Como anexo a la "Grobschnitt - history" que se está marcando Alberto Torro cada semana, os traigo a su más carismático miembro en solitario. Ya he hablado en más de una ocasión de la importancia de los batería - sintetistas en el desarrollo de la kraut music, sección electrónica. Hasta Alberto es uno de ellos!
Joachim Heinz Ehrig, más conocido como Eroc, Ya llevaba sus buenos años vapuleando baquetas en el seno de Grobschnitt. Pero en 1975 edita su homónimo debut en el histórico sello Brain. Un disco que había trabajado en su home studio del 70 al 74. En él arrincona un poco la batería para centrarse en su otro amor, los modulares y sintetizadores del momento. Captando perfectamente la nueva onda experimental surgida en su tierra: Cluster, Kraftwerk, Harmonia o Tangerine Dream le sirven de modelo estilístico para sus fértiles ideas en un nuevo campo sin puerta alguna.
"Kleine Eva" (12'02) es un elegante ejercicio de tranquila progresión melódica, con bellos pasajes que se acercan a los mencionados Harmonia o a los Kraftwerk de "Ralf & Florian". Transmite unas buenas vibraciones positivas muy de agradecer.
Secuenciadores desbocados nos llevan a una "spoken word joke" típica en el humor de Eroc, con la corta quedada "Toni Moff Mollo " (0'48). La cara B nos ofrece otro aperitivo con "Die Musik vom Olberg" (1'13), con melodía estilo Roedelius acompañada por un plato, así de escueto se muestra Eroc con sus drums.
Del 75 al 87 Eroc se marca cinco álbumes que constituyen el núcleo de su carrera en solitario. Contando además con posteriores trabajos y colaboraciones con otros músicos.
Un tipo inquieto, bromista y simpático, válido en diversas facetas, estilos e instrumentos. Demostró que tenía más vida artística que ofrecer, al margen de su nave nodriza, los inolvidables Grobschnitt.
J.J. IGLESIAS
"Des Zauberers Traum" (5'22) es un desbarre cósmico como mandan los cánones. Escuela de Berlín galore y secuenciación tangerina derrochando introspección mística que ríase usted de los monjes Lama automomificados.
Secuenciadores desbocados nos llevan a una "spoken word joke" típica en el humor de Eroc, con la corta quedada "Toni Moff Mollo " (0'48). La cara B nos ofrece otro aperitivo con "Die Musik vom Olberg" (1'13), con melodía estilo Roedelius acompañada por un plato, así de escueto se muestra Eroc con sus drums.
Al fin coge la batería para acompañar "Norderland" (6'26), además de ácida guitarra y teclamen diversos, todo tocado por nuestro hombre. En un efecto resultante similar a una secuencia spaghetti -western del tío Tarantino.
Voces procesadas por delay sirven para abrir "Horrorgoll" (6'36), utilizando lo conseguido como un efecto electrónico de estudio más. No olvidemos que paralelamente a su carrera en solitario y como miembro de Grobschnitt, comienza también un exitoso capítulo como productor e ingeniero. Ésta pieza es la más experimental. Que se centra en la exploración de sonidos más que en melodías preconcebidas. El estudio de grabación como un instrumento global más. Otro de los factores principales de la filosofía kraut.
Vuelve a hacer uso de la "Morricone-guitar " en "Sternchen" (3'37), acompañada de "dronismos analógicos " no muy alejados del radio de acción de Achim Reichel. Guitarrea al revés y antigravita como el mejor Edgar Froese.
Del 75 al 87 Eroc se marca cinco álbumes que constituyen el núcleo de su carrera en solitario. Contando además con posteriores trabajos y colaboraciones con otros músicos.
Un tipo inquieto, bromista y simpático, válido en diversas facetas, estilos e instrumentos. Demostró que tenía más vida artística que ofrecer, al margen de su nave nodriza, los inolvidables Grobschnitt.
J.J. IGLESIAS
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