La californiana Lana Lane publica su primer CD en 1995, bajo el título de Love Is An Illusion. Desde ese momento, grabar hermosas e intrincadas obras sonoras de hard sinfónico-progresivo, coloreadas por medio de intensas pinceladas rock melódicas, se ha convertido en una constante en su carrera profesional. Los desarrollos instrumentales, dirigidos por su pareja Erik Norlander –uno de los máximos talentos de las teclas en los años noventa y líder del combo progresivo Rocket Scientists–, están detallados de tal manera que la citada mixtura de géneros queda simplificada en un característico estilo que sirve al proyecto de firma reconocible.
Para cuando este Project Shangri-La sale a la venta, Lana Lane ya tiene un más que respetable número de discos compactos –entre trabajos de larga duración, EP y directos– en el haber de su discografía. Con el paso de los años y el cambio de década, la vocalista ha conseguido mantener ese ambiente orquestal tan aplaudido de su propuesta, esa atmósfera que tan bien recrean los teclados de Norlander.
Entre la lista de músicos que participan en Project Shangri-La, el oyente podrá reconocer la voz de Mark Boals en “(Life Is) Only A Dream” o en el dueto que junto a Lana realiza para la pieza “Time To Say Goodbye”, versión de la composición operística “Con Te Partirò” original de Francesco Sartori y Lucio Quarantotto –popularizada en 1995 por Andrea Bocelli en solitario, y posteriormente a dúo con la soprano británica Sarah Brightman–; a las guitarras, entre otros, se encuentran virtuosos como Helge Engelke (Dreamtide, Fair Warning, Zeno) o Arjen Anthony Lucassen (Ayreon, Ambeon, The Gentle Storm); y no puedo terminar este análisis sin subrayar la labor a la batería de la leyenda Vinny Appice (Black Sabbath, Dio, Rick Derringer, etcétera), que se ocupa de casi la totalidad del elepé con su característico tempo de pegada rotunda a la par que rítmica.
por Sergio Guillén
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