Pues con éste explícito título traemos por aquí a los norteamericanos Woodsplitter. Proyecto del multiinstrumentista Ben McLeod, afincado en Nashville (kountry-krautie?....). Y guitarrista de los excelentes stoner psychers, All Them Witches.
Desde el 2016 lleva con éste proyecto paralelo McLeod, y la verdad es que no ha parado. Porque este es su quinto trabajo ya. Ben se encarga aquí de guitarras, bajos y batería. Ayudado por Witties Villa en la batería y guitarra. Entre los dos se marcan un hábitat kraut de retro-inspirados momentos y sensaciones.
Se advierte en cuanto pinchamos "Song for Driving" (5'56), que quizá sea un homenaje a "Autobahn". Aunque su motorik ritmo galore y maneras minimalistas bajo-guitarra los acercan más a los primeros Neu!. Ácida electricidad serpenteante en simbiosis con el pulpo-metronomo percusivo. Muy saludable píldora.
"Green" (5'00) comienza como un desquiciado loop bajo-batería en repetición constante, hasta que deciden arrancar con finísima guitar old style a la Michael Karoli o John Cipollina.
"Dose" (7'28) no abandona el característico "machakon - motorik", que hipnotiza y te deja con cara de zombie ido. Música perfecta para una cadena de montaje, o para estar ocho horas en una prensa haciendo los mismos maquinales movimientos......En tiempos me tocó la experiencia, y juro que salía de la fábrica colocado como si me hubiera fumado veinte porracos XXL. El trabajo, esa cosa "tan saludable". Éste tema, de orientación Can, sería la banda sonora perfecta para ese tipo de jornada laboral.
La repetición como expresión. Y aún así, esto suena fluido, y te entra estupendamente. Es el caso de "Fat Head" (5"26), con efectos de guitarra de necesaria pedalera para suplir a los inexistentes teclados. Bien elegidos y condimentados en sincero viaje astral al pasado kraut alemán de sótano húmedo y humareda cannabica.
"Edmond's Dream" (4'40) elige nuevamente las minimales filigranas a lo Michael Rother para desarrollar su "swirl" discurso kaleidoscopico. Volados sí, pero con todo muy bien estudiado. Repito que nunca acabaré de asombrarme, si me dicen en 1978 que escucharía puro kraut rock de Nashville en el 2018. Las carcajadas hubieran sido estruendosas. Pero mira tú, puede ser un signo positivo del futuro actual.
"Sho Gry" (5'11) continúa la psico-hiperactividad mental al pasado, con maquinales riffs y ritmos cuasi industriales, sonidos al revés y más bizarre vibes.
Finalizando con "Song for Flying" (10'23), aquí el ácido eléctrico recupera algo de All Them Witches, reconvertido en hipnotismo repetitivo en lenta metamorfosis, para estar con todos los sentidos bien atentos.......o dejándose llevar a los universos paralelos que Woodsplitter tenga a bien abandonarnos. Aquí los Kraftwerk de mediados 70 son una excelente musa para las experimentaciones del dúo. Siendo uno de los cortes más sobresalientes, no cuesta mucho apreciar que en las distancias largas es donde mejor se expresan éstos pilotos cósmicos. Y que la acotación temporal no ayuda a su música expansiva. Dicho de otro modo, si se olvidan de minutajes de 5 mts y se sueltan la melena, su mantra sonoro lo agradecerá enormemente. En cualquier caso, es un disco muy disfrutable.
J. J. IGLESIAS
Temas
1. Song For Driving 00:00
2. Green 5:56
3. Dose 10:57
4. Fat Head 18:25
5. Edmond's Dream 23:52
6. Sho Gry 28:32
7. Song For Flying 33:44
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