Nos llega el primer larga duración de los malagueños Vema. Proyecto cargado de un intenso trabajo instrumental dentro de los parámetros del post-rock o como yo suelo denominar: "creación de ambientes sonoros instrumentales". Hablamos con sus integrantes en una interesante entrevista.
¿Cómo surge VEMA?
Miguel: Vema es el resultado de que Quini decidiera retomar su actividad con la guitarra, tras la disolución de su anterior proyecto, Tálamo. Afortunadamente para todos quiso seguir tocando y quería mantener el camino instrumental que había iniciado con dicha banda.
Quini: El proyecto comienza en verano de 2019 cuando Miguel Ángel y yo y nos conocimos y esbozamos las primeras ideas. Tratando de definir el sonido de la banda, es en enero de 2020 cuando Alejandro (bajo) se incorpora a la formación, aportando a la formación justo lo que necesitábamos.
Desde ese momento, terminamos de componer lo que serían nuestras primeras canciones juntos con la formación definitiva. Tras el parón forzoso debido a la cuarentena, es en verano de 2020 cuando terminamos de componer el EP ‘Ocean Gyre’ completamente.
¿Cuáles son las trayectorias de los integrantes de la banda?
Quini: He estado involucrado en distintas bandas de diversos géneros en Málaga. Quizá lo que me llevó a formar parte de VEMA es Tálamo, que fue el que me abrió la mente y ver que un grupo de este estilo menos comercial sí que era posible que funcionara.
Alejandro: Recuerdo bien, recién comenzando con el bajo, que recibí una llamada de un primo que también es músico, diciéndome que fuese a su casa: “tienes que ver esto”. Aún no existía Youtube, así que la única opción era ir personalmente a verlo. Era un concierto en DVD, a mi primo se le notaba que estaba contento de saber que yo ahora era bajista. Y razones tenía, era el concierto ‘Bass Day ’98’, sale Victor Woote. Después de esto, cada vez oía más y más bandas donde el bajo tomaba roles más melódicos, rítmicos o incluso que el bajo relevase al batería para que pudiera salirse del patrón rítmico.
Tuve mi primer bolo en condiciones en 2005, los de sonido me decían cosas como Setlist, PA, Caja de inyección, Snake, Canon, todos eran términos que aprendí justo ahí antes de probar sonido, yo sólo iba con una Zoom 505 II, dos cables Jack y mi Bajo. Desde ese momento le cogí el gusto a tocar en vivo y todas esas bullas y contratiempos merecerían la pena al bajar del escenario.
Mientras estudiaba música en la universidad bajaron los proyectos, las grabaciones y los bolos y me dediqué a la música: arreglos, teoría, armonizaciones y técnica. Cuatro años después se me presentó la oportunidad de estudiar en el extranjero y se pusieron en pausa todos los proyectos a la fecha. Era un viaje a Irlanda por 6 meses y al final se convirtieron en casi 5 años. Así que comencé a adquirir instrumentos de nuevo y volvieron los bolos, y se volvieron más y más frecuentes hasta que comencé a vivir de ello, recorría el país de extremo a extremo sólo para tocar y eso me sirvió para abrir a artistas como Jerry Fish o tocar en el festival Electric Picnic de 2016.
Cansado ya de tanto mudarme decido echar raíces en Málaga, y luego de concertar nuestro primer ensayo todas las condiciones se dieron para que este primer álbum saliera a la luz.
Miguel: En mi caso, empecé hace años ya (...nos hacemos mayores) con un grupo de Rock en español, con los amigos de siempre del Instituto, que duró muchos años y con los que hicimos algunos kilómetros, grabamos algunas historias, y en definitiva me adentré en esta locura que es la música.
Después de aquello y tras pasar por algunas bandas dispares (como el grupo de Power Metal Eternal Dream) decidí junto a César Rodríguez –el que fuera teclista de dicha banda- armar Glasswork, un proyecto de Rock Progresivo que nació prácticamente como una broma, y que hasta hoy me ha dado muchas alegrías. Hemos llegando a sitios y conocido a tanta gente por el camino, que ni me habría imaginado allá por el 2013. Hoy son ya tres trabajos discográficos en la calle, el último de ellos llamado Metabolè.
¿A que hace referencia el nombre del grupo?
Quini:¡Nadie nos había preguntado esto antes! Tanto el nombre del grupo como el álbum en sí tienen una temática en común. Hablando de cómo íbamos a plantear las canciones, surgió la idea de tomar un elemento en común y que todo rondara en torno a ese elemento. Tras varias opciones sobre la mesa, decidimos que el elemento fuese el mar. Tras empaparnos de documentación de fenómenos naturales, animales, etc. relacionados con el mar, llegamos a VEMA, que es un monte submarino situado en el sur de África.
¿Cuáles son vuestros referentes musicales?
Alejandro: Es difícil escoger unos pocos, casi siempre vienen atados al contexto en el que me encuentre. Me saturaba muy rápido de la música académica y alternaba entre Pain of Salvation, Battles, Sigur Rós, Aphex Twin, o Marty Friedman. Estaba siempre buscando nuevos géneros musicales –que siempre han estado allí, pero que entonces los desconocía totalmente– o las fusiones raras con instrumentos nuevos… y me topo con Frank Zappa. La primera vez que oí el ’Freak Out’ quedé alucinado. Que hubiese tanta diferencia entre ‘Any Way the Wind Blows' y ‘Help I’m a Rock’ me descolocó un montón pero las tuve en la cabeza toda la semana. Y ese disco me llevó a conocer muchos otros proyectos cargados con esa irreverencia como Cardiacs, Mr. Bungle o Mats & Morgan.
Me gusta mucho la música instrumental, compositores como Henry Cowell o el creador del Bazantar Mark Deutcsh me hacen pensar a veces, ¿y cómo sonaría esto en el bajo?. Y muchas veces esos experimentos funcionan, otras veces no pegan ni con cola.
Luego casualidad o no comencé a descubrir muchos proyectos donde habían dos o tres integrantes –bandas como Zu, Mouse on The Keys, Buke and Gase– ellos dándolo todo para lograr llenar todo el espectro sonoro. Ver la libertad con la que tocaban Zach Hill y Carson McWhirter en ‘Face Tat’ fue una total revelación.
Quienes más me ayudaron a moldear la forma en que toco hoy día fueron bajistas como Justin Chancellor o Ryan Martinie.
Quini: Bueno… a mí dependiendo del día en el que me preguntes, te voy a decir unos u otros. Pero ¡allá voy! Pensando en VEMA y el estilo en el que queremos encajar, creo que quizá nuestras máximas referencias internacionales a nivel sonoro puede que sean Russian Circles e ISIS. Si consideramos el terreno nacional, quizá nuestro punto de mira vaya a grupos como Le Temps Du Loup o Toundra.
Miguel: Sin duda el sonido de la banda comparte todos esos grupos en común. Personalmente, me resulta difícil dar una lista de gente que uno admira o en la que uno se fija… pero si es verdad que Bill Bruford, tanto por su acercamiento al instrumento, como por sus ideas y su trayectoria, representa el referente de la percusión en el mundo del rock y derivados.
En Abril (20219 habéis publicado vuestro primer trabajo, "Ocean Gyre". ¿Podéis contarnos detalles de la grabación?
Miguel : Yo dría que rápido. Todo se completó en 72 horas (al menos el trabajo de los músicos, porque posteriormente Rafa de Victoria Épica y Pope (noisy Pope) curraron de lo lindo para envolver todo lo que hicimos.
Fue un proceso divertido, pero también intenso. Recuerdo que en medio de la pandemia pudimos vernos, reunirnos y charlar, y fue gratificante. Y en lo estrictamente musical, yo destacaría que a la hora de preparar la grabación, algunos temas cambiaron muchísimo, unido a la sensación de escuchar por primera vez el proyecto "en condiciones", como alguien ajeno a la banda.
El disco contiene seis temas ¿Podéis describirlos para los lectores de Rockliquias?
Quini: El EP contiene 6 cortes en los que tratamos de contar musicalmente un pequeño viaje. Comenzamos con Ocean Gyre, introducción a este viaje… se escucha el oleaje y la tempestad de lo que viene después: Baikal, una canción en la que quisimos jugar entre una sección limpia melódica combinada con otra cargada de distorsión e intención.
Miguel: Baikal es en mi opinión, una presentación en toda regla, el primer tema que el Sr. Quini me envió, y quizás por eso le tengo especial cariño. Creo que la sección rítmica (bajo y batería) dieron un buen sustento y disfruto muchísimo tocándola.
Quini: Le sigue Rivea, quizá nuestro corte más melódico en el que presentamos una especie de camino que desemboca en cierta melodía melancólica.
Miguel: Rivea es para mí el tema más consistente, más dinámico, el tema avanza y se mueve, es el más orgánico de todos….después Pharos, probablemente es el enfoque más diferente de los tres y en mi caso tocar un tema de esas características me supuso un reto.
Alejandro: A continuación, Mako, tiene ese carácter dinámico que ayuda bastante a que se expongan nuevas ideas en un periodo relativamente corto y esas las repeticiones siempre vengan con una variación. Es un tema que a primera escucha es algo impredecible y el nombre alude bastante a ello.
Miguel: Con su ritmo frenético y una melodía más prominente, quizás más que en el resto.
Alejandro: El punto final sería Ekman, tiene que ser el tema que más capas tiene, y donde se juega más con el paisaje sonoro. Con ese contraste frente a Mako, donde más bien se hace lo contrario y se exponen sólo dos ideas.
¿Quién se ha encargado de la portada?
Miguel: Como decíamos, Noisy Pope, diseñador afincado en Londres, con quién en mi caso ya había colaborado antes. La verdad que su estilo venía que ni pintado al proyecto y estamos contentísimos e impacientes por ver esa portada en una camiseta...
¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿Qué opináis de la repercusión de la pandemia en el mundo de la música?
Miguel: Contesto ambas preguntas juntas porque…de algún modo están relacionadas. La pandemia marca un poco el paso actualmente no solo de la música, sino de toda vida exterior, por así decir. La repercusión ha sido la que conocemos, triste y muy dura. Mucha gente sin comer y sin currar.
Entonces estamos a su merced de alguna forma. Pero, creo que deseamos seguir componiendo, nos encontramos en ese punto donde disfrutamos tocando juntos y creando, pero con algo en las manos, por así decir. Por otro lado, me gustaría tocar en directo con VEMA pronto...y algo parecido andamos maquinando, pero por ahora es secreto.
Pues nos gustaría invitar a la gente de Rockliquias a que apagara un rato todo dispositivo electrónico a su alcance salvo uno con el que reproducir Ocean Gyre, apague las luces y escuche del tirón el planteamiento. Sinceramente hay muchas cosas que merecen la pena y, si les gusta el rock instrumental ¡no les defraudaremos!
¡ Y muchas gracias a vosotros por el interés y el tiempo dedicado a VEMA ¡