Todavía nos faltan por revisitar bandas de los 70 de nuestro maltratado país. En éste caso nos iremos a Valencia y al año 73, fecha de fundación de los muy valiosos Tarántula. Grupo que desde un principio apostó por la teatralidad, maquillajes en onda Arthur Brown y performances que completaran su clara propuesta progresiva. Liderados por el teclista Vicente Guillet, en 1976 graban para Novola (Zafiro) su primer álbum. Junto a Rafael Cabrera (voz solista), M. G. Peydro (guitarras), José Pereira (bajo) y Emilio Santonja (batería).
Un clavicordio de sabor medieval, seguido de mini-moog, presenta "Recuerdos" (6'00). Desde el primer momento acercan su propuesta al progresivo italiano. Barrocos teclados de magna omnipotencia, y la voz de Cabrera, entre el cantautor del momento y la explosión operistica, desconcertante pero espectacular. Suenan como los grandes italianos. Y ahí nombrarla a New Trolls, Biglietto Per L'Inferno o Museo Rosenbach. Y no me corto ni un pelo. El mimbre clásico está muy conseguido, y he de reconocer su injusta poca relevancia cuando se repasa la historia. Error grave que me gustaría solucionar. Éste primer tema, con su mellotron exagerado y huracanada voz, tumba él sólo a álbumes enteros "mejor vistos". En ésa tesitura, "La Araña y La Mosca" (4'20) es muy Tony Kaye / Peter Banks, o sea, primeros Yes, con su potente intro. La consecución tiene cierto aire a Modulos, banda con la que confluyen en ciertos rasgos similares. Para "Singladura Final" (6'16) los ecos de primeros Crimson hacen aparición, y muestran que Tarantula se sienten cómodos dentro de ésa majestuosidad sinfónica tan especial......Que pueden romper con arranques hard rock repentinos, como en los mejores momentos de Atila.
"Un Mundo Anterior" (5'49) formó parte del single que se extrajo del álbum. Otro corte que tiene cierto aire del primer Yes en su primera parte. Al igual que a los santanderinos Bloque en su segunda. Posee una épica instrumental soberbia. "Imperio Muerto" (9'38) abre la segunda cara en neta posición progresiva, mucho más que algunos cacareados nombres. Los teclados son en todo momento magníficos, llenos de sensibilidad y descriptiva. Arquitectónica sección de ritmo, muy creativa, y de hecho el acercamiento a Yes suele venir en gran parte por ésta. Feel de cantautor del momento, que con instrumentación hard se convierte en otra cosa, (y recuerdo ahí a sus paisanos Humo). Y algo que podría parecer arcaico hace unos años, se me antoja ahora tremendamente sincero y actual. Puede que porque sus letras son invariablemente atemporales. Nada ha cambiado.
La otra mitad del single es "La Danza del Diablo" (3'02), con más impresiones afirmativas, hard rock cercano a Ñu (también guardan parecidos puntuales con éstos, pero sin travesera), en consecuencia lógica con lo que se escuchaba en ésos días. Con buena organada y hasta Purple orientación. Vuelve el medievo del comienzo con "Lydia" (2'06), como un Jan Akkerman valenciano, M. G. Peydro se luce a la clásica junto al Hammond en una pieza digna de "Tabernakel".
La final "Paisajes Pintorescos" (7'06) es otro cuadro costumbrista con referencias literarias. Otro ejemplo de la sabiduría de estos Tarantula descomunales. Que se rompen en meses, y en los que Vicente Guillot comenzará desde cero para su "Tarantula 2", en 1978. Ahora en Chapa Discos, las tendencias mandan. Si bien los teclados destacables siguen ahí, ahora asistimos a un hard / heavy rock sinfónico con algún histrionismo por parte de la frontwoman Ana María. Pionera en éstas lides en el rock nacional y de parecidos con Azucena de Santa. No es un mal disco, pero está a años luz en todo aspecto, con el primero. El cual se convirtió en un Grial coleccionista, (pasa holgadamente de los 100 pavos), y tendrá reedición en vinilo y cd por los coreanos Si-Wan en 1996.
Por favor, recuerden "Tarantula 1" en sus próximas oraciones, y ténganlos en cuenta cuando nombren lo mejor del prog español. Eterno reconocimiento.
J.J. IGLESIAS