Reflexiono sobre la historia y desarrollo de la tecnología teclistica a grandes rasgos, y me sorprendo de los extraños resultados. Da la impresión de que se haya recorrido una enorme distancia....En círculos. Nos quedamos prácticamente en el mismo sitio. Me explico.
Si desde los años 30 (y más atrás! ), no se paró de estudiar el efecto eléctrico / electrónico como un instrumento más, si en los 60 se dio el gran paso comercial, y si en los 70 explotó definitivamente, los logros obtenidos desde entonces parecen estancados. Antes de que salten los depredadores electro-nerds. ......ya sé que no. Desde los 70 ha habido tecnología novedosa y que hace más fácil la vida del sufrido teclista, a porrillo. Pero en ese paréntesis de los 80 hasta la actualidad, me atrevería a decir que ha habido más cagadas y palos de ciego que logros. Con el fin de incorporar los ordenadores al sistema de teclados, llegan trastos como el Fairlight y el Sinclavier. Claramente un "quiero y no puedo" porque la ciencia está gateando todavía a ese respecto. De característico (y odioso por saturación), sonido. Llega con ello el digital sound. Fino, enclenque, frío como el pie de la parienta en tu tripa, y tan débil como si tuviera el Dengue. Y en un alarde de impresionante clarividencia, la humanidad despierta de su modorra y descubre que.....anda! Resulta que lo analógico mola mucho más. Vale, los sintes de ahora (en realidad digitales pero de sonoridad viejuna ), son más accesibles, baratos, completos, seguros, fiables y ligeros. Pero son unos "repitemonas" de los originales armatostes de los 70. Un caso similar al vinilo. Porque hace unos años ibas a comprar un sintetizador analógico y se te reían. Como cuando pedias "el último disco de", en vinilo. Ambos casos me han ocurrido. Quién se ríe ahora, pedazo de merluzos?!!!
En ésa loca carrera por llegar al mismo inicio, traemos a Erdenklang. Dúo formado por los austríacos Hubert Bognermayr y Harald Zuschrader, ex teclistas de Eela Craig. El primero, junto al productor del grupo, Ulli Rutzel, ponen en marcha el sello también llamado Erdenklang. Que editará abundante material electrónico en los 80 de Johannes Schmoelling, Jade Warrior, Kristian Schultze o Klaus Prunster.
"Computerakustische Klangsinfonie" ("Sound of Earth - Computer Acoustic Sound Symphony"), fue el tercero de los discos del dúo tras dejar Eela Craig y crear sus propios estudios de grabación. Se trata de una sinfonía tocada enteramente con el nuevo y carísimo trasto de moda, el Fairlight CMI. Y estrenada la obra en el ARS Electrónica Festival 1982, usando cinco computadoras musicales en directo a tiempo real, junto a un ballet. Hay que decir que Hubert Bognermayr fue uno de los fundadores de los festivales ARS Electrónica en 1979. Y que llegó a trabajar estrechamente con Herbert Von Karajan, en la creación de efectos de sonido para alguna de sus óperas. También Mike Oldfield requirió en 1984 los servicios de Erdenklang , como programadores del Fairlight en su "Discovery" Tour.
El disco que hoy traemos supuso una pequeña revolución en los círculos electrónicos, al estar hecho íntegramente por la bicha esa.
"Erdenleicht" (6'11) abre con sonoridades no alejadas de Jean-Michel Jarre (que seguro se apuntó al cacharro también). La elección de sonidos, así como su inteligente construcción, la hacen una pieza muy válida. El sonido del disco es excelente, pues estamos ante uno de los primeros vinilos DMM (Direct Metal Mastering), que sobresalía la acústica electrónica. "Erdentief" (11'18) se presta a la grandilocuencia sinfónica de unos The Enid en su primera etapa, (y hasta guardan similitudes físicas). Otra fantasía electrónica de acertados resultados. No olvidemos que estos dos sintetistas tienen un gusto exquisito, además de venir de una de las grandes bandas del rock sinfónico europeo. La influencia de Walter Carlos es evidente y convincente.
Para el lado B, "Erdung" (6'25) está justo en el límite fronterizo entre el kosmische reflexivo y el coñazo New Age que se avecina. Por fortuna no llega a lo segundo por la inteligencia y competencia del dúo. Nuevamente Jarre como guía descriptiva. "Eden" (6'41) es como una demostración comercial del aparato. Con sonidos a troche y moche, y no todos afortunados, pero es lo que tiene la innovación. Su naturaleza experimental es meritoria de todos modos, y deja un buen sabor en el enfermo cerebelo del oyente. A pesar de que sus ínfulas futuristas hoy produzcan una mueca de risa socarrona. Pero claro, todo es situarlo en el tiempo. "Irden" (4'36) es el último movimiento, con cercanías TD y una sana vena a lo "Oxygene". "CK" fue un álbum lleno de buenas intenciones, aunque a veces no se consiguieran. Los tipos tenían buen gusto y eran unos profesionales del gremio. Wendy Carlos lo alabó como un hito en la "carrera armamentística" de síntesis. Tras este disco forman la Blue Chip Orchestra, editando unos cuantos más. Hubert Bognermayr murió de esclerosis múltiple en 1999. Harald Zuschrader continúa en activo, su último trabajo es "Silent Motion" (2016).
Un buen disco este, en suma, que igual no, mejor, se podía haber hecho con los "gordos análogos sounds" de los Moogs de los 70. Pero así es la moda, y las tendencias del momento. Claramente era una tecnología caduca y hoy, obsoleta. Pero a veces para avanzar un paso, hay que retroceder dos. Y en ello estaban Erdenklang.
J.J. IGLESIAS
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