Conocí a éste explosivo grupo de Portugalete en un no menos dinamitero cartel-fiesta presentación de un festival Azkena, en el que compartían tablas con "unos desconocidos" como ellos, Soulbreaker Company, y los tremendos americanos Mother Superior. Ésa noche el diablo bailó. Y yo me compré allí la primera referencia de Last Recordings, éste debut de Hash, sello montado por la promotora del Azkena Rock, Last Tour International.
Formados en 1999, por sus filas han pasado miembros de Extremoduro, Fito y los Fitipaldis (Txus Alday enseñó a tocar la guitarra a Fito), The Flying Rebollos y Los Rotos. Primero como un trío, y quinteto cuando éste álbum salió. Pero será otro estilo el que maneje la música de Hash. Su antesala como Almax Brothers (grupo tributo de Allman Brothers Band), es lo que inspira el repertorio original de Hash. Joseba "Koko" Tapia (batería), Lalo "Sugar" Fandiño (armónica), Iñaki Pérez Larrinaga (voz y guitarras), Txus Alday Roth (guitarra) y Asier Castro (bajo). El disco había sido grabado ya en 2001 con formación de trío más invitados (destacando el órgano). Pero hasta el 2005 no se pondría en circulación con tan buena compañía como lo hicieron para presentarlo. Un álbum que se convirtió en un fijo de mis pinchadas salvajes, cuando quería llegar a un frenesí climático de nivel 10.
"The Light of the Day" nos ofrece southern rock con tropezones rhythm'n'blues, lo que viene siendo la base de Allman Brothers, pero llevada a su terreno. Con órgano preponderante, voz decidida y bien apoyada en coros, y unas guitarras con la fiebre Duane / Dickie en unos mástiles al rojo. El wah wah derrocha mala uva rockera por kilos. Se enlaza con "I'm Down", más en onda Johnny Winter / Stevie Ray Vaughan, con armónica a la Blues Traveller. Rock blues psicodélico que parece facturado en un tugurio de las afueras de Dallas. "Someday Someway", al estilo Robert Gordon, enloquecía a mis feligreses en el Hendrix Bar cuando la ponía al 11, con los primeros rayos del sol.....abierto hasta el amanecer, ya sabes. Puro soul de la Motown se marcan en " A Trail To Live" con pasión, convicción y una instrumentación superlativa, aunque la voz de Iñaki brilla aquí con intensidad nova, siendo la absoluta protagonista.
Volviendo al blues en "One", con la clase heredada de Freddie King y la energía de "At Fillmore" de los hermanos Allman. Para el inicio de "Howling" la sección de ritmo (magnífica) se tira al jazz + scat vocal con raíces sureñas de tono negroide vía Memphis en cada una de sus notas.
"I Can't Leave My Blues Apart" tiene un cierto aire al "Don't Stop" de Fleetwood Mac, que Hash bluesifican bastante más, teniendo en cuenta que "Rumours" ya se había olvidado de su mejor etapa blues. En realidad acaba sonando a los primeros Steve Miller Band, otros que llevaron carrera paralela a los de Mick Fleetwood.
Otra que bebe de los pantanos de Florida es "Blue Eyes". Vaya clase que exhibe éste combo, como si éste fuera su décimo álbum! El piano de Aiert parece Chuck Leavell y la guitarra que le sucede es puro Dickie Betts. Algo realmente inflamable. Un clásico de Sonny Terry y Brownie McGee, "Raise A Ruckus Tonight", - con Fito invitado a la acústica -, es blues rural del Delta de alegre factura y proclive a la fiesta "all night long". Diría que es cosa seria, pero transmite todo lo contrario, cachondeo sin límites. ....Termina la función con "Begin From Zero" , un tema elegante y más sosegado, en la onda de Boz Scaggs.
Lo que se dice un primer disco con clase, que sigo disfrutando hoy, ahora en la intimidad de mi búnker. No tendría continuación hasta "Have A Sweet Hell" (2008) en una línea similar. Si tocan cerca (o lejos) de tu casa y quieres marcarte una buena juerga, yo no me lo pensaría. .....
J. J. IGLESIAS
P.D.: una pena que no se puedan encontrar documentos sonoros de este magnífico disco y por razones de derechos de autor no lo podamos compartir en youtube.
Nota: si te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias