Este es un álbum de reunión tras nada menos 16 años de parón discográfico. Probablemente ya nadie se acordaba de estos italianos jazzrockeros pero tarde o temprano la cabra tira al monte para los que en algún momento de la vida hemos sido músicos.
Es difícil prescindir de lo que te da vida y eso le pasa supongo que a la mayoría de instrumentistas. No hay nada más triste que escuchar eso de “me he retirado” o “ya estoy mayor”. Evidentemente que si la salud no acompaña no está el cuerpo para verbenas ni jolgorios, pero aun así, lo que fuiste pide volver siempre de alguna forma en todo lo que esté relacionado con la música, al fin y al cabo, lo único decente que ha creado el ser humano. En otros conceptos del arte me reservo la opinión porque al igual que la mala música, me produce alergia ver mierdas colgadas de las paredes, libros idiotas o películas infumables. Es lo que hay.
En “Murales” vuelven a estar la formación original casi al completo: Venegoni, Crovella, Gallesi y Chirico y sí, no tienen la fuerza creativa de la juventud, pero si la experiencia y la elegancia acumulada para hacer un disco de jazz-sinfónico fino y preciso. La portada es horrible desgraciadamente, pero eso es lo de menos. Aunque siempre he considerado lo importante que es el envoltorio. Os puede parecer una tontería por mi parte, pero no escuchas de la misma manera si la portada es hermosa o atrayente. Ya lo dije en alguna ocasión. Es psicológico evidentemente, pero a mí me afecta quizá por mi condición de dibujante, no lo sé.
El sonido de este disco es espectacular en términos de producción y noto que han cuidado la cuestión melódica en perjuicio quizás de mayores efectismos o piruetas instrumentales. Todo está fantástico: teclados, guitarras, batería. Hay dos teclistas por cierto: Beppe Crovella y Marco Cimino y por esta vez han prescindido de instrumentos de viento y han “sinfonizado” bastante el sonido (es lo que tienen los teclados). Las incursiones de hammond de Crovella son aplastantes así como la guitarra clásica y eléctrica de Venegoni más la colaboración del violinista Corrado Trabuio. La forma de composición la encuentro muy diferente. Han cambiado hacia bastantes estilos muy variados pero todos ellos adaptados de manera exquisita. Son músicos de verdad donde la perfección lo implica todo a la hora de enfrentarse a composiciones ya muy alejadas de los macarrillas 80´s y donde el “estilo elegante” sí importa, un poco en ocasiones parten hacia terrenos a lo Pat Metheny y Lyle Mays.
Es un disco largo de más de una hora y al parecer, con el paso de tanto tiempo, tenían un buen material que ofrecer y la escucha se agradece. El trabajo entra solo, sin forzar, de una delicadeza absoluta. Bonito es la palabra.
Alberto Torró
Temas
A1 Arc En Ciel 3:52
A2 2000 7:36
A3 Astortango 4:18
A4 No Fly Zone 4:40
A5 Ali 2:01
B1 Alba Mediterranea 6:32
B2.a Nove Lune Prima 1:05
B2.b Zoetrope 2:34
B2.c Bonaventura Moon 2:01
B3 Terra Incognita 5:48
B4 Strade 4:43
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