida hacia el rock. 1976 ya fue el aviso y el canto del cisne de lo que yo denomino “música imaginativa. Los punkys y los nuevaoleros ya apuntaban maneras, al principio de manera tímida, en los siguientes años barrerían todo lo que sonase a música inteligente. Zappa no fue del todo ajeno a las nuevas corrientes y su música daría concesiones, aunque evidentemente para burlarse de ellas. Sin embargo esas bromas-concesiones dejaban el resquicio de la duda al oyente ya habituado a exigir cierto nivel en la composición de su trabajo. Zoot Allures no tuvo el nivel que se esperaba y se me antoja como un disco de transición. En definitiva un álbum algo mediocre que en términos generales se hace gris y pesado.

“La tortura nunca acaba” es la pieza estrella. Nueve minutos de blues rock lineal con lamentos y gritos sadomasoquistas femeninos incluidos y con un largo solo zappero en toda regla. Algunos instrumentales como Black Napkins o Zoot Allures mantienen el interés y aunque buenos instrumentistas de la Talla de Terry Bozzio o Eddie Jobson, hacen su debut de forma encomiable, se echan en falta otros tiempos de mayor imaginación y chispa. Un disco para fans juramentados y poco más.