La historia de esta veterana banda de Perugia tiene sus peculiaridades. Resulta que su origen data de 1975. En plena eclosión internacional del RPI. Como uno ha vivido las vicisitudes y las sordideces de hacer un tipo de música que dentro de los cánones progresivos fuese lo más original posible, entiendo las complicaciones.
Los San Martino no estaban en una mala época en absoluto. 1975 fue el ecuador del estilo y probablemente su límite de creatividad. Hasta esa fecha la música creció sin límites de originalidad y calidad, pero también fue el comienzo de la curva de bajada. En ese año no éramos conscientes del hervidero progresivo que se gestaba en Italia. En Inglaterra los marcadores ya se ponían en rojo. Pero no olvidemos que a nuestros amados ELP y su Manticore Records les debemos que Italia fuese reconocida a nivel internacional y que su propuesta musical consiguiese el respeto que hoy merece. Las grandes epopeyas sinfónicas ya estaban grabadas. Si uno lo observa desde la perspectiva de la historia, el punto culminante de este estilo fue tan solo un quinquenio. En cinco años se escribió toda la antología progresiva. No estamos hablando de una evolución de décadas como ocurre en otros estilos como la música clásica, el jazz, el folk o la música popular donde están incluidos el rock y el pop. Todo fue muy rápido y casi no dio tiempo de asimilarlo. De ahí vienen muchos de estos problemas de asimilación con esta música. Se hizo muy deprisa. Fue una especie de Big Bang sonoro. Una perturbación en la fuerza si hablamos en términos frikis o de comic. Otra cosa es el eco que ha dejado esa explosión que ya lleva medio siglo de existencia. La historia musical de Europa es la más importante en términos culturales. Asia fue hasta bien avanzado el siglo XX un perfecto desconocido y EEUU sin tener una base musical tradicional fue el modernizador y el que técnicamente puso el jazz, el rock y el blues en nuestras vidas y también fue fundamental en la música moderna contemporánea. Sin embargo, la esencia cultural de todo estaba en Europa: música antigua medieval, música renacentista, barroco, clasicismo, romanticismo, modernismo y vanguardia. Luego vinieron los híbridos. El rock progresivo fue el más importante en términos culturales. Luego la llamada música popular que como el circo romano fue y es el opio del pueblo. Necesaria por otra parte porque el planeta debe estar equilibrado. Hay gente que me dice que el futbol debería estar erradicado. Error fatal. El futbol es un muro de contención. Un juguete fácil de entretenimiento que en caso de quitarlo tendría consecuencias peores que walking dead. En España tenemos algo incomprensible en una mente civilizada como la tauromaquia. No es fácil para una mente europeista ilustrada ya sea anglosajona o darwiniana entender a mi país y sus verguenzas. Pero como siempre me voy demasiado del tema.
El Estado de San Martino tiene una historia muy larga. Idas y venidas y dificultades para grabar un disco en su momento de juventud. Sus comienzos solo dieron un single en 1978. Siendo un caso raro su primer trabajo de larga duración es un live llamado “Alder” y según las referencias que tengo fue grabado en el teatro Zenith de su ciudad en diciembre de 1983 en plena eclosión del neoprog. Un disco olvidado y recuperado en 2006. San Martino es un sexteto. Un modelo de formación que encontramos frecuentemente en el RPI actual. Pero como digo desaparecían por muchos años y luego volvían al ruedo. Debemos considerarlos como una banda actual porque sus trabajos en estudio, así como su estabilidad como banda se encuentra entre 2006 y 2015 por el momento. Más vale tarde que nunca. Ya me gustaría formar una banda progresiva ahora a mis 65 años. Una ilusión que no creo que vea cumplida. Me tendré que exiliar a Italia antes de que los de la reconquista de Vox me pongan una mantilla para ir a misa, me vistan de torero o me manden a currar al valle de los caídos. Joder en Italia tienen a Salvini lo cual tampoco es un buen plan. En estos tiempos de ridículo y maldad sin límites lo mejor sería una nave donde escapar a algún planeta sensato. Hasta el alien me parece un buen chaval al lado de estos. Me cabrea mucho el mundo actual que veo y más ver mi país hacia el abismo. Ya no sirven para nada ni la educación ni los libros. Donde está toda esa buena gente que cantaba Jon Anderson. No deberían ganar los malos. Se lo digo a toda la buena gente.
Bueno en “Alder” encontramos música hermosa, de buenos genes clásicos. Tenemos 12 cuerdas, flauta, finos teclados y voces poéticas. Música lírica y conceptual grabada en una época que no le corresponde ni le hace justicia, pero cuantas veces ocurre esto. Estamos ante una especie de recordatorio entre Genesis via Anthony Phillips y lo mejor de la PFM. En el sonido y la instrumentación se nota que son los 80´s pero la esencia la mantienen lo mejor que pueden para la época en unas composiciones melódicas bien trabajadas. Me encantan las introducciones habladas en italiano gentile, así como el perfume de las canciones amables, delicadas sin un atisbo de bronca. Pero todavía falta que se metan en el estudio para rubricar definitivamente todo su potencial. Para la próxima semana.
Alberto Torró
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