¿Cuántas veces en nuestra vida hemos escuchado una canción y nos ha hecho sentir de una manera indescriptible? ¿Cuántas canciones nos han hecho llorar, ponernos alegres, sentir melancolía, hacer que se nos erizase la piel, etc.?
Pues Jethro Tull de seguro que tiene más de una treintena de temas que consiguen todo eso.
Un grupo que ya causó sensación en su actuación en el Sunbury Jazz & Blues Festival en 1.968 no podía ir mal desencaminado en el mundo en el que se quería meter.
"Stand Up" apareció en el '69 y definitivamente conquitaron a todo el mundo con joyas de la talla de "Living in the Past", "Nothing is Easy", la grandiosa "Bourée" y "We Used to Know", que luego sería copiada descaradamente por los Eagles para su "Hotel California"...en vez de demandarles, Anderson prefirió que la banda le invitase a cenar como disculpa.
Y precisamente este hombre, de inimitable ingenio e inagotable versatilidad, es el principal culpable de haber creado unas sinfonías tan perfectas, unos álbumes tan míticos y de haber puesto a Tull como una de las mejores...no, quizá sea la mejor, banda de "rock" de la historia; en mi opinión por encima de los Stones, los Zeppelin y los Beatles.
Porque eso es Jethro Tull, un grupo que a lo largo de sus muchos lustros de carrera han creado piezas indispensables de la música, como son "Minstrel in the Gallery" ('75), "Thick As a Brick" ('72), "The Broadsword and The Beast" ('82), "Dot Com" ('99) o "Crest of a Knave" ('87), y han sido influencia para otras incontables formaciones, independientemente de si practicaban su mismo estilo.
Tras el progresivo y muy "rockero""Benefit", se meten en el estudio Island Records con algunas ideas en la cabeza de lo que tenía que ser su próxima joya, y, con un ambiente de trabajo muy duro por las condiciones del lugar, el guitarrista Martin Barre se puso a trabajar en un "riff" que le resultaba pegadizo mientras en otra parte de aquel mismo estudio de grabación Jimmy Page componía su "Stairway to Heaven"...mucha casualidad como para que dos obras maestras de la música estuviesen componiéndose al mismo tiempo.
Pero sí, allí estaba Barre, conformando un tema para la posteridad y que formaría parte de un LP histórico que también llevaría su nombre: "Aqualung".
Ian Anderson juró y perjuró que éste no era un disco conceptual, aunque muchos se empeñasen en verlo así. En realidad no lo es, pero parece que las desenfadadas y críticas letras que Anderson escupía al mundo, quejándose de la religión y de la permisividad establecida en una sociedad corrompida, estaban hilvanadas creando una historia propia, aunque difuminadamente, ya que el cantante realizaba esas críticas por medio de la sátira y una visión muy irreverente. Con esa perspectiva se consiguen juntar once temas inolvidables, todos de escucha obligatoria, para comprender lo que este trobador inglés de larga barba y despeinada melena quería mostrarnos.
Elementos de "rock", "folk", "blues" y hasta retazos de música clásica cabían en el vaso de Tull, bien demostrado en las más "rockeras""Hymn 43", destructiva crítica hablando de un Dios que "sonríe a su hijo mientras está ocupado con sus juegos, sus mujeres y su pistola", y "Cross-Eyed Mary", que trata de una joven prostituta sometida a hombres degenerados como el vagabundo del cual habla la primera canción del disco.
Luego están las más suaves. Con la originalidad de una pintura isabelina, Anderson muestra en "Mother Goose" la historia que narra como alguien pasa por la feria de Hampstead y se encuentra con una mujer barbuda, elefantes, chicas de colegio, un hombre de nieve, la madre ganso del título y hasta a "Long" John Silver, pero que en realidad es una oda a la angustia adolescente de existir en una sociedad donde prima una educación tan estricta...¿quién más hubiera sido capaz de escribir algo así?
Y también deslumbran aquellas perlas acústicas de no más de dos minutos, pero con suficiente belleza como para no obviarlas: "Cheap Day Return", "Slipstream" y la mejor, "Wondering Aloud", donde la aterciopelada voz de Anderson se cruza de nuevo con su lado más divertido en la extraña "Up to Me", que comienza con unas tontas risas para dar paso a esa flauta travesera tan vivaracha y al ritmo de Hammond/Bunker difícil de coger a la primera, ya que de por medio también se mete como pidiendo protagonismo la guitarra eléctrica de Barre.
Como siempre se ha dicho que lo mejor es para el final...efectivamente, las cuatro mejores piezas se dejan para el final:
-Empezando por "Wind-Up", que nos cuenta la vida que Anderson llevaba cuando era obligado a seguir las enseñanzas de la religión por sus estrictos padres y por la escuela, se nos da una pausada introducción de lo que el cantante nos está narrando para dos minutos después modular su voz hacia tonalidades más agresivas y meterse la parte "rockera"; luego, en el 4:21 vuelve el piano de John Evan y la parte pesada, acabando de forma memorable el disco.
-"My God" es uno de los más grandes temas que se hayan compuesto en el "rock". Comienza con un fino rasgueo de guitarra y un Anderson descontento en extremo con la hipocresía de la "sangrienta Iglesia de Inglaterra", para juntarse una virtuosa flauta con una guitarra que entona pinceladas de "blues" y, en el minuto 3:26, dejarle el protagonismo absoluto otra vez a la flauta. La ejecución de Anderson durante ese minuto y medio siguiente es espectacular, donde también se meten en el ajo un coro de voces escalofriante, y deja para la posteridad una canción histórica, de indiscutible belleza, una de las más grandes, con el cantante advirtiéndonos en sus últimos versos que "estaréis rezando, hasta el próximo jueves, a todos los dioses que podáis contar".
-"Locomotive Breath" es, quizá, el más famoso de Jethro Tull y el que no puede faltar cuando hacen una actuación, ya que el público siempre desea escucharla. Es otra de aires "rockeros" y con un doble sentido en su letras que más vale mirársela, y escuchar muchas veces, porque ese solo contagioso de flauta se pegará en los oídos de los receptores para no irse jamás.
-Y, para terminar, la que da comienzo a todo este viaje sideral, una de las míticas, de las que, con sólo 10 veces de escucha, no es suficiente. Y esa es "Aqualung".
El trabajo de fotógrafa de Jennie Anderson le vino muy bien a Ian, porque le sirvió para crear la temática del tema estrella del álbum: un pobre sentado en el banco de un parque "observando con muy mala intención a chicas jóvenes". La parte más "rockera" hace que le cojas asco al personaje, pero el cambio a un suave y melancólico ritmo en el minuto 1:03 hace que sientas lástima de ese pobre individuo: "el Sol está descargando con frío sobre un hombre viejo que deambula solo...pasando el rato del único modo que sabe. La pierna le está doliendo cuando se inclina para recoger a un perro casi muerto...se va al riachuelo y calienta sus pies...".
Es tan triste que da escalofríos.
Pero tras esa pausa comienza la parte más veloz, donde Anderson se encoleriza y repite los mismos versos de antes aunque desde la rabia. Y entonces llega ese solo de poco más de un minuto que te sube la tensión a la primera escucha; Martin Barre está formidable ejecutando unas crudas notas y dejando paso al vocalista que vuelve con su guitarra acústica pidiendo calma, pero cuando regresamos al sonido pesado del principio, Anderson nos hace recordar que el pobre del que nos ha hablado toda la canción es un desecho social...y así es como nos lo hace ver su sociedad.
Disco inmortal de la historia del "rock" y auténtico bombazo en la época, llegando a multiplatino, colocándose en el 4.º puesto en las listas británicas y consagrando a la banda sólo tres años después de su aparición. Todo eso y mucho más es "Aqualung", porque hay que poner bien el oído para quedarse con sus matices musicales y con su mensaje, en especial.
Llegando a las 7.000.000 de copias, es su más exitoso álbum y, tras "Thick As a Brick", el que mejor demuestra la cohesión y compenetración de sus músicos, y de los elementos de "folk" y "hard rock" de una manera tan coherente.
Todos celebraron la llegada del "Aqualung". La "prestigiosa" Rolling Stone dijo "Tull es uno de nuestros más inteligentes grupos, y la elección de la temática de "Aqualung" es testigo de ello"; Melody Maker opinó ""Aqualung" es sin duda el álbum más significativo de Jethro Tull hasta la fecha", y Sounds dejó claro que "Este álbum es un trabajo redondo, y viene de un grupo que era considerado sólo como "banda de directo". Mejoran a cada momento que pasa".
Estando de acuerdo, era lo mejor que se había hecho por aquel 1.971, y eso que en ese año a cientos de bandas (Uriah Heep, Mountain, Deep Purple, Black Sabbath, Leaf Hound, FACES...) les dio por sacar discos, pero no con el mismo acierto.
Aunque la cosa fue a más y al año siguiente nos pusieron en la cara "Thick As a Brick"...pero ya se hablará de eso en otro momento, porque ese es un disco que necesita su propia reseña...
Pues Jethro Tull de seguro que tiene más de una treintena de temas que consiguen todo eso.
Un grupo que ya causó sensación en su actuación en el Sunbury Jazz & Blues Festival en 1.968 no podía ir mal desencaminado en el mundo en el que se quería meter.
"Stand Up" apareció en el '69 y definitivamente conquitaron a todo el mundo con joyas de la talla de "Living in the Past", "Nothing is Easy", la grandiosa "Bourée" y "We Used to Know", que luego sería copiada descaradamente por los Eagles para su "Hotel California"...en vez de demandarles, Anderson prefirió que la banda le invitase a cenar como disculpa.
Y precisamente este hombre, de inimitable ingenio e inagotable versatilidad, es el principal culpable de haber creado unas sinfonías tan perfectas, unos álbumes tan míticos y de haber puesto a Tull como una de las mejores...no, quizá sea la mejor, banda de "rock" de la historia; en mi opinión por encima de los Stones, los Zeppelin y los Beatles.
Porque eso es Jethro Tull, un grupo que a lo largo de sus muchos lustros de carrera han creado piezas indispensables de la música, como son "Minstrel in the Gallery" ('75), "Thick As a Brick" ('72), "The Broadsword and The Beast" ('82), "Dot Com" ('99) o "Crest of a Knave" ('87), y han sido influencia para otras incontables formaciones, independientemente de si practicaban su mismo estilo.
Tras el progresivo y muy "rockero""Benefit", se meten en el estudio Island Records con algunas ideas en la cabeza de lo que tenía que ser su próxima joya, y, con un ambiente de trabajo muy duro por las condiciones del lugar, el guitarrista Martin Barre se puso a trabajar en un "riff" que le resultaba pegadizo mientras en otra parte de aquel mismo estudio de grabación Jimmy Page componía su "Stairway to Heaven"...mucha casualidad como para que dos obras maestras de la música estuviesen componiéndose al mismo tiempo.
Pero sí, allí estaba Barre, conformando un tema para la posteridad y que formaría parte de un LP histórico que también llevaría su nombre: "Aqualung".
Ian Anderson juró y perjuró que éste no era un disco conceptual, aunque muchos se empeñasen en verlo así. En realidad no lo es, pero parece que las desenfadadas y críticas letras que Anderson escupía al mundo, quejándose de la religión y de la permisividad establecida en una sociedad corrompida, estaban hilvanadas creando una historia propia, aunque difuminadamente, ya que el cantante realizaba esas críticas por medio de la sátira y una visión muy irreverente. Con esa perspectiva se consiguen juntar once temas inolvidables, todos de escucha obligatoria, para comprender lo que este trobador inglés de larga barba y despeinada melena quería mostrarnos.
Elementos de "rock", "folk", "blues" y hasta retazos de música clásica cabían en el vaso de Tull, bien demostrado en las más "rockeras""Hymn 43", destructiva crítica hablando de un Dios que "sonríe a su hijo mientras está ocupado con sus juegos, sus mujeres y su pistola", y "Cross-Eyed Mary", que trata de una joven prostituta sometida a hombres degenerados como el vagabundo del cual habla la primera canción del disco.
Luego están las más suaves. Con la originalidad de una pintura isabelina, Anderson muestra en "Mother Goose" la historia que narra como alguien pasa por la feria de Hampstead y se encuentra con una mujer barbuda, elefantes, chicas de colegio, un hombre de nieve, la madre ganso del título y hasta a "Long" John Silver, pero que en realidad es una oda a la angustia adolescente de existir en una sociedad donde prima una educación tan estricta...¿quién más hubiera sido capaz de escribir algo así?
Y también deslumbran aquellas perlas acústicas de no más de dos minutos, pero con suficiente belleza como para no obviarlas: "Cheap Day Return", "Slipstream" y la mejor, "Wondering Aloud", donde la aterciopelada voz de Anderson se cruza de nuevo con su lado más divertido en la extraña "Up to Me", que comienza con unas tontas risas para dar paso a esa flauta travesera tan vivaracha y al ritmo de Hammond/Bunker difícil de coger a la primera, ya que de por medio también se mete como pidiendo protagonismo la guitarra eléctrica de Barre.
Como siempre se ha dicho que lo mejor es para el final...efectivamente, las cuatro mejores piezas se dejan para el final:
-Empezando por "Wind-Up", que nos cuenta la vida que Anderson llevaba cuando era obligado a seguir las enseñanzas de la religión por sus estrictos padres y por la escuela, se nos da una pausada introducción de lo que el cantante nos está narrando para dos minutos después modular su voz hacia tonalidades más agresivas y meterse la parte "rockera"; luego, en el 4:21 vuelve el piano de John Evan y la parte pesada, acabando de forma memorable el disco.
-"My God" es uno de los más grandes temas que se hayan compuesto en el "rock". Comienza con un fino rasgueo de guitarra y un Anderson descontento en extremo con la hipocresía de la "sangrienta Iglesia de Inglaterra", para juntarse una virtuosa flauta con una guitarra que entona pinceladas de "blues" y, en el minuto 3:26, dejarle el protagonismo absoluto otra vez a la flauta. La ejecución de Anderson durante ese minuto y medio siguiente es espectacular, donde también se meten en el ajo un coro de voces escalofriante, y deja para la posteridad una canción histórica, de indiscutible belleza, una de las más grandes, con el cantante advirtiéndonos en sus últimos versos que "estaréis rezando, hasta el próximo jueves, a todos los dioses que podáis contar".
-"Locomotive Breath" es, quizá, el más famoso de Jethro Tull y el que no puede faltar cuando hacen una actuación, ya que el público siempre desea escucharla. Es otra de aires "rockeros" y con un doble sentido en su letras que más vale mirársela, y escuchar muchas veces, porque ese solo contagioso de flauta se pegará en los oídos de los receptores para no irse jamás.
-Y, para terminar, la que da comienzo a todo este viaje sideral, una de las míticas, de las que, con sólo 10 veces de escucha, no es suficiente. Y esa es "Aqualung".
El trabajo de fotógrafa de Jennie Anderson le vino muy bien a Ian, porque le sirvió para crear la temática del tema estrella del álbum: un pobre sentado en el banco de un parque "observando con muy mala intención a chicas jóvenes". La parte más "rockera" hace que le cojas asco al personaje, pero el cambio a un suave y melancólico ritmo en el minuto 1:03 hace que sientas lástima de ese pobre individuo: "el Sol está descargando con frío sobre un hombre viejo que deambula solo...pasando el rato del único modo que sabe. La pierna le está doliendo cuando se inclina para recoger a un perro casi muerto...se va al riachuelo y calienta sus pies...".
Es tan triste que da escalofríos.
Pero tras esa pausa comienza la parte más veloz, donde Anderson se encoleriza y repite los mismos versos de antes aunque desde la rabia. Y entonces llega ese solo de poco más de un minuto que te sube la tensión a la primera escucha; Martin Barre está formidable ejecutando unas crudas notas y dejando paso al vocalista que vuelve con su guitarra acústica pidiendo calma, pero cuando regresamos al sonido pesado del principio, Anderson nos hace recordar que el pobre del que nos ha hablado toda la canción es un desecho social...y así es como nos lo hace ver su sociedad.
Disco inmortal de la historia del "rock" y auténtico bombazo en la época, llegando a multiplatino, colocándose en el 4.º puesto en las listas británicas y consagrando a la banda sólo tres años después de su aparición. Todo eso y mucho más es "Aqualung", porque hay que poner bien el oído para quedarse con sus matices musicales y con su mensaje, en especial.
Llegando a las 7.000.000 de copias, es su más exitoso álbum y, tras "Thick As a Brick", el que mejor demuestra la cohesión y compenetración de sus músicos, y de los elementos de "folk" y "hard rock" de una manera tan coherente.
Todos celebraron la llegada del "Aqualung". La "prestigiosa" Rolling Stone dijo "Tull es uno de nuestros más inteligentes grupos, y la elección de la temática de "Aqualung" es testigo de ello"; Melody Maker opinó ""Aqualung" es sin duda el álbum más significativo de Jethro Tull hasta la fecha", y Sounds dejó claro que "Este álbum es un trabajo redondo, y viene de un grupo que era considerado sólo como "banda de directo". Mejoran a cada momento que pasa".
Estando de acuerdo, era lo mejor que se había hecho por aquel 1.971, y eso que en ese año a cientos de bandas (Uriah Heep, Mountain, Deep Purple, Black Sabbath, Leaf Hound, FACES...) les dio por sacar discos, pero no con el mismo acierto.
Aunque la cosa fue a más y al año siguiente nos pusieron en la cara "Thick As a Brick"...pero ya se hablará de eso en otro momento, porque ese es un disco que necesita su propia reseña...
Temas
1 Aqualung 0:00
2 Cross-Eyed Mary 6:37
3 Cheap Day Return 10:47
4 Mother Goose 12:12
5 Wond'ring Aloud 16:07
6 Up To Me 18:02
7 My God 21:20
8 Hymn 43 28:32
9 Slipstream 31:51
10 Locomotive Breath 33:08
11 Wind-Up 37:34
Formación
Ian Anderson : voz, faluta, guitarras
Martin Barre : guitarra
Clive Bunker : batería
John Evans : teclados
Jeffrey Hammond-Hammond: bajo