Cuando el olvido de una banda mítica ya era patente y Francia parecía haber archivado para la historia una de sus mejores creaciones musicales surge el imprevisto. Lo que nadie esperaba después de tantos años de silencio. Bien es cierto que Christian Vander y su gente a partir de 1998 se estaban reagrupando como “Les Voix Du Magma” y podéis encontrar alguna grabación al respecto.
Conmemorando los 30 años de la banda, Vander decide hacerlo de forma grandiosa y épica. Nada menos que la primera trilogía, la gran sinfonía de “Theusz Hamtaahk” y sus tres movimientos: el homónimo “Theusz…”, como primera parte, Wurdah Itak como segundo movimiento y la gran “Mekanik Destruktïw Kommandöh”. El evento se grabó en vivo en el 2000 en la sala Trianon de parís. Un teatro para una capacidad de 1.100 personas aproximadamente y con una excelente acústica. Tanto esta sala como Le Tritón serían los centros de reunión en los conciertos de Magma para los nuevos tiempos. Un programa de más de 130 mtos de música mágica completamente reestructurada para la ocasión y gozando de las nuevas tecnologías de grabación. Un regalo indiscutible para los amantes del Zeuhl, reinventándose en una música que en palabras del propio Vander “es eterna”. ¡Ahí es nada!.
Cualquier adjetivo que se me ocurra o se os ocurra a los amantes de esta especialidad tan particular y exclusiva en música está de sobra. No es necesario. El formato es un DVD con la filmación histórica, pero se puede conseguir el audio solamente que es lo que a mí me interesa. En mi opinión un tanto particular es cierto, cuando ves la imagen de los músicos, pierdes cierta atención en el sonido. Yo prefiero oír que ver, y sé que me entendéis lo que quiero decir. Puedes ver a una orquesta en directo tocando una sinfonía, pero yo prefiero “imaginarme esa sinfonía” porque el sonido está en otra dimensión que la imagen despista y aleja la atención real. Es un concepto inverso a una banda de Rock & Roll. Donde ahí sí que la imagen potencia lo que en esencia es una música compositivamente más pobre y convencional. No mal interpretéis mis palabras yo he visto cientos de conciertos y he disfrutado con ellos, pero en el caso de las músicas complejas solo la dimensión de lo abstracto y la imaginación del sonido puro, pueden producirnos el verdadero disfrute del arte más grande que existe. Para eso se hizo la música “para oírla” no “verla”.
El despliegue de personal que presentó esta magnificencia llega a los 14 componentes, sección de viento incluida y miembros de Magma de diferentes épocas. El sonido algo más oscuro de antaño de estas composiciones clásicas, se nos presentan ahora con una claridad y perfección de ejecución intachables. Para mí es música clásica moderna sin ninguna duda. Traspasará el tiempo y las décadas porque es música “de verdad”. A veces no es fácil distinguir lo que es música eterna y música de su tiempo. La música de Magma no tiene tiempo y está hecha para perdurar, como la de Stravinsky, Bartok, Mahler, Copland o Prokofiev. Es exactamente lo mismo. Yo no hago distinciones en este respecto. Ya veremos quien escucha a otros “consagrados” prog modernos dentro de cincuenta o cien años. Aunque también es probable que la música esté prohibida para entonces, lo que no me resultaría extraño dada la involución del mundo hacia la estupidez absoluta, las creencias subnormales y el control totalitario que espera a las nuevas generaciones.
Mientras puedas extasíate con esta música magnífica, a veces despiadadamente hermosa y sublime y no pienses en el futuro. Un futuro que para los que tenemos unos años y el privilegio de lo maravilloso, no nos corresponde. La nada será un bálsamo y espero que los budistas no tengan razón y no nos reencarnemos en nada. Vaya putada
Alberto Torró
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