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Rockliquias en los 80: 1.983 Part. 1 (colaboración Christian Jiménez)

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Seguimos avanzando.


En esta lista de 1.983, en contraposición con la anterior, ya aparecen discos más significativos, más conocidos e internacionalmente valorados de la Historia del "rock":





        -Salidos de las entrañas de Sheffield, al Norte de Inglaterra, despuntaron los Def Leppard, unos chicos que hacían "hard rock" a lo AC/DC con un añadido de glamour derivado de su comercialidad, de su melodía y comenzando por ser un estandarte de la N.W.O.B.H.M. al ser producidos por Tom Allon.
Ningún álbum está de más en su discografía, pero el definitivo es este, uno de esos discos que hay que escuchar para saber qué eran los '80. El 20 de Enero se confirmaría su total ruptura con el movimiento musical en el que los medios les encasillaron y su ansia por triunfar en EE.UU. con "Pyromania".





Este es un plástico donde cada canción es imprescindible, con esa mezcla adictiva entre "hard rock" y retazos "pop", un sonido mucho más pulido que el anterior "High 'n' Dry", cortesía del genio "Mutt" Lange, un estilo que rebosa elegancia y contundencia y una banda en estado de gracia que crearía una nueva forma de hacer "rock".

Todo el mundo quería sonar como el quinteto inglés, pero nadie podría llegar a igualar "Pyromania". Porque en el fondo era "hard rock" hecho para las listas, pero era el total lo que contaba, el resultado final al que contribuyeron Lange en la producción y Thomas Dolby a los teclados. La dura "Rock, Rock!, till you Drop!" podría haber sido de AC/DC, la coreable "Comin' Under Fire" podría estar en la discografía de Foreigner, y temas del palo de "Action, not Words!", "Photograph" o "Rock of Ages" encajaban perfectamente en el "rock" de la época, pero era ese "algo" que tenía Leppard; era un "feeling" indescriptible, el mismo que hizo que su "heavy metal" británico llegara a las masas americanas.



"Pyromania" era el empujón que el género necesitaba y así acabó alcanzando la 2.ª posición en el Billboard, la 4.ª en Canadá (jocoso que sólo llegara a la 18.ª en Inglaterra, pero es que esto estaba dirigido al pastel americano) y sacándose Séxtuple Platino en la época, que no estuvo nada mal.
En conclusión, hicieron historia.


        -Venían de mitad de los '70 teloneando a gente como Van Halen en la escena del "glam" que había en L.A. y con Randy Rhoads en sus filas. Pero sus dos discos a finales de la década no es que consiguiesen un éxito abrumador.


Tuvieron que transcurrir cinco años para que este grupo llegase con una nueva alineación y a principios de los '80 dejaron tieso al Mundo entero cuando su maníaco de camisa de fuerza de color rojo y máscara de metal se coronaba en el n.º 1 del Billboard desbancando al "Synchronicity" de Police y con el prestigio de ser el primer álbum de "heavy metal" que llegaba a la primera posición en las listas americanas.




Así "Metal Health", que salió el 11 de Marzo, se convirtió en uno de los más emblemáticos plásticos de "rock/heavy" de la Historia, llegando a multiplatino en EE.UU. y Canadá, y Quiet Riot despegaron como el Challenger (lástima que, poco tiempo después, les pasara lo mismo que al cohete).


El éxito, sobre todo, se basaba en el impacto que causaron la versión de SLADE del "Cum On! Feel the Noize!", que llegó al 5 en los Billboard Hot 100, y el tema que da título al disco, que se puso en la 31.ª posición.




Pero no están sólo esos dos clásicos; el disco entero mezclaba matices de puro e inclemente "heavy metal" con la comercialidad que arrastraban Quiet Riot desde los '70, haciendo que convergieran muy bien puñetazos como "Breathless" o "Battle Axe/Let's Get Crazy!", donde la voz del vocalista  Kevin DuBrow sonaba agresiva como pocas y los "riffs" de Cavazo podían incinerar al oído más incauto, con los melódicos "Don't Wanna Let you Go" y "Slick Black Cadillac" o ese apoteósico broche de oro que es la balada "Thunderbird", donde podíamos ver cuan versátil era la garganta de DuBrow.


En fin, que si hay que nombrar discos de "heavy metal" definitivos de los '80, éste no puede faltar por nada del mundo.


       -El grupo más grande de "rock" progresivo, Pink Floyd, influencia para decenas de cientos de posteriores bandas, responsable de obras de arte como "The Dark Side of the Moon" (que se quedó en el puesto n.º 2 del Billboard...hasta 11 años más tarde), "Wish you Were Here" y "The Wall", con tres números 1 en EE.UU. y dos en Inglaterra, discos certificados con Diamante y Multiplatino en innumerables países y, lo más importante, capaces de pasar de década a década siempre por todo lo alto, llegaron a 1.983 con "The Final Cut", publicado el 21 de Marzo.


Aquí asistimos a un hito en la historia de la música. Roger Waters se va de Floyd tras este LP y tras 16 años desde aquel "The Piper at the Gates of Dawn", con un trabajo de nuevo conceptual y considerado el primero en solitario de Waters, aunque fuera bajo el nombre de la banda, ya que todos los temas están compuestos por el bajista.


"The Final Cut" no tiene la energía demoledora de "The Wall", sino que se torna más intimista, melancólico, dramático e introspectivo, tratando de manera crítica la guerra y la figura del padre de Waters, fallecido en la 2.ª Guerra Mundial. Todo el álbum se hilvana con sonidos de una belleza, intensidad y delicadeza inconmesurables conducida por la tersa y cálida voz de Waters, siendo ésta acompañada por envolventes teclados, evocadores desarrollos por parte de los instrumentos de orquesta, desgarradores saxofones y nostálgicos punteos de guitarras acústicas y eléctricas.


Cada nota y melodía forma parte de un compendio inmenso lleno de emotividad y una producción de lujo. 43 minutos de disco que alcanzan unas cotas de perfección estremecedoras, desde esas primeras líneas "Dime la verdad, dime por qué Jesús fue crucificado" en "The Post-War Dream" hasta ese vibrante saxofón resonando en "Two Suns in the Sunset".




Waters y Gilmour, que sólo canta en "Not Now, John", el único "single" del disco, nos hipnotizan entre susurros y coléricos alaridos en este broche de oro que anunciaba la inevitable ruptura con el bajista debido a su egocentrismo, consiguiendo número 1 en las listas inglesas, en otras tres internacionales, el 6.º puesto en el Billboard, Doble Platino en EE.UU., Platino en Inglaterra y Oro en otros tantos países.


"The Final Cut" no es el infinito "The Dark Side of the Moon" ni el intrincado "Animals", pero es de Pink Floyd, y es igual de legendario que todos y cada uno de sus álbumes.

La conclusión es la misma: no son de este mundo.



       -El clásico Ford Coupe de 1.933 nunca lució tan bien como lo hizo en la portada del "Eliminator", no el disco más representativo, pero sí decisivo, en la carrera de la banda de Texas de "hard rock" y "blues" ZZ Top, salido el 23 de Marzo al mercado.



Decisivo porque significó un cambio radical en la música del grupo, que siempre se había movido por los senderos del "rock" y "boogie" de regustos setenteros, con influencias sureñas, cosa que empezaba a quedar desfasado al comienzo de la nueva década. Así que tenían que renovarse y llegar a las masas del momento o quedar relegado sólo al público más clásico. Un buen puñado de bandas lo hicieron, ¿y por qué no ellos?


Aquí las raíces se empiezan a abandonar, se aceleran los "tempos", el ritmo se vuelve más contundente, se difumina el bajo, se añaden teclados y con ello se llega a un sonido adictivo, glamuroso y bailable. ZZ Top hizo que todos alucinasen con la nueva orientación New Wave que adoptaron. Pero no New Wave de N.W.O.B.H.M., sino la New Wave de variopintas bandas que le daban al "pop", a la música electrónica, al "disco" o al llamado "art rock" (será por etiquetas), como Talking Heads, Police o Duran Duran.




Se aprecia con facilidad en el uso de los sintetizadores, de los sonidos de discoteca, del resonar que tiene la batería electrónica y de los esquemas sonoros que se repiten en cada canción sólo variando un poco de ritmo, como ocurre en "Got me Under Pressure", "Dirty Dog", "Sharp-Dressed Man" (8.ª posición en el Mainstream Rock) o "I Got the Six". Todas sonaban muy "rockeras", muy agresivas, y pegadizas e innovadoras a la par. "Legs" o "Thug" fueron las más electrónicas (y las menos interesantes, todo hay que decirlo). A destacar "Gimme All your Lovin'", "single" en llegar al 2 en EE.UU., y el intenso "blues""I Need you Tonight", donde no pudieron expresarse mejor unos punteos sensuales y vigorosos en la guitarra de Bill Gibbons. Un tema que con su emocionante estructura nos recuerda a los ZZ Top de antaño.


Los de la vieja escuela les dieron la espalda, los más jóvenes les alabaron (algo que la banda le debe sin duda a la MTV) y el nuevo trabajo arrasó por donde pasó consiguiendo Múltiple Platino en varios países y Diamante en EE.UU.

El trío texano quedó inmortalizado para la posteridad.


       -Ronnie James Dio siempre fue un cantante privilegiado por tener la voz que tenía. Una voz rasgada y agresiva que alcanzaba altos tonos y que parecía tener fuelle para toda la eternidad. Su garganta entonó himnos como "Tarot Woman", "Long Live Rock 'n' Roll" o el "Neon Knights" que hizo con Black Sabbath. Pero ya era el momento de desentonar por su cuenta.


El 11 de Junio salía un álbum que hizo historia. Puede que "The Last in Line" tuviera más éxito, pero este "Holy Diver" fue el mítico, el que confirmó que escuchar a este hombre era un lujo del que muchos se columpiaron para convertir sus propias mediocridades en joyas del "rock". Dio le dio clase y elegancia al "heavy metal" como pocos han sabido darle, y eso es algo indiscutible.


El estilo que vemos es trepidante, épico, donde el vocalista recogió el testigo de RAINBOW y Black Sabbath y facturó un LP de soberbia calidad, uniendo en un fino hilo la energía de los primeros y la oscuridad de los segundos, añadiendo teclados y melodía para resultar accesible, algo palpable en los trallazos "Gypsy", "Straight Through the Heart" y "Stand Up and Shout!" cuando se cruzan con los estandartes que son "Invisible" y "Rainbow in the Dark", que llegó a la 14.ª posición en el Mainstream Rock, o el himno de himnos "Holy Diver".




Dio hablaba de ciencia-ficción, de fantasía, de religión, de la épica, mientras una banda de altura le respaldaba convirtiendo en diamantes musicales cada tema del álbum. Éste llegó al Top Ten en las listas británicas y a una injusta y casi invisible posición en el Billboard (algo que daba igual. Se haría justicia al año siguiente con "The Last in Line"), pero no importó, ya que poco tiempo después alcanzaría el Platino en EE.UU. y el Top Ten de los mejores álbumes de "heavy metal" de todos los tiempos...y es que es algo lógico, no hace falta esforzarse mucho para entenderlo.

Dio puso el Mundo a sus pies aquel verano del '83, lo puso de luto el 16 de Mayo de 2.010 y ya hoy en día es una leyenda que nadie que tenga un poco de oído y gusto será capaz de relegar a un segundo plano. Dios le bendiga.

R.I.P. Ronald James "Dio" Padavona.



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