Descubrí a éste power trío berlinés en vivo, en el Zaragoza Psych Fest 2015. Y fueron de largo lo mejor del festival. Compré su debut del año anterior de manos de su propio cantante y guitarra, Kiryk Drewinski.
La pegada rítmica del batería Holger "The Holg" Grosser no pasaba desapercibida. Ni los latidos graves del bajista Dave Götz. Éste último vio incrementada su presencia a partir del segundo álbum, "Killing Tongue" (2018), donde el órgano entra a formar parte primordial. Y su mezcla de garage y psicodelia, se enriqueció con generosas dosis de rock progresivo. Solidificado en su tercero, éste "Like No Tomorrow". Llamar "stoner" a lo de Wedge me parece equivocado. Lo he leído en más de una reseña, y no estoy nada de acuerdo. Lo suyo es la conservación de la tradición heavy psych teutona. Con lo que lo de "retro-rock" tampoco sería muy exacto, siendo ellos del mismo Berlín.
Escuchas la inicial "Computer" y asistes a una herencia sincera, a Birthcontrol o Murphy Blend. Que les corresponde por justicia. La guitarra fascina con melódicos solos, bajo una capa rítmica aplastante. Y el Hammond los acerca a los Purple de "In Rock" sin problema. Podrían quedarse ahí, pero con "Playing a Role" utilizan un fuerte componente The Kinks o The Who, que no les resta fuerza y varía el contenido. Cuidan las voces y beben litros de heavy psych destripante. Arreglos y efectismos son inesperados y originales, y no hay duda que la composición la dominan, sea el estilo que sea el abordado. Más hard rock prog es "Blood Red Wine", con organada a la Hensley y cercanías a 2066 & Then, Kin Ping Meh o McChurch Soundroom. "Across the Water" cierra la primera cara como disfrazada outtake de Cream, Andrómeda o Silberbart. Lo que implica gustazo melódico rubricado con alucinógeno órgano y placentera acidez.
Vuelta al disco y "Queens of the Night" nos devuelve al hard 70s de Lucifer's Friend o sus ramificaciones tipo Astérix. Wedge viven lo que componen. Aseguro complicidad con su franja temporal favorita y canciones realmente muy conseguidas. "U'n'I" da volantazo al Swingin' London, y aquí huele a Carnaby Street, Apple Boutique, Lord John y Granny Take a Trip. Increíble regresión con una guitarra on fire que parece Jeff Beck con los Yardbirds. Superioridad instrumental en aumento a cada álbum. Con reminiscencias de Curly Curve o Gate, se presenta "At The Speed of Life". Brillante lienzo early 70s que no desentonaría en un álbum de Necronomicon (teclados y corales superlativas). "Soldier" (9'05) pone fin a éste mazazo exquisito con casi diez minutos espectaculares. Que comienzan como unos primeros Wishbone Ash (guitarras dobladas incluidas) y prosigue como un serio homenaje a Jane. Un muy destacable trabajo para apuntar ya en la lista de lo mejor del año.
No habrá mañana, pero con Wedge el Apocalipsis va a ser más divertido. Excelente, por cualquiera de sus flancos.
J.J. IGLESIAS