Este fue uno de los típicos discos extraños y aislados que sucedieron a la desbandada de las bandas clásicas de Canterbury. Los 80´s confundieron a muchos grandes músicos sin saber muy bien que hacer: si continuar haciendo buena música como camino directo a la burla y a la ruina…o embarcarse en experimentos snobs para ver si cuela, retirarse (lo más sensato), o directamente ir a asegurarse la pasta tocando las tendencias de la moda fácil y las macarradas del momento. En la década anterior era relativamente más sencillo ganarse la vida haciendo y tocando la música que a uno le gustaba. Al principio de los 80´s eso era imposible. O seguías la política de las grandes compañías discográficas o date por muerto. Muchos tiraron la toalla para ser honestos y otros continuaron a contracorriente con valentía, pero trabajando a la vez en otra cosa para poder comer. El mundo de la música y el arte en general es ingrato. Si hoy día haces tu música, ten por seguro que la vas a escuchar tú, tu gato, el canario o tu perro y date por privilegiado.
Tras la experiencia fallida del Grupo de Dave Stewart y Pip Pyle como “Rapid Eye Movement” que duró de 1980 a 1981 y sin un triste álbum en estudio, salvo alguna piratada de sonido horrendo, nuestros Canterbury men se embarcan a grabar y tocar con fulano y mengano entre colaboraciones aisladas. Lo hicieron prácticamente toda la peña de músicos del sonido Canterbury y a decir verdad alguna joya perdida quedó en el camino.
Bajo el estúpido nombre de los Ghoulies, supongo que por la peliculilla infantil de moda, esta mitad de los Ex Hatfield and the North y National Health se unen con el guitarrista y voz Charlie Summers. Este señor canta muy parecido a Richard Sinclair y este disco en formato canciones, suena como una especie de remodelado light de los Hatfield And The North. El disco se graba en Cardiff con músicos galeses. Tuvieron el apoyo de John Peel, conocido por estar siempre metido en fregaos de sesiones y vendieron la discreta cifra de 3000 copias (que ya me habría gustado a mí y a mi banda en aquella época!!).
Hubo más pena que gloria claro está y esta grabación pasó desapercibida por equivocarse de época. No voy a negar el encanto de este trabajo porque es todavía agradable oír los teclados del bueno de Stewart, pero da la sensación que la palabra “progresivo” ya empezaba a molestar al teclista, que años más tarde y haciendo chorraditas pop con su esposa Barbara Gaskin, renunciaría por completo de su pasado progre-rock-fusión-jazz a la Canterbury. Muy triste.
En cuanto al disco son piezas cortas, no exentas de las nuevas corrientes, pero tratadas con el toque de humor y retorcidas melodías bastante bien trabajadas. Hay ecos del primer Wyatt por algún sitio y algún toque Caravan festivo que por entonces sacaron un disco bastante mediocre llamado The Album y algo mejor el siguiente Back To Front. En general es un álbum algo extraño…un querer y no poder o al contrario. Unos años antes un grupo de Canterbury no habría grabado algo así. A veces parece que quieren arrancar pero se quedan cortitos, como si tuviesen reparos en lanzarse instrumentalmente, de ahí la corta duración de las canciones, a veces sorprenden, pero como dura poco la alegría en la casa del pobre, no coronan en ningún momento. La mejor pieza Look Mum No Hands nos trae recuerdos de otros tiempos, pero solo eso. Un disco exclusivo para coleccionistas del estilo británico.
Alberto Torró
Temas
A1 Listening To My Neighbour Singing
A2 Sexist Conversation
A3 Social Workers
A4 Hollow Cost
A5 Make Sure Your Garage Is Large Enough
B1 Stabbing Cats
B2 CS's
B3 Look Mum No Hands Parts 1-3
B4 A Large Lounge And Yawn
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias